
Viñedo.
La Rioja desarrolla tecnología no invasiva para controlar el interior de la uva en tiempo real y mejorar la producción
Un proyecto liderado desde la universidad pública riojana permitirá por primera vez controlar parámetros como aroma, acidez o color a medida que avanza el ciclo del viñedo.
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No hay mejor prueba de la buena salud de la que goza el sector del vino en La Rioja que echar un vistazo a sus cifras de exportaciones o a los reconocimientos. Ahora bien, tampoco engañamos a nadie si decimos que este éxito, en buena medida, también depende de la continua actualización de los viticultores en relación con la transformación digital que salpica cualquier sector, también el agrícola.
Desde hace años, la Denominación de Origen Rioja, por ejemplo, viene siguiendo de cerca cualquier avance tecnológico que pueda aportar mejoras a la producción y calidad del vino, pero no es menos cierto que de forma paralela otras entidades trabajan y mucho por contribuir a buscar las mejores soluciones.
Una de estas entidades, como no podría ser de otra forma, es la Universidad de La Rioja, cuyos investigadores contribuyen al progreso del sector con desarrollos dignos de mención y, cómo no, escalables ya no sólo en la región sino en otras zonas productoras.
La última novedad procedente de los laboratorios y laboratorios tecnológicos de la universidad pública tiene como protagonista a una tecnología basada en cámaras espectrales.
Mediante el uso de estas herramientas se busca, en el rango visible e infrarrojo, construir modelos de estimación de la composición de la uva a tiempo real en viñedo y a su entrada de bodega, para uva seleccionada en mesa de selección de forma no destructiva y sin contacto con la uva.
Este proyecto está liderado por investigadores del Grupo de Investigación Televitis y EnolUR de la Universidad de La Rioja y del Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV); y en él colaboran investigadores de los departamentos de Ingeniería Eléctrica y Mecánica de la UR y del Departamento de Química Analítica y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Esta solución hiperespectral buscada no solo permitiría estimar los parámetros enológicos de la uva más generales (por ejemplo azúcares, acidez o color), sino que va un paso más allá y lo haría con los principales compuestos fenólicos (responsables del color, astringencia, amargor y tanicidad), polisacáridos (importantes para el paso por boca en el vino) y perfil aromático de la uva, según explican desde la universidad riojana.
"Son datos hasta ahora no disponibles para el viticultor y enólogo de forma rutinaria por la complejidad y elevado coste de las técnicas instrumentales utilizadas para su análisis", añaden.
Las mediciones con las cámaras hiperespectrales en el viñedo se realizan desde un vehículo móvil terrestre entre el envero y el momento de la vendimia, lo que permite la monitorización en continuo conociendo en tiempo real el progreso de la maduración de forma eficiente y no destructiva con gran detalle.