
Tienda de Poly Juguetes.
Los dueños británicos de Poly se 'libran' de comparecer ante la Justicia española por los despidos y el cierre
El pasado 18 de junio se celebró el juicio por despido improcedente de un grupo de trabajadores en nuestro país y los propietarios ingleses no acudieron.
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El concurso de acreedores de Poly no termina de cerrarse del todo. El frente judicial sigue abierto. El pasado 18 de junio se celebró el juicio por el despido improcedente de un grupo de extrabajadores que no aceptaron las condiciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de la juguetera que se declaró en quiebra hace más de un año.
El juicio levantó mucha expectación porque supondría sentar en el banquillo a Gary Grant, fundador y presidente ejecutivo de The Entertainer (empresa cabecera del grupo Teal Retail, propietaria de Poly), y Duncan Grant (su hijo). Sin embargo, los dos directivos se libraron y no acudieron a pesar de que podrían ser multados por ello.
"Se arriesgaron a no venir y finalmente el juez decidió que no tenían que testificar durante la celebración del juicio", aseguran fuentes cercanas, que hablan de que todo se ha desarrollado de forma "extraña", deliberada e, incluso, "absurda". Creen que no fueron porque sabían que no les harían declarar.
Tampoco dejaron testificar a otros testigos en la vista. Además, el juicio pasó de celebrarse en un juzgado laboral a uno mercantil, donde casualmente el juez designado fue el mismo que llevó el concurso de acreedores de Poly. El mismo que, además, designó al administrador concursal (Xavier Domènech Ortí).
Esto último es importante porque el grupo de extrabajadores también denunció al administrador concursal por no facilitar la documentación a los empleados denunciantes para cobrar a través del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa).
De ahí que la desesperanza cunda entre los exempleados. "Aún no hay una sentencia, pero está muy claro lo que pasará", señalan. Creen que todo lo que ha envuelto al juicio y los cambios de última hora del juez harán que la matriz "se vaya de rositas" y sin pagar lo que debe a los trabajadores.
Y no es por falta de caja. Antes de que el administrador concursal tomase el control de Poly en mayo de 2024, había más de medio millón, según afirman fuentes cercanas. Cifra que tras las ventas de tiendas (a Juguettos y algunos particulares) podría estar entre los 2,5 y los 3 millones de euros.
Si el fallo es contrario a las reclamaciones de los trabajadores, éstos podrán impugnar y recurrir. Sin embargo, las posibilidades de que la causa caiga en el mismo juzgado con el mismo juez son muy altas. Además, el recurso tiene un coste económico elevado, además del emocional.
Por lo que el grupo de extrabajadores no sabe qué hará. En caso de recurrir, el concurso de acreedores seguirá abierto mientras esta causa no se cierre. Y los trabajadores no podrán acceder a la documentación del Fogasa para poder cobrar parte de su indemnización.
Causas del cierre
En marzo de 2024, la matriz británica dejó de financiar a Poly por "no ser viable", algo que la abocó al concurso de acreedores. Alegó que acumulaba pérdidas de 15 millones de euros en los últimos años y que su facturación había caído un 3,8 % en el último ejercicio (2023).
La dirección de Poly llegó a buscar inversión de fondos para salvar la marca, pero desde Reino Unido no fueron ni ayudados ni escuchados.
Sin embargo, los problemas de ventas de Poly en España están más relacionados con la gestión un tanto excéntrica del propio Gary Grant. Este empresario de férreas tradiciones religiosas no permitía abrir los domingos y prohibió la venta de productos de Harry Potter, Pokémon o League of Legends. Una controvertida decisión justificada en que los niños pueden sentirse atraídos por las ciencias ocultas o la brujería.
De hecho, los extrabajadores que denunciaron cuentan con información de este tipo que demostraría que la compañía era viable sin estas controvertidas decisiones.
A principios de junio de 2024, el administrador concursal sacó a subasta las unidades productivas de la filial de la empresa británica (Teal Retail Spain) en su web.
Actualmente, Poly no existe. Juguettos compró nueve tiendas (con su mobiliario y mercancía), la propiedad de la marca y el compromiso de mantener doce puestos de trabajo. En total, pagó 221.000 euros, tal y como avanzó este periódico. Las tiendas han sido ya integradas en la red de Juguettos, pero bajo la marca de la empresa compradora.