
Alcaraz levanta el título del Masters 1000 de Roma. Reuters
La doble victoria de Alcaraz en Roma: marca terreno ante Sinner y reafirma su dominio en tierra antes de Roland Garros
La exhibición del murciano en el segundo set dispara sus expectativas para revalidar el título en París, donde no se mediría al italiano hasta la final.
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La victoria de Carlos Alcaraz ante el italiano Jannik Sinner (7-6, 6-1) en la final del Masters 1000 de Roma no solo ha permitido al murciano dar un golpe de autoridad ante su gran rival generacional o unirse al selecto club de campeones de los tres torneos de esta categoría (Montecarlo, Roma y Madrid).
La final también servía para medir las fuerzas de los dos mejores tenistas de la actualidad con la vista puesta en Roland Garros, que comenzará el próximo fin de semana y donde el español buscará revalidar el título del año pasado.
Aunque su temporada ha estado marcada por la irregularidad y el nivel de Sinner está condicionado por los tres meses de inactividad que ponen en duda su preparación en tierra batida, la exhibición de Alcaraz en el segundo set dispara las expectativas.
Después de un año marcado por la irregularidad pero con un récord muy positivo en tierra batida (16-1), el buen desempeño en Roma permite a Alcaraz llegar a París como número 2 del ranking ATP.
Un detalle no menor a la hora de proyectar los posibles emparejamientos hasta la final, ya que, por lo pronto, evitaría a Sinner hasta entonces.
Tras un primer set marcado por el tacticismo, la evitación de riesgos y la máxima concentración (ninguno de los dos jugadores logró hacer un break a su rival), Alcaraz estuvo un puntito más fino en el tie-break para empezar a decantar la final.
En el segundo, llegó el huracán tenístico. El italiano acusó su falta de rodaje y acabó quebrado física y mentalmente ante el vendaval de un Alcaraz que se fue soltando y ofreciendo cada vez más variedad en sus golpes hasta el 6-1 final.
Sinner acabó rendido a su rival. "Eres el más fuerte sobre tierra. Me faltan partidos pero no hay excusas, es la superficie que más me cuesta, pero es mi primer torneo en mucho tiempo", admitió deportivamente ante su oponente mientras este recibía el trofeo.
El elogio no es para menos. El propio Alcaraz, micrófono en mano, no dudó en calificar su final como "el mejor partido que ha jugado nunca" desde el punto de vista táctico.
La falta de consistencia ha sido el talón de aquiles de un Alcaraz que suele pecar de irregularidad. Lo normal con 22 años.
Pero lo que se vio en el Foro Itálico es lo que le puede elevar a la categoría de histórico. En lugar de confiar demasiado en su talento, jugó un partido desde la estrategia, el análisis a su rival y una selección inteligente en la variedad de golpes.
Eso es precisamente lo que lo convierte en favorito para Roland Garros, especialmente en un año donde ninguno de los veteranos ni de los jóvenes aspirantes parecen llegar al máximo.
“Todas las miradas están en París. Ganar en Roma y a Jannik te da una gran confianza para ir a París. Las finales no van de jugarlas, van de ganarlas. Estoy muy feliz, voy a disfrutarlo con mi gente, descansaré y saborearé lo que he conseguido, que es importante, y después pensaré en Roland Garros”, admitía el murciano.
16-1 en tierra en 2025
La victoria ante Sinner es la número 30 de la temporada. La séptima en once duelos contra el italiano y la que decanta 2-1 su balance cuando se miden con un título en juego.
Y lo que es mejor: volvió a demostrar que es un especialista en finales. Cuatro de cuatro en Grand Slam y siete de ocho en Masters 1000.
Será el primer Roland Garros sin el gran campeón (14) del torneo, Rafa Nadal, que recibirá un homenaje y cederá su testigo al nuevo rey de la tierra batida.
La condición de cabeza de serie es siempre bienvenida, aunque en tercera ronda ya podría haber obstáculos incómodos como Alejandro Davidovich, Matteo Berrettini, Hubert Hurkacz o Felix Auger-Aliassime.
Lo que sí se garantiza Alcaraz es esquivar a Novak Djokovic hasta los cuartos de final, aunque está por ver el nivel del serbio tras un año decepcionante.
Triple corona
Con su victoria en Roma, Alcaraz ya puede presumir de la triple corona de Masters de tierra batida (Roma, Montecarlo y Madrid), algo que solo han conquistado Rafa Nadal, Novak Djokovic, Gustavo Kuerten y Marcelo Ríos.
Nadal logró ganarlos de forma consecutiva en 2010, mientras Alcaraz venció en Madrid en 2022 y 2023 y en este 2025 ha conquistado Montecarlo y Roma.
Impredecible Djokovic
Aunque el nivel de Alcaraz ante Sinner le sitúa como gran favorito, la dinámica de la temporada ofrece argumentos para plantear que se trata del Roland Garros más abierto en años.
El número uno del mundo comenzó la temporada haciéndose con el Open de Australia, pero los tres meses de sanción acordada tras su positivo en un control antidopaje han coincidido con la temporada de tierra batida.
Su participación en Roma, no obstante, demuestra que no se le puede descartar. Su derrota en la final es la primera en los últimos 27 partidos que ha disputado y en París tendrá la oportunidad de empatar a cuatro Grand Slams con su gran rival.
Respecto a otros tenistas más veteranos, ni Novak Djokovic, ni Stefanos Tsitsipas, ni Daniil Medvedev ni Andrey Rublev llegan en su mejor momento después de una temporada en la que han pasado sin pena ni gloria por la mayoría de los torneos.
Djokovic buscará su grande número 25 y su título ATP número 100 muy lejos del cartel de favorito que suele ostentar después de un año decepcionante.
El año empezó con sabor agridulce en Australia. Djokovic se impuso a Alcaraz en su torneo fetiche, pero se vio obligado a retirarse en semifinales por lesión.
A partir de ahí, su balance en tierra batida es de 0-2. Fue rápidamente eliminado en Doha, Indian Wells, Montecarlo o Madrid. Y en Roma, ni siquiera ha participado.
El incierto momento de los teóricos favoritos abre las puertas a otros jugadores como Taylor Fritz, Jack Draper, Casper Ruud (que ya ha llegado a dos finales en París), Lorenzo Musetti o Tommy Paul.