Torres eléctricas.

Torres eléctricas. EP

Observatorio de la Energía

LA UE acelera su inversión en redes con 61.000 millones pero tropieza con el dominio chino y la escalada de precios

Bruselas lanza una hoja de ruta de inversiones anticipadas para reforzar la infraestructura eléctrica frente a la transición energética.

Más información: El Gobierno da de plazo al sector eléctrico hasta el 10 de junio para remitir la información para investigar el apagón

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Las redes eléctricas se han convertido en el talón de Aquiles de la transición energética en Europa. Aunque la Unión Europea está acelerando su inversión para sostener el imparable auge de las energías renovables, el fuerte encarecimiento de los componentes y la dependencia de China representan un obstáculo creciente.

La inversión en estas infraestructuras eléctricas se duplicará para superar los 61.000 millones de euros en 2025, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), aunque todavía muy por detrás del ritmo de expansión renovable.

En la última década, la UE ha intensificado su apuesta por la energía limpia, con inversiones que alcanzarán los 342.000 millones de euros en 2025. Gracias a este esfuerzo, las energías renovables ya cubren el 50% del consumo eléctrico europeo, mientras que el uso de combustibles fósiles se ha reducido a la mitad en sólo diez años.

Pero este rápido crecimiento ha puesto a prueba la infraestructura energética. Ejemplos como el desplome de precios de la electricidad durante las horas solares o el apagón que dejó a España sin luz el 28 de abril reflejan que las redes actuales están al límite.

"Esto genera cuellos de botella, largas esperas para conectar nuevos proyectos y dificultades para transportar electricidad barata desde el sur hacia las zonas de mayor demanda", advierte la agencia.

El problema se agrava con el fuerte aumento de costes: el precio de los componentes eléctricos se ha más que duplicado en diez años. Además, China domina el mercado, suministrando el 60% de los transformadores que importa la UE, lo que genera una dependencia que añade riesgos e incertidumbre.

A esta compleja ecuación se suma la fragmentación del mercado energético europeo, que provoca desequilibrios considerables.

En un reciente informe, la AIE pone a España como ejemplo de estos desequilibrios. Mientras en 2024 la mayoría de países europeos vio subir sus precios eléctricos, España sufrió precios cercanos a cero o incluso negativos, forzando al desperdicio de energía renovable (curtailments).

También destaca el caso de Irlanda, que desaprovechó un 11% de su producción renovable en abril por falta de capacidad para almacenar o transportar la electricidad.

Inversiones anticipadas

Para poder hacer frente al complejo reto de las infraestructuras eléctricas, la Comisión Europea acaba de lanzar unas nuevas orientaciones para impulsar las inversiones anticipadas en el desarrollo de redes eléctricas con visión de futuro.

El documento busca guiar a los Estados miembros, reguladores y operadores en todas las fases del proceso de inversión, desde la planificación hasta la toma de decisiones finales.

Actualmente, gran parte del sistema eléctrico europeo se sustenta en infraestructuras diseñadas y construidas en los años setenta y ochenta, adaptadas a los modelos de generación tradicionales de esa época.

Sin embargo, la transición hacia energías renovables y nuevas demandas tecnológicas exige una modernización urgente y una expansión significativa tanto en las redes de transmisión como en las de distribución.

Según las estimaciones de la Comisión, Europa necesitará movilizar hasta 1,2 billones de euros en inversiones hasta 2040. De esta cifra, aproximadamente 730.000 millones deberán destinarse a redes de distribución y 472.000 millones a redes de transporte.

Estos recursos serán esenciales para satisfacer la creciente demanda industrial, conectar áreas con alta generación renovable, alimentar centros de datos y desplegar infraestructuras para la carga de vehículos eléctricos, entre otros usos clave.