Un tiburón blanco vaga por el océano.

Un tiburón blanco vaga por el océano. Philip Thurston Istock

Historias

Los efectos de la desaparición del gran tiburón blanco: así está cambiando el ecosistema marino según un estudio

Una investigación realizada por la Universidad de Miami asegura que el declive de esta especie está provocando un "efecto dominó" en la biodiversidad.

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La presencia del gran tiburón blanco está en declive. O, por lo menos, así lo muestran los últimos estudios realizados en la zona de False Bay (Sudáfrica) donde los científicos y conservacionistas ya han alertado sobre los efectos en cadena que esta realidad podría provocar en los ecosistemas

De hecho, un reciente estudio publicado en la revista Frontiers in Marine Science ha revelado la evidencia de estas afirmaciones: el carcharodon carcharias —nombre científico de esta especie— está disminuyendo su población

La investigación, realizada por científicos de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas, Atmosféricas y de la Tierra de la Universidad de Miami, abarca más de dos décadas y documenta las perturbaciones ecológicas en cascada. Así, una vez más, la conservación se vuelve un punto fundamental para el mantenimiento de los océanos. 

Los principales hallazgos muestran que, aunque el tiburón blanco destacaba por su abundancia en esta zona sudafricana, actualmente experimenta un drástico declive que concluirá en una posterior desaparición. 

¿Los factores? Entre otros motivos, los expertos destacan el impacto de décadas de capturas insostenibles en redes destinadas a proteger a los bañistas y algunos casos recientes de depredación por orcas. 

El gran tiburón blanco en declive en la región de Sudáfrica.

El gran tiburón blanco en declive en la región de Sudáfrica. Rasmus-Raahauge Istock

Este cambio en el ecosistema, según apuntan los expertos, ha provocado un aumento de los lobos marinos del Cabo (Arctocephalus pusillus) y de los tiburones de siete branquias (Notorynchus cepedianus).

Al mismo tiempo, se ha traducido en una "disminución asociada en los peces de los que se alimentan las focas y las especies de tiburones más pequeños que cazan los tiburones de siete branquias". Es decir, se ha producido un efecto dominó a raíz de la pérdida de un depredador superior

La red alimentaria

"Estos cambios concuerdan con las teorías ecológicas establecidas desde hace tiempo que predicen que la desaparición de un superdepredador tiene efectos en cascada en la red trófica marina", tal y como explica Neil Hammerschlag, autor principal del estudio. 

Así, dentro del marco del Programa de Investigación y Conservación de Tiburones de la Escuela Rosenstiel de la Universidad de Miami, el reporte ha proporcionado evidencia de la cascada de redes alimentarias impulsadas por la pérdida de la presión de depredación de arriba hacia abajo de los grandes tiburones blancos. 

El hallazgo ha sido posible gracias a la combinación de diferentes enfoques como el estudio a largo plazo desde embarcaciones sobre avistamiento de tiburones o la observación de ciencia ciudadana sobre lobos marinos del Cabo. 

Además, se han tenido en cuenta investigaciones en remoto de vídeos submarinos con cebo (BRUVS) de peces y pequeños tiburones. Y, así, los expertos han podido determinar cómo la ausencia de esta especie está provocando cambios significativos en la red alimentaria de la vida oceánica. 

"El uso de estudios de vídeos submarinos realizados con más de una década de diferencia nos proporcionó una instantánea de la red trófica tanto antes como después de la desaparición de los tiburones blancos de la bahía", asegura Yakira Herskowitz, coautora del reporte y exalumna de posgrado de la Escuela Rosenstiel que analizó estos datos. 

Un tiburón blanco salta para cazar una foca en el aire.

Un tiburón blanco salta para cazar una foca en el aire. USO Istock

Y es que, añade la investigadora, "el número de individuos de una especie determinada registrados en los vídeos no solo informa sobre su abundancia numérica, sino también sobre su comportamiento". 

Esto, indica, se debe a que "las especies con mayor riesgo de depredación suelen volverse más esquivas y, por lo tanto, es menos probable que sean detectadas por las cámaras". 

Efectos en el ecosistema

De un modo u otro, lo que esta investigación ha dejado claro es la evidencia empírica existente en la relación entre la desaparición del gran tiburón blanco y alguno de los cambios más recientes identificados en los ecosistemas marinos. 

Porque, apunta Hammerschlag, "sin estos depredadores de ápice que regulen las poblaciones, estamos observando cambios mensurables que podrían tener efectos a largo plazo en la salud de los océanos". 

Motivo por el que, concluyen los expertos, es más importante que nunca incrementar los esfuerzos globales en la conservación de los tiburones. En pocas palabras, su protección es esencial para mantener la biodiversidad del planeta