Belén González, Yolanda Díaz y Mónica García.
Sanidad plantea que la historia clínica de los pacientes recoja las condiciones laborales por su impacto en la salud mental
El Ministerio alerta de la elevada incidencia del empleo en la salud mental y de la escasa información de la que se dispone al respecto.
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El año pasado, el Ministerio de Sanidad propuso que los determinantes sociales se incluyeran, por su importancia, dentro de la historia clínica de los pacientes, una idea que fue bien recibida por las comunidades autónomas. Ahora, el departamento ha dado un paso más en esta dirección y ha planteado que las historias clínicas incluyan, también, las condiciones laborales.
Se trata de una propuesta que el Ministerio ha incluido dentro de su informe Trabajo y Salud Mental. La iniciativa surge de la elevada incidencia que las condiciones laborales tienen sobre la salud mental y la escasa información que hay disponible al respecto cuando se aborda a los pacientes.
Con todo, algún dato hay. Según el informe sobre el efecto que tiene la precariedad laboral sobre la salud mental que el Ministerio de Trabajo elaboró con datos de 2022, 170.000 cuadros depresivos podrían haberse evitado si no hubieran sufrido inseguridad contractual, bajos ingresos o falta de control sobre el trabajo.
Así mismo, el 26% de los trastornos mentales comunes en la población con un puesto de trabajo, según este informe, pueden atribuirse a condiciones laborales adversas, como las exigencias excesivas, inseguridad o falta de apoyo.
Todo esto en un contexto en el que "las bajas por salud mental han aumentado casi un 400% desde 2018, pero no sabemos cuántas de ellas vienen del ámbito laboral", ha lamentado Belén González, comisionada de Salud Mental del Ministerio de Sanidad.
De ahí que el Ministerio quiera que las condiciones laborales formen parte de los historiales clínicos. Para ello, habrá herramientas formativas para que los médicos puedan hacer una evaluación sistemática de las condiciones laborales del paciente y una valoración de la sospecha de origen laboral del malestar.
Eso sí: la inclusión en la historia clínica de la notificación se realizará con consentimiento expreso del paciente.
![La ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.](["https:\/\/s1.elespanol.com\/2025\/06\/03\/actualidad\/1003743787395_256139688_320x180.jpg"])
Estas medidas forman parte de una hoja de ruta que Sanidad ha presentado este miércoles. En él, la ministra Mónica García ha recordado que "la Atención Primaria es uno de esos lugares donde vemos que los pacientes acuden por ansiedad, por insomnio.... Pero eso no viene de la nada: puede ser un mal jefe, un turno infinito... La consulta es un radar de las condiciones laborales".
En la cita también ha participado Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha celebrado la estrategia y ha afirmado que los problemas de salud mental vinculados a la actividad laboral deberían entrar en la categoría de enfermedades profesionales.
Sin embargo, ha admitido que esta competencia no es suya, ni de García. Es cosa del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Con todo, ha indicado que ambas empujarán en esta dirección en el seno del Gobierno.
Díaz ha informado, además, de que la mala salud mental tiene un importante impacto en la economía. Es una de las causas de que las bajas en términos generales se hayan disparado y le cuesta a la economía española 1,5 punto de PIB al año.
