Emprender, el camino de las mujeres en Latinoamérica que quieren salir de la pobreza

En 1995 se firmó en la capital de China la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. Adoptada de forma unánime por 189 países, se considera el primer gran documento de política internacional sobre igualdad de género y marcó un importante punto de inflexión en la lucha por los derechos de las mujeres en todo el mundo.

En 2025 se cumplen 30 años de esta Plataforma que, a lo largo de estas tres décadas, ha logrado importantes avances a nivel jurídico, económico y social. Después de su firma, por ejemplo, se promulgaron más de 1.500 leyes para abordar la violencia de género en 193 países, así como otras que prohíben la discriminación en el empleo por razones de género.

Pero la brecha no se cierra. En el mundo, las mujeres son las que más sufren la violencia y la pobreza -el 10% vive en pobreza extrema-, y más 119 millones de niñas siguen sin ir a la escuela y, según ONU Mujeres, aún se tardarán 137 años en cerrar la brecha de género.

En la actualidad, el principal órgano internacional dedicado a la igualdad de género es la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW por sus siglas en inglés), que se celebra cada año en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York, y que reúne a gobiernos, representantes del sector público y privado y sociedad civil. Además, cada cinco años, los estados miembro de Naciones Unidas revisan en esta comisión los avances y retos en la aplicación de la Plataforma de Beijing.

La Fundación Microfinanzas BBVA (FMBBVA) es una de las pocas organizaciones españolas que participa habitualmente en este foro para compartir su experiencia en el desarrollo económico y social de las mujeres. Y es que la FMBBVA ha sido reconocida como la primera fundación en contribución al desarrollo en América Latina y la segunda en el mundo, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2020, 2021 y 2022.

En España, la FMBBVA también llevó a cabo diversas acciones durante el mes de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Entre ellas destaca el acto Mujeres al timón, organizado junto a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en el que representantes del sector público y privado evaluaron el impacto de los 30 años de la Plataforma de Beijing.

En este evento también se compartieron historias de emprendimiento femenino, contadas por sus propias protagonistas. En este caso, dos mujeres que, aún separadas por un océano (entre España y Chile) comparten profesión y experiencias. Verónica Cazorla, desde Galicia, y Dania Riquelme, desde Punta Lavapié, prosperaron en un sector dominado por hombres como es el de la pesca. La pescadora chilena es, además, una de las miles de historias de emprendedoras apoyadas en América Latina por la FMBBVA. En este sentido, señala Javier Flores Moreno, director general de la FMBBVA, “la financiación, la educación y la generación de oportunidades son clave para que más mujeres tomen las riendas de su destino y construyan un futuro más equitativo para todos. El progreso de las mujeres emprendedoras es primordial, porque cuando ellas avanzan, también lo hacen sus familias y comunidades”.

Las emprendedoras de América Latina

Desde su creación en 2007, la FMBBVA ha apoyado a través de sus entidades locales en cinco países de Latinoamérica, a más de 6 millones de emprendedores de bajos recursos con el desembolso de más de 21.200 millones de dólares. Lo hace con servicios financieros y no financieros, formación y acompañamiento adaptados a las necesidades de cada emprendedor y de su negocio.

Actualmente la FMBBVA apoya a más de 3.000.000 de emprendedores, de los que el 58% son mujeres

En esta región, la brecha de género es especialmente significativa: solo la mitad de las mujeres tiene un empleo, frente al 75% de los hombres. Tal como explica Laura Fernández Lord, responsable de Sostenibilidad, Equidad e Inclusión de la Fundación Microfinanzas BBVA: “este contexto impacta en uno de los mayores desafíos de la región: la pobreza. Por cada 118 mujeres en situación de pobreza hay 100 hombres pobres. Pero ellas suman a la pobreza económica otras carencias en educación, salud o vivienda: un 62% está en esta situación de pobreza multidimensional, según el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo)”.

El emprendimiento, una salida de la pobreza

En América Latina, donde el 50% del empleo es informal, el emprendimiento es una opción a la que muchos recurren para salir de la pobreza (situación en la que se encuentran unos 190 millones de personas, el 28% de la población). Una circunstancia especialmente relevante en el caso de las mujeres, que se enfrentan a mayores dificultades para acceder al mercado laboral, pues suelen contar con menores niveles de formación y también asumen el trabajo no remunerado dentro del hogar.

Ante esta situación para muchas de estas mujeres, la única manera de ser dueñas de su destino es asegurarse de tener mecanismos propios para generar ingresos. “Por eso esta región tiene las tasas de emprendimiento femenino más elevadas del mundo. Sin embargo, sus negocios no pueden desarrollar todo su potencial. No pueden hacerlo porque 90 millones de mujeres no tienen acceso a una cuenta bancaria y un porcentaje escaso accede a crédito o cuenta de ahorro”, asegura Fernández.

Conscientes de esta realidad en América Latina, la FMBBVA proporciona soluciones financieras y no financieras diseñadas específicamente para las mujeres: créditos, productos de ahorro, seguros de maternidad, lactancia o salud y también formación… Cada emprendedora tiene unas necesidades diferentes, ya sea por su situación socioeconómica o por el tipo de emprendimiento y precisa una atención ágil y sencilla.

El 58% de los emprendedores apoyados por la FMBBVA son mujeres. Una amplia mayoría se encuentra en situación de vulnerabilidad o pobreza y tiene su negocio como la principal fuente de ingresos del hogar.

Explica Fernández que, “para apoyar su progreso, contamos con una estrategia de empoderamiento económico que busca ofrecer financiación para sus negocios (660 millones de dólares en créditos en 2024), junto con formación (de las más de 600.000 personas que hemos educado el 60% eran mujeres), acceso a tecnologías o seguros que cuidan de su salud y la de sus familias por 1 a 3 dólares al mes”.

Además de las ayudas para fomentar su empleabilidad, también destacan las contribuciones hacia la educación de las emprendedoras y también a la de sus hijos. Las becas son parte esencial de la acción de la Fundación y ya han logrado transformar la realidad de muchos jóvenes en algunas de las regiones más empobrecidas, como Valery Johana Martinez Palacio, una joven colombiana de 17 años que, gracias a una beca ofrecida por BBVA y Bancamía puede estudiar en la universidad. Historias como la de Valery son el mejor ejemplo para honrar el lema del 8M de 2025: “Para TODAS las mujeres y niñas: Derechos. Igualdad. Empoderamiento”, un llamamiento al impulso y promoción de las nuevas generaciones.

Una oferta de valor con lentes de género

Impulsar la autonomía económica de las mujeres es un objetivo prioritario para la FMBBVA y para ello ofrece productos y servicios con un enfoque de género. Del medio millón de mujeres que atiende con crédito, más de 260.000 cuentan con productos especialmente diseñados para cubrir sus necesidades. De esta manera FMBBVA completa su oferta de valor y continúa trabajando por la igualdad de género.

Los últimos datos disponibles de la Fundación -a cierre de 2024- muestran que el 59% logra salir de la pobreza tras cinco años con las entidades de la FMBBVA . El desempeño de sus negocios también ha mostrado resultados positivos y se han creado más de 158.000 empleos, dando signos de una salud financiera que prospera y que se presenta esencial para el progreso de las mujeres en una de las regiones con mayor desigualdad de género.