
Inteligencia artificial.
Brecha de género y desconfianza, los dos grandes retos de España en la adopción de la inteligencia artificial
España es referente en aspectos como la inversión a gran escala en esta tecnología o en el despliegue de proyectos de ley relacionados con la IA.
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La brecha de género y la desconfianza de los ciudadanos sobre la inteligencia artificial son los dos grandes retos de España en la adopción de esta tecnología, según un informe global elaborado por el Instituto para la IA centrada en el ser humano (HAI, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).
En él se ofrece una visión actual de la situación de la IA en el mundo en relación a ocho grandes ámbitos del tejido económico y social: la investigación y el desarrollo, el rendimiento técnico, la responsabilidad de la misma, la economía, la ciencia y la medicina, la política, la educación y, por último, la opinión pública.
En él, España destaca en aspectos como la inversión a gran escala en esta tecnología, situándose como el cuarto país europeo con mayor desembolso público en esta industria, por detrás de Reino Unido, Alemania y Francia. Además, en la década de 2013 a 2023 es una de las regiones, junto a Bélgica y Francia, con un crecimiento más constante.
Este país se posiciona como referente también en la regulación, siendo el sexto con un mayor número de proyectos de ley aprobados en relación con la IA y ocupando el primer lugar en menciones legislativas para dicho período.
El buen desempeño de España se enmarca en dentro de una tendencia global, donde las referencias regulatorias de la IA aumentaron un 21,3% en 75 países desde 2023. Entre todos ellos, lidera Estados Unidos, que ha pasado de tener apenas una ley estatal aprobada al respecto en el año 2016 a acercarse al medio centenar en 2023, con 49 legislaciones relacionadas, y a alcanzar las 131 el año anterior.
No obstante, la legislación no es el único ámbito donde destaca EEUU, sino que esta región también adelanta al resto en la formación de graduados en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en todos los niveles. Eso sí, seguido de localizaciones como este país, Brasil y Reino Unido.
España también ocupa un lugar predominante en aspectos como la integración de robots en su economía, donde es el cuarto país con mayor crecimiento anual, solo detrás de India, Reino Unido y Canadá; el gasto público en contratos relacionados con la inteligencia artificial, situándose entre los cinco primeros países europeos; o el porcentaje de ofertas de empleo que requieren habilidades en inteligencia artificial, cerca de Reino Unido y Países Bajos y por encima de Alemania y Francia.
Eso sí, el informe elaborado por el HAI de la Universidad de Stanford también señala los retos que tienen por delante estas regiones en relación al despliegue de la IA. En el caso de este país, el documento pone el foco en la brecha de género, tanto en lo relativo a la penetración de habilidades en este campo como en la concentración de talento alrededor de esta tecnología.
Por otro lado, también señala que España tiene un "importante camino por recorrer" en cuanto a la percepción de la población sobre la inteligencia artificial, ya que aún tiende más hacia el nerviosismo que hacia el optimismo a la hora de valorar los productos y servicios que utilizan esta herramienta.
Más IA, pero también más incidentes
Más allá de la situación concreta de cada uno de los países, el documento compartido por el HAI analiza el despliegue de esta tecnología a nivel global y revela que esta se está volviendo cada vez más eficiente, asequible y accesible. También, señala que Estados Unidos sigue liderando la producción, pero, a su vez, China está reduciendo la brecha.
Además, precisa que las empresas siguen apostando por esta herramienta, lo cual ha impulsado la inversión y un uso récord, ya que las investigaciones muestran un fuerte impacto en la productividad. Esto ha hecho que la formación en este campo se expanda, aunque siguen persistiendo brechas en el acceso y la preparación.
No obstante, el despliegue de la IA también ha llegado acompañado de un mayor número de incidentes relacionados con ella, que han aumentado "drásticamente" a nivel global, tal y como apunta el informe. Esta situación ha multiplicado la necesidad de desplegar herramientas que ayuden a evaluar su seguridad y fiabilidad y garanticen un uso responsable y ético.
Asimismo, el documento revela la importancia de avanzar en la cooperación global entre gobiernos en materia de gobernanza de IA con marcos centrados en la transparencia, la fiabilidad y otros principios fundamentales de la IA responsable.