
El presidente de EEUU, Donald Trump, en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Reuters
Tres meses de Trump aciagos para los mercados: cae (casi) todo excepto el 'miedo' y el oro que marca máximos
El Ibex 35 y el Dax alemán son los únicos que se salvan de los descensos entre los principales índices bursátiles.
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Hace exactamente tres meses y dos días que Donald Trump juraba su cargo como presidente de Estados Unidos. Un periodo en el que los mercados financieros se han visto plenamente afectados por las políticas del republicano, especialmente por aquellas relacionadas con las relaciones comerciales. Mientras que la mayoría de activos han sufrido descensos —desde las bolsas hasta las criptodivisas— el miedo se ha disparado y el oro ha alcanzado nuevos máximos históricos.
Precisamente son los índices bursátiles de Estados Unidos los que registran algunas de las mayores bajadas. Desde el 17 de enero —la última sesión antes de que el 20 de ese mes Trump volviese a la Casa Blanca—, el S&P 500 ha perdido un 14,5%. El índice ha pasado desde los 6.000 puntos a situarse en el entorno de los 5.100. El descenso del Dow Jones es del 12,5% y el del Nasdaq Composite, un 19,7%.
El parqué neoyorquino ha caído en diez de las 13 semanas que han transcurrido desde que se inició el segundo mandato de Trump. Para Javier Molina, analista de eToro, "no hay crash, pero sí una lenta sangría. Y lo más preocupante es que ya no hace falta una mala noticia para caer, pues basta con seguir sin una buena que sea creíble".
"Puede que alguna empresa de Los siete magníficos [Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla, que están a punto de presentar sus cuentas] sorprenda con resultados. Incluso podríamos ver un mensaje más moderado desde la Reserva Federal (Fed). Pero hay una realidad incómoda que no se borra con titulares: no hay liquidez, no hay posicionamiento, no hay tolerancia al riesgo", subraya.
Las caídas bursátiles se extienden desde Tokio hasta Londres. El desplome del Nikkei roza el 11%, mientras que las bolsas chinas se ven mucho menos impactadas. De hecho, el Hang Seng, el selectivo de la Bolsa de Hong Kong, sube un 9,2%.
La mayoría de principales índices europeos sufren pérdidas, aunque en menor medida que las de Wall Street gracias a los planes de inversión en defensa del Viejo Continente y al cambio en la política fiscal de Alemania.
El Euro Stoxx 50 ha perdido un 4,1% y el Stoxx 600, un 3,2%. Las únicas excepciones son el Ibex 35 español y el Dax alemán, que suben un 8,4% y un 1,4%, respectivamente.
El doble de 'miedo'
El VIX ha reflejado los temores del mercado. El conocido como el índice del miedo, que mide la volatilidad esperada del índice S&P 500 durante los próximos 30 días, se elevó hasta superar los 60 puntos a principios de abril, tras la imposición de los aranceles "recíprocos".
Supuso casi igualar los registros del pasado agosto y, por tanto, acercarse a niveles no vistos desde marzo de 2020. O desde la crisis financiera que estalló en 2008. La tregua parcial en materia comercial de Trump ha servido para que el índice se relaje. Se encuentra ahora en torno a los 34 puntos.
"El hecho de que la guerra comercial haya detenido su escalada por el momento es una buena noticia y una fuente de tranquilidad. Al mismo tiempo, la realidad económica no refleja (todavía) verdaderamente lo que nos dicen los numerosos indicadores de confianza, que se han deteriorado con fuerza", señalan desde LBP AM. "Habrá que esperar para ver los efectos reales sobre la actividad", subrayan.
A pesar de que el miedo en los mercados haya retrocedido en los últimos días, todavía multiplica por dos el valor previo a la toma de posesión del magnate: 16 puntos.
Criptodivisas y petróleo
El miedo y la aversión al riesgo también han provocado caídas en el mercado de las criptodivisas. Desde que comenzó el segundo mandato de Trump —y a pesar de que el republicano se ha mostrado favorable a esta industria— el bitcoin ha perdido casi un 16% de su valor. El ethereum, el segundo mayor activo digital, se ha hundido un 52%.
Los precios del petróleo tampoco escapan del rojo. La bajada del Brent, que es la variante de referencia en Europa, es del 18,3%. El descenso del West Texas Intermediate, la calidad estadounidense, es del 20%.
Hay varias razones que explican la caída del crudo. "En primer lugar, las perspectivas de demanda han empeorado debido a las previsiones de una desaceleración económica mundial este año, potencialmente agravada por los efectos de la guerra comercial. En segundo lugar, por el lado de la oferta, algunos países de la OPEP+ están tentados de superar las cuotas para recuperar mercado y mejorar sus finanzas", afirman desde Lazard Frères Gestion.
De hecho, el pasado 3 de abril, ocho países del cártel acordaron aumentar su producción conjunta de petróleo 411.000 barriles diarios (b/d), acelerando así el ritmo previsto. El grupo liderado por Arabia Saudita, que incluye a Rusia, justificó esta decisión aludiendo a "sólidos indicadores de mercado y unas perspectivas positivas".
"No obstante, incluso antes del anuncio de la OPEP+ y de los ahora suspendidos 'aranceles recíprocos' propuestos por Trump, el mercado petrolero ya mostraba signos de exceso de oferta", indican desde Scope Rating.
Estos expertos consideran que "los acontecimientos recientes probablemente aumentarán significativamente ese superávit, a menos que una caída en los precios del petróleo reduzca la actividad de perforación, o que las sanciones de Estados Unidos a ciertos productores (como Venezuela o Irán) limiten la oferta".
El dólar no es refugio
Pese a las turbulencias, los inversores no han buscado refugio en el dólar. Más bien todo lo contrario: la divisa estadounidense se ha desplomado. Exactamente, lo ha hecho un 10%.
El índice dólar —que mide la evolución de la divisa estadounidense frente a las monedas de algunos de los principales socios comerciales de Estados Unidos, como el euro o el yen— ha pasado de 109,35 puntos a 98,4. Se trata de mínimos no vistos desde marzo de 2022.
"La errática estrategia comercial y la insostenible política fiscal han erosionado el excepcionalismo estadounidense y ponen en peligro la condición de refugio seguro del dólar", advierten desde Julius Baer.
En la entidad suiza creen que "si bien las autoridades podrían tomar medidas para abordar la desconfianza y calmar la debilidad del dólar impulsada por la especulación, lo que generaría cierta consolidación, es probable que el dólar estadounidense se negocie en un rango más bajo en el futuro".
Por ello, han revisado sus estimaciones y ahora creen que el euro se cambiará en torno a 1,12 dólares en tres meses y a 1,15 dólares, en doce.
Donde los inversores sí se han resguardado del chaparrón de (casi) todos los activos restantes ha sido en el oro. El metal precioso ha revalidado máximos históricos casi en cada sesión, situándose ya por encima de los 3.400 dólares. El repunte desde el 17 de enero es del 24,6%, lo que eleva el avance anual hasta el 30%.