J-10C

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Defensa y Espacio

La pesadilla aérea de India frente a Pakistán: un caza chino, misiles de largo alcance y un avión espía fabricado en Suecia

La inteligencia de EEUU confirma el derribo de, al menos, un caza Rafale indio, un avión fabricado en Francia de los más avanzados de su tipo.

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Lejos de resolverse, la situación en la región de Cachemira continúa sumida en un conflicto armado entre India y Pakistán que, cada día, parece más complicado de solucionar. Mientras desde La Moncloa se mantiene un perfil bajo, aun teniendo en cuenta las importantes alianzas de la industria aeronáutica militar de España con Nueva Delhi, ambos países asiáticos se disputan en el aire el dominio de la zona fronteriza con ataques diarios. Desde Islamabad se ha optado por un esquema compuesto fundamentalmente por dos aeronaves: el caza chino de bajo coste J-10CE, aderezado con misiles de largo alcance PL-15, y el avión de alerta temprana sueco Saab 2000 Erieye.

Fuentes de inteligencia estadounidense citadas por Reuters han explicado que, al menos, uno de los dos cazas oficialmente derribados por Islamabad corresponde a un Dassault Rafale de fabricación francesa. Uno de los funcionarios que cita el mismo medio ha indicado que el responsable de las bajas es el caza J-10CE, fabricado en China pero adquirido y operado por Pakistán.

El ministro de Defensa pakistaní, Khawaja Muhammad Asif, aseguró el pasado jueves que el J-10CE "fue utilizado para derribar tres aviones Rafale recientemente adquiridos por India". Sin embargo, el reporte proveniente de EEUU es el primero de un país occidental que confirma el derribo de Rafale, aunque sólo contempla una unidad derribada confirmada y no las tres que reclaman desde Pakistán.

El caza multipropósito Chengdu J-10

El caza multipropósito Chengdu J-10 PLA Omicrono

"Las comunidades de guerra aérea en China, Estados Unidos y varios países europeos estarán sumamente interesadas en intentar obtener la mayor información posible sobre tácticas, técnicas, procedimientos, el equipo utilizado, qué funcionó y qué no", afirmó Douglas Barrie, investigador principal de temática aeroespacial militar del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

La guerra aérea librada por India y Pakistán está sirviendo a los analistas de las fuerzas armadas de medio mundo como un gran escenario de evaluación y prueba de las diferentes plataformas participantes. Especial atención están recibiendo los cazas, ya que es prácticamente imposible compararlos sobre el papel, así como el entrenamiento de las tripulaciones de uno y otro bando, una de las principales claves para conocer de forma pormenorizada lo avanzada que está una fuerza aérea.

La pesadilla de India

La operativa de una fuerza aérea avanzada, como puede ser la pakistaní, basa su estrategia en tres pilares fundamentales: detección de la amenaza u objetivo, lanzamiento de munición aire-aire por parte de cazas y, por último, el guiado de estos misiles hacia el objetivo final, que en casi todas las ocasiones está en movimiento.

La primera fase, correspondiente con la detección, identificación y monitorización inicial de los objetivos se lleva a cabo, en muchas ocasiones, empleando radares situados en la superficie —sea en tierra o en mar— con la finalidad de obtener un mapa de potenciales amenazas junto a sus movimientos en la región aérea analizada.

El caza Chengdu J-10 en acción

Mientras todo eso ocurre, los radares en la superficie comienzan a enviar los primeros objetivos detectados a los cazas, que se encuentran volando a una distancia prudencial del enemigo para no revelar su posición y salvaguardar avión y tripulante. En el momento en que se decide la amenaza a interceptar, el piloto pulsa el botón rojo de despliegue del misil que se dirige a la zona designada por el radar en la que ha detectado al rival.

De este trabajo se encargan los J-10CE equipados con los misiles PL-15, una de las municiones más avanzadas de las diseñadas por las fuerzas militares comandadas por Xi Jinping. Se trata de un sistema de largo alcance que permite a los pilotos de los cazas ejecutar misiones a una distancia segura y con precisión.

El segundo soporte en el aire de la estrategia de interceptación pasa por los aviones de alerta temprana. Pakistán cuenta en la actualidad con dos modelos, uno de origen chino y otro sueco. Este último modelo, correspondiente con el Saab 2000 Erieye, es el más avanzado de cuantos opera en la actualidad y, según los analistas, el responsable de la última fase de la estrategia de interceptación de amenazas aéreas.

El Erieye es un avión con un rol de AEW&C, traducido en castellano como Alerta Temprana y Control Aerotransportado, que incorpora un radar avanzado en una superestructura sobre el fuselaje. Estos aviones están diseñados para volar a cierta altitud mientras emplean su sensor para detectar, de forma más precisa y más cercana que los radares de superficie, la posición de las amenazas aéreas.

Saab 2000 AEW

Saab 2000 AEW Wikimedia

Además, los aviones AEW&C equipan un sistema de enlace de datos, como el Link 16 que usa España y el resto de la OTAN, que proporciona información muy precisa directamente al misil para dirigirse a su objetivo. Este escenario se aplica cuando el piloto lanza el misil sin tener contacto visual directo con la aeronave enemiga, por lo que no puede fijar la amenaza en su sistema de armas de a bordo y confía directamente en el radar del AEW&C. Esta estrategia ha sido convenientemente anunciada por China Space News, un medio apoyado por las agencias aeronáuticas del país oriental, con el objetivo de dar a conocer las capacidades de los materiales chinos y, al mismo tiempo, poner en evidencia las carencias de los indios y occidentales.

Más allá de las características de cada plataforma, uno de los puntos más importantes de cualquier guerra —todavía más si se trata del dominio aéreo— es el entrenamiento del personal encargado de manejar las aeronaves. Si bien Pakistán ha ido incrementando progresivamente la instrucción de sus pilotos, todavía se encuentran lejos del dominio que pueden tener las tripulaciones de países como Francia, de donde es originario el Rafale, que participan en misiones y maniobras con las mejores fuerzas aéreas del mundo con mucha frecuencia.

Binomio aéreo

Por especificaciones, el J-10CE (se trata del modelo de exportación de la versión J-10C) se encuadra dentro de los cazas multipropósito de 4,5 generación, la misma que el Rafale. Se trata de un desarrollo realizado por China en los años 80 con el objetivo de batir al por aquel entonces todopoderoso F-16 estadounidense.

El apartado en el que destaca este caza multipropósito es el arsenal que consigue integrar en su fuselaje. Su arma principal de superioridad aérea es un cañón Gryazev-Shipunov GSh-23, al que se unen 11 anclajes para distintos tipos de misiles y bombas, con una capacidad de hasta 5.600 kg. Entre ellos el PL-15, uno de los más avanzados de cuantos fabrica China, que permite un radio de acción por encima de los 200 km según datos oficiales.

Dos Saab 2000 AEW

Dos Saab 2000 AEW Saab

En cuanto al Saab, "proporciona alerta temprana y control aerotransportado, así como el rendimiento rápido necesario para tomar las decisiones correctas a tiempo", recalcan desde la compañía sueca. "Un auténtico multiplicador de fuerza que facilitará la optimización de los recursos disponibles".

"En una operación en curso, cada segundo es vital para obtener superioridad de información", afirman. "Las decisiones y acciones basadas en información en tiempo real son cruciales y exigen sistemas que ofrezcan un alto nivel de conocimiento de la situación a largo plazo".

El radar del Saab 2000 Erieye se basa en la tecnología AESA, una de las mejores y más modernas, que permite modificar convenientemente el pulso para adaptarse a cualquier misión, desde escudriñar grandes áreas a concentrar esfuerzos en regiones más pequeñas donde ya se conoce la presencia de amenazas.