El mito sobre la ITV que muchos creen en España: tu coche podría acabar fuera de circulación aunque la tengas

El mito sobre la ITV que muchos creen en España: tu coche podría acabar fuera de circulación aunque la tengas

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El mito sobre la ITV que muchos creen en España: tu coche podría acabar fuera de circulación aunque la tengas

Esta inspección no te libra de sanciones, si el coche tiene fallos puedes llegar a pagar una multa de hasta 200 euros si conduces tras una inspección desfavorable.

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Circular con un coche que, aunque con ITV en vigor, presenta defectos graves, puede acarrear sanciones económicas de hasta 500 euros, sin descuento por pronto pago, y en casos extremos, el coche puede ser inmovilizado y enviado a una estación ITV para una inspección extraordinaria.

Además, si se determina que el vehículo pone en peligro la seguridad vial, puede ser dado de baja temporal o definitiva. Del mismo modo que circular tras no haber pasado la inspección acarreará una sanción de hasta 200 euros.

Aunque, muchos conductores en España creen que, con la pegatina visible en el parabrisas, ya están libres de sanciones o revisiones, lo cierto es que esta creencia puede acabar con el coche fuera de circulación.

Imagen del proceso de inspección técnica.

Imagen del proceso de inspección técnica. Getty Imagenes

Cuando pensamos en que tenemos que pasar la ITV, a veces nos sorprende la idea de que es una garantía de que podemos circular sin preocupaciones durante un tiempo, pero esto no puede ser una afirmación más errónea.

La ITV es solo una parte de las obligaciones legales y técnicas que todo vehículo debe cumplir para estar en regla. La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte de que superar la ITV no exime al conductor de mantener el vehículo en condiciones óptimas.

Si durante una inspección aleatoria de la Guardia Civil o Policía Local se detecta que el coche presenta fallos graves o que no cumple con las normativas de emisiones, seguridad o estructura, puede ser inmovilizado, incluso aunque tenga la ITV en vigor.

Una ITV favorable certifica que el vehículo cumplía con los requisitos mínimos el día en que fue inspeccionado. Sin embargo, si después se producen averías, modificaciones no autorizadas o cambios técnicos que afectan a la seguridad o al medio ambiente, el vehículo puede ser declarado no apto para circular, incluso antes de que caduque la revisión.

Por ejemplo, sustituir los neumáticos por otros no homologados, instalar accesorios no aprobados o circular con sistemas de frenado, luces o emisiones defectuosos puede ser motivo suficiente para que el vehículo sea retirado de la vía o sancionado.

Este tipo de situaciones se detectan a menudo en controles de tráfico o durante accidentes, cuando se realiza una inspección más minuciosa del estado del coche.