
Tienda de Zara en Nueva York.
Inditex y Mango mantienen sus planes de expansión en EEUU ante el anuncio de aranceles
Las dos compañías juegan también con la ventaja de la diversificación al estar presentes en muchos otros mercados.
Más información: Inditex gana 5.866 millones en 2024, un 9% más, y dispara sus ventas hasta los 38.632 millones
El sector textil español se mantiene firme ante los aranceles impuestos por Donald Trump a medio mundo. Ni Inditex ni Mango tocarán una sóla coma de los planes de expansión que tienen previstos en EEUU, país en el que abrirán centenares de tiendas en los próximos años.
En concreto, Inditex abrirá ocho nuevos puntos de venta en 2025, y otros 13 en 2026, uno de ellos en Carolina del Norte. “Tenemos presencia en 25 estados de 50 y seguimos pensando en las oportunidades que tenemos”, dijo Óscar García Maceiras, CEO de Inditex durante su intervención en el V Foro Económico Español Wake Up, Spain!, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores.
Inditex conoce muy bien el mercado estadounidense, donde llevan desde 1989 con la apertura del primer Zara en Nueva York. Actualmente cuentan con 99 tiendas (98 de la marca Zara y una de Massimo Dutti). EEUU ya es el segundo mercado más grande del grupo (después de Europa).
En el caso de Mango, la empresa se ha marcado el objetivo de alcanzar 65 establecimientos en Estados Unidos en 2025. A finales de 2024 ya contaba con poco más de 40 locales allí. “Mango va a mantener la apuesta de abrir 20 o 25 tiendas en EEUU este año”, señalan fuentes de la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia.
La firma fundada por Isak Andic mantiene estos planes independientemente de quién esté en el Gobierno de EEUU. Y eso que su apuesta por este mercado es más reciente. Llegaron en 2022 con diez puntos de venta.
Justo ese año puso el foco en este mercado tras abandonar de forma definitiva la venta directa en Rusia por la invasión a Ucrania, después de 23 años operando en el país. Lo mismo hizo Inditex.
De hecho, este país es ahora el quinto mercado por importancia y esperan que se convierta en el tercero en 2026. “Lo nuestro es una apuesta a largo plazo”, reiteran. Y lo es porque creen que lo que venden en EEUU es moda “informal y casual” y allí “hay pocas marcas que ofrezcan esto”.
Algo que también defienden desde la Asociación Retail Textil España (ARTE). “La confianza del consumidor estadounidense respecto a las marcas de moda españolas asentadas en suelo americano es bastante sólida, lo que hace que muchas compañías del sector sigan apostando por sus planes de consolidación y crecimiento en suelo americano”, señalan.
Aunque ni Inditex ni Mango se atreven a hacer análisis precipitados sobre el impacto de los aranceles, desde la patronal avanzan que “es probable que se traduzca en un incremento de los costes de los productos españoles en el mercado estadounidense”. Y ahí, ambas compañías tendrán que jugar con el valor añadido que ofrecen a sus clientes.
Diversificación
Otra gran baza con la que juegan es la diversificación. En el caso de la compañía fundada por Amancio Ortega, están presentes en 97 mercados con 5.563 tiendas físicas y en 214 a través de su plataforma online. Algo que les permite asegurar que están “acostumbrados a regímenes arancelarios muy distintos y a que se produzcan cambios en ellos”.
En este sentido, García Maceiras destacó que esa diversificación la tienen en cuanto a las ventas, pero también en los mercados de origen porque fabrican en 50 países distintos. Por ello, creen que serán capaces de adaptarse a “esas nuevas circunstancias”. De ahí que su mensaje sea de tranquilidad y calma.

Tienda de Mango en EEUU.
Y Mango también juega con esa diversificación. Por ejemplo, Francia y Reino Unido también son mercados muy importantes para la empresa textil catalana. Especialmente el segundo, donde la firma prevé abrir este año una veintena de tiendas.
Esta diversificación también la pone en valor la patronal. “Un sector tan global y diversificado como es el de la moda siempre ha demostrado su resiliencia y capacidad de adaptación a pesar de enfrentarse a diferentes regímenes arancelarios, normativas de diferentes países, o impacto en su cadena de suministro”, indican fuentes de ARTE.
Nextil, se salva
Otra de las compañías españolas que se muestra tranquila es Nextil, la compañía española de creación de tejido de punto elástico y de confección de prendas. ¿Por qué? Por el Tratado Cafta de Libre Comercio entre Estados Unidos, países de Centroamérica y República Dominicana. Nextil tiene fábrica en Guatemala y desde ahí distribuye a EEUU, uno de sus principales mercados.
“Esto significa que [desde Guatemala] nosotros no pagamos impuestos en la importación de materia prima, cuando una vez manufacturada la vendemos a clientes estadounidenses y nuestro cliente no paga impuestos cuando importa de nosotros”, explicó el CEO, César Revenga, en una entrevista en EL ESPAÑOL-Invertia. Tampoco tiene impuestos a la exportación, con lo cual es como si estuvieran produciendo en Estados Unidos.

Fábrica de Nextil.
Además, Guatemala tiene una normativa de apoyo a este tratado que permite que las empresas guatemaltecas que se dedican, entre otras, a este tipo de manufactura textil para clientes estadounidenses, no paguen ni impuesto de sociedades ni IVA en los diez primeros años de actividad.
Esto, unido a los costes de producción de Guatemala, les da un escenario donde pueden producir con la máxima calidad y con costes menores frente a otros competidores como México y China, que sí soportan los aranceles de EEUU.
Por ello, Revenga respira tranquilo porque “el tratado Cafta para la mayoría de los países es muy estable”. De hecho, Donald Trump no lo cambió en su primer mandato porque también es una manera de frenar los flujos migratorios procedentes de estos países.