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Aunque ya ha pasado poco más de un año desde que abrió esta pastelería francesa en el centro de Madrid, y los influencers ya la han dejado de sacar en sus vídeos, Aux Merveilleux de Fred sigue llena de gente a todas horas y con largas colas de madrileños dispuestos a esperar lo que haga falta para probar su merveilleux, el dulce francés creado por Frédéric Vaucamps.

Con una exuberante lámpara de araña y pasteleros elaborando dulces tras un 'escaparate', Aux Merveilleux de Fred consigue captar todas las miradas en el esquinazo de la calle Mejía Lequerica con San Mateo del barrio de Tribunal.

A principios del año pasado, el grupo de Frédéric Vaucamps -que cuenta con 32 pastelerías por todo el mundo, en ciudades como París, Ginebra, Tokio, Londres, Bruselas, Berlín, Nueva York, Toronto, Praga o Dubai- se propuso traer esta refinada pastelería a Madrid.

Aux Merveilleux de Fred elabora las especialidades tradicionales de Flandes: los merveilleux, las cramiques y los gofres flamencos rellenos. De hecho, a los primeros les creó su propio sello. El pastelero del norte de Francia, en los años 80, reinventó en su pastelería el merveilleux. Hizo suya la receta, dándole un toque de ligereza.

En 1997, decidió bautizar su tienda de Lille con el nombre de su pastel estrella, y así nació Aux Merveilleux de Fred. "Nuestra casa rinde homenaje a las especialidades tradicionales de Flandes, entre las cuales destaca el merveilleux. Nuestros productos se fabrican de manera artesanal en cada una de nuestras tiendas, a la vista de los clientes", informan en su página web.

Mostrador de Aux Merveilleux de Fred. Aux Merveilleux de Fred

Del merveilleux hay de varios sabores y tamaños. La base de todos es de merengue y se le añade nata montada de chocolate, speculoos, café, caramelo, praliné o cerezas. Apuntan que, aunque cada dulce se hace artesanalmente en cada tienda de todo el mundo, en cada una de ellas puedes encontrar el mismo sabor en cada elaboración. Su precio es de 2,10 euros el tamaño mini, y de 4 euros el individual.

Le choux

Otro dulce galo que también ha tenido muy buena acogida en Madrid ha sido le choux à la crème, un bollito relleno de chantilly, crujiente por fuera y cremoso por dentro. Santana Choux es la pastelería de la capital dedicada exclusivamente a estos pastelitos franceses.

Annabelle Culty, la repostera francesa fundadora de Santana Choux, abrió su pastelería hace unos años en la calle Viriato del barrio de Chamberí. A finales del año pasado, abrió un puesto de Mercado en Antón Martín, para abarcar toda la demanda de madrileños interesados en este postre.

El choux à la crème es, sin duda, uno de los dulces más emblemáticos de la pastelería francesa. "El 50% de mi clientela es de Francia y me dicen siempre que es un sabor que les lleva a la infancia. Además, sorprende, porque no lleva mucha azúcar, entonces no empalaga y gusta mucho", apuntó Anna en una entrevista con Madrid Total con su característico acento francés.