“Eres rico si y sólo si el dinero que rechazas te sabe mejor que el dinero que aceptas” (Nassim Taleb)
La palabra millonario hace referencia a quien tiene una riqueza igual o superior a un millón de unidades monetarias. El término surgió en Francia y se utilizó por primera vez en Estados Unidos en 1843, tras la muerte de Pierre Lorillard, un magnate del tabaco que dejó una herencia extraordinaria. Hoy en día, el uso del término se estila para quien sobrepasa el millón de dólares.
Para mí, una persona rica en la actualidad es aquella que tiene un patrimonio de al menos diez millones de dólares excluyendo su vivienda habitual.
No obstante, me ha llamado bastante la atención el nuevo término que ha usado el banco suizo UBS en su reciente Global Wealth Report 2025, donde habla de los millonarios comunes y corrientes (los que tienen entre uno y cinco millones de dólares). Hoy repasaremos este interesante informe anual.
El total del patrimonio personal mundial volvió a aumentar en 2024. El repunte superó incluso la tasa del año anterior, acelerándose del 4,2% al 4,6%.
Pero la cifra agregada enmascara disparidades locales evidentes.
Las Américas representaron la mayor parte del aumento del patrimonio del año pasado, con una tasa de crecimiento superior al 11% en 2024, dejando muy atrás a las regiones de Asia-Pacífico (APAC) y Europa, Medio Oriente y África (EMEA), con incrementos inferiores al 3% y al 0,5% respectivamente.
En otras palabras, fuera de las Américas, el crecimiento regional del patrimonio fue prácticamente plano:

El patrimonio promedio por adulto en Norteamérica y Oceanía se sitúa en torno al medio millón de dólares. En todas las demás regiones (excepto Europa Occidental) está por debajo de los 100.000 $. Y, en tres de ellas, incluso por debajo de los 50.000 $.
El diablo está en los detalles. Si el dólar se fortalece, puede hacer que el patrimonio de EEUU parezca haber crecido en comparación con el resto del mundo, incluso si no hubo un crecimiento real subyacente. Lo contrario sucede cuando el dólar se debilita como está sucediendo en 2025.

EEUU y China continental aglutinan conjuntamente más de la mitad del patrimonio personal de la muestra del estudio. Los otros 54 países se reparten el 46% restante:

En lo que va de década, el crecimiento débil del patrimonio promedio en España, de apenas un 1,50%, contrasta con un aumento notable de más del 18% en términos de mediana. Esta divergencia indica un crecimiento más lento del patrimonio en los niveles superiores comparado con los niveles medios:

Entre los 25 países más ricos, España no destaca en términos de patrimonio medio al no haber tantas grandes fortunas como en otras naciones. La mediana elimina ese efecto y ahí sí que estamos en un puesto decente en mitad de la tabla, por delante de países como Estados Unidos o Japón:

En España, tenemos 1.200.000 millonarios:

El viejo mantra de que el 1% de la población ostenta la mitad de la riqueza mundial sigue vigente en términos aproximados:

Si aumentamos el zoom del microscopio sobre el pico de la pirámide, podemos comprobar que unas 30 personas poseen casi la cuarta parte de la riqueza total de los multimillonarios (los que tienen más de 1.000 millones de dólares de patrimonio):

Patrimonio no equivale a ingresos e ingresos no equivalen a patrimonio. El sueldo es sólo una de las vías que pueden conducir al patrimonio. Los beneficios empresariales son otro factor, junto con la tasa de ahorro y el acceso a los mercados financieros, que permiten a la gente invertir sus ahorros de forma rentable a lo largo del tiempo.
Sin embargo, otros factores que contribuyen son la accesibilidad a la propiedad inmobiliaria y el nivel de los tipos de interés, junto con el crecimiento de las valoraciones inmobiliarias (o la falta de ellas), así como el nivel impositivo y el dinamismo económico.
Como resultado, algunos países muestran niveles de patrimonio sorprendentemente altos en relación con sus salarios medios, mientras que otros se quedan por debajo de su potencial de patrimonio, a pesar de contar con ingresos comparativamente altos.
En cuanto a la composición, en un extremo del espectro, más del 80% del patrimonio personal bruto en Suecia se compone de activos financieros, mientras que los activos no financieros representan menos del 40% y la deuda constituye cerca del 20% (el patrimonio neto se obtiene al restar la deuda del total).
Por el contrario, en España, Turquía, Grecia, Portugal y Rusia, los activos financieros no llegan a suponer ni un tercio del total. ¿A quién deberíamos querer parecernos? La parte positiva es que estamos poco endeudados:

Como es lógico pensar, las personas con patrimonios superiores a cinco millones son las que obtienen más rentabilidad anual real de su patrimonio. Uno de los factores que explican esto es su mayor facilidad para acceder a asesoramiento especializado:

Es de sobra conocido que España tiene una presión fiscal elevada. Sin embargo, somos uno de los países con mayor igualdad en términos patrimoniales, lo cual debería hacer pensar a los legisladores si es necesaria tanta redistribución. A lo mejor, podríamos considerar ser más competitivos fiscalmente para atraer más capitales y talento (y a la vez reducir la fuga de los existentes) y así dinamizar con más brío nuestra economía:

Desde comienzos de siglo, se ha producido un continuo aumento del patrimonio en todas las partes del planeta. De hecho, el único rango de patrimonio que ha perdido miembros desde el año 2000 es el más bajo: el que va de cero a 10.000 dólares:

El análisis destaca el surgimiento de un segmento de patrimonio en expansión, pero frecuentemente pasado por alto: los millonarios comunes y corrientes (Everyday MILLIonaires, EMILLIs).
Este grupo heterogéneo está unido por un único factor: cada uno de sus miembros posee activos de 1 a 5 millones de dólares. La cantidad de EMILLIs en el mundo se ha cuadruplicado desde el año 2000, hasta alcanzar los 52 millones de personas:

Hoy cierro con esta célebre frase del difunto gran artista canario César Manrique: “Para mí, lo único importante ahora es el arte de vivir con armonía y paz. Todo eso de la vanidad, el orgullo, la riqueza, el concepto de poder, no sirve para nada”.