
Fundación Botín e Inveniam Group analizan en este informe el ecosistema de 'spinoffs' biomédicas en España.
España, en la encrucijada de la innovación científica: la transferencia de conocimiento sigue siendo el gran escollo
Un informe de Fundación Botín e Inveniam Group revela que la financiación es uno de los obstáculos para las spinoffs en salud. Cataluña lidera el sector, seguida por Madrid, Galicia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares.
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La transferencia de conocimiento del laboratorio y el ámbito académico a la sociedad sigue siendo una de las principales asignaturas pendientes de este país para lograr un sector innovador sólido y maduro.
Se ha avanzado en los últimos años, de la mano de un ecosistema emprendedor mucho más prolífico, pero todavía queda camino por recorrer para conseguir que el vasto conocimiento investigador de España alumbre un mayor número de empresas innovadoras, capaces de aterrizar esas ideas en el mercado.
Transformar ideas en compañías rentables no es una cuestión baladí, y mucho menos, cuando los impulsores son investigadores, más habituados a su labor docente y de creación de conocimiento que a las rutinas y estrategias que conlleva poner en marcha una empresa que aspira a ser sostenible en el tiempo y responder a una necesidad de la sociedad.
La Fundación Botín, de la mano de Inveniam Group, ha analizado el ecosistema de spinoffs biomédicas en España para ofrecer al ecosistema una fehaciente radiografía del momento.
El trabajo ha dado lugar al informe Evolución y tendencias del emprendimiento científico del sector salud en España, presentado esta mañana en Madrid, un exhaustivo documento en el que se analizan las tendencias de creación de estas empresas entre 2001 y 2023.
El documento también hace referencia al reto que supone para estas compañías el acceso a la financiación y las operaciones de salida (exits), es decir, el momento en el que la compañía ha alcanzado la suficiente madurez para su venta, proporcionando liquidez a los fundadores y a los primeros inversores.
Los datos del estudio confirman de nuevo una máxima que en DISRUPTORES venimos constatando año tras año. España, a pesar de ocupar el noveno puesto en producción científica a nivel mundial, continúa rezagada en la conversión de este conocimiento en innovación tangible, al situarse en el puesto 28 del Índice Global de Innovación.
Según el informe, este desfase refleja la dificultad para trasladar la investigación académica al sector productivo, lo que limita el impacto de los avances científicos en la economía y en la sociedad.
En este contexto, las spinoffs -empresas derivadas de instituciones académicas (44%), hospitales (29%) o centros de investigación (27%)- juegan un papel clave al actuar como puente entre la investigación y la industria, facilitando la transferencia de tecnología y la generación de soluciones innovadoras en sectores estratégicos como la salud.
En concreto, en el periodo analizado de 2001 a 2023, se han creado 199 spinoffs surgidas de la investigación pública en España, concentradas principalmente en biotecnología (57%), seguida de tecnologías médicas (32%) y salud digital (11%).
Cataluña lidera la generación de este tipo de compañías, con el 55% de las empresas analizadas, muy por delante de otras comunidades como Madrid (11,5%), Comunidad Valenciana y Galicia (7% cada una) o Andalucía (5%), entre otras.

Distribución de las spinoffs por comunidades autónomas. Fuente: Fundación Botín e Inveniam Group.
Cataluña también encabeza las operaciones de salida con 16 de los 26 exits registrados (61%), seguida por Madrid (15,4%), Galicia (11,5%), Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares (con un 3,8% cada una).
Por otra parte, el estudio pone de relieve el papel predominante en el emprendimiento científico de la biotecnología (57 %) en España, seguida de tecnologías médicas (32 %) y salud digital (11 %).
El papel de las spinoffs de biotecnología
Según han explicado desde la Fundación Botín, la maduración de una spinoff biomédica requiere de entre siete y 15 años, y una elevada inversión de capital, "por lo que es esencial contar con fuentes de financiación adecuadas en cada etapa".
El proceso se estructura en varias fases con apoyos específicos, y en el caso de España "existen más limitaciones que en otros mercados más robustos", precisa el estudio, "lo que reduce la competitividad de sus spinoffs frente a sus pares en países con mayor acceso a capital y sistemas de inversión más consolidados".
En la fase pre-semilla, la financiación pública predomina y se centra en validar conceptos y crear prototipos, con iniciativas como CaixaImpulse de la Fundación La Caixa, AECC Innova de la Fundación Científica de la AECC (FC-AECC) y programas autonómicos de innovación liderando el apoyo.
En la fase semilla, instrumentos públicos como NEOTEC del CDTI y el programa INNVIERTE son claves, aunque su acceso implica burocracia y coinversión privada. También tienen un papel relevante programas de entidades privadas como Mind the Gap de la Fundación Botín, S2B Health&Care de Fundación Ship2B, AECC Impulso de FC-AECC y BStartup Health de Banco Sabadell.
Aquí igualmente operan los business angels y plataformas como Capital Cell, que facilitan fondos en esta etapa crítica. Además, desde 2015 existen gestoras de fondos especializadas en la inversión en fases tempranas.
Por último, ya en la fase de crecimiento, el capital riesgo nacional e internacional toma relevancia, junto con programas como el EIC Accelerator del Consejo Europeo de Innovación, "pero la financiación disponible sigue siendo insuficiente frente a estándares europeos y norteamericanos", añaden las fuentes que han elaborado el informe.

El informe presentado concluye que “es necesario reforzar de manera urgente la financiación de los proyectos empresariales basados en I+D, ya que España está por debajo de la media europea”.
A pesar de estas deficiencias, el ecosistema de emprendimiento científico “goza de buena salud”, precisan desde la Fundación Botín, como lo demuestran las operaciones de salida (exits).
Entre 2001 y 2023 se han identificado 26 operaciones de salida de spinoffs sanitarias de origen público en España, con un tiempo medio de 9,3 años entre su creación y la venta de la empresa o la entrada de nuevos inversores.
26 'exits' de spinoffs de origen público en 2001-2023
La biotecnología lidera en número de exits (81%), siendo la mayoría de las transacciones protagonizadas por empresas originadas en una única institución (69%). El análisis subraya que la mitad de los fondos de estas operaciones de salida fueron aportados por entidades españolas, mientras que el resto provino de inversores internacionales, principalmente de Norteamérica.
Este dato refleja el creciente interés del ecosistema español de cara a los mercados globales, aunque aún "existe margen para fortalecer la inversión local en fases avanzadas del ciclo de vida de estas empresas, lo cual a su vez es un factor clave para atraer capital internacional".
El informe defiende que "la falta de inversores especializados en fases avanzadas y la menor disponibilidad de financiación privada han limitado la consolidación de spinoffs sanitarias en España frente a EEUU o Reino Unido"
"La falta de inversores especializados en fases avanzadas y la menor disponibilidad de financiación privada en comparación con otros ecosistemas innovadores, como el estadounidense o el británico, han limitado el ritmo de consolidación de muchas spinoffs sanitarias", incide el trabajo.
El informe presentado concluye que “es necesario reforzar de manera urgente la financiación de los proyectos empresariales basados en I+D, ya que España está por debajo de la media europea”.
También pone de relieve la importancia de los "programas de apoyo a la transferencia de tecnología y a la atracción del talento impulsados desde la Administración, y el fortalecimiento de la colaboración público-privada para alinear a las Oficinas de Transferencia Tecnológica (OTT) con los inversores, los emprendedores y la industria, lo que elevará sin duda las tasas de éxito en la comercialización".
Por último, fomentar la inversión privada en fases avanzadas es clave, "dada la falta de suficientes inversores especializados que impulsen el escalado y consolidación de estas compañías; solo así se aprovechará el potencial científico español para generar impacto económico y social", concluyen desde el informe.