Juan José Ruiz Cerezo, fallecido en el accidente laboral ocurrido en la fábrica de armamento alemana Rheinmetall Expal Munitions, situada en la pedanía murciana de Javalí Viejo.

Juan José Ruiz Cerezo, fallecido en el accidente laboral ocurrido en la fábrica de armamento alemana Rheinmetall Expal Munitions, situada en la pedanía murciana de Javalí Viejo. Cedida

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Juan José, el empleado muerto en la deflagración de la fábrica de munición de Murcia: "Era un zagal inteligente, lo tenía todo"

EL ESPAÑOL entrevista a José, el padre del fallecido en Rheinmetall Expal Munitions: "Mi mujer y yo estamos muertos en vida". La Policía aún no ha cerrado la investigación de este siniestro laboral que afectó a 6 empleados.

Más información: Rheinmetall "obligó a trabajar" a los empleados del siguiente turno tras la explosión en su fábrica de Javalí Viejo

Javalí Nuevo
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La casa de José y Fuensanta se ha convertido en un valle de lágrimas desde el 30 de enero, cuando su querido hijo, Juan José Ruiz Cerezo, acabó con "el 70% de su cuerpo quemado", a raíz de una deflagración en la antigua fábrica de la pólvora de Javalí Viejo que lo envió directo al Hospital Virgen de la Arrixaca. Allí peleó por su vida sin éxito después de ser sometido a "injertos de piel", según explica su padre, José: "Durante doce días estuvo ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos". "Cuando entrábamos a verlo a la habitación se nos partía el alma".

"Cada día que fuimos a La Arrixaca a ver a mi hijo era un mazazo, un machaque diario, hasta que nos dijeron que no se podía salvar". "Le practicaron un TAC y el cerebro lo tenía tan inflamado que estaba en muerte cerebral. Ese fue el último palo que nos dieron", tal y como lamenta José mientras accede a atender en exclusiva a EL ESPAÑOL, para dedicarle un homenaje a título póstumo a Juan, al que se refiere como su "zagal" en varios momentos de la entrevista, haciendo suya una expresión típica de la huerta murciana para referirse con cariño a un hijo o a un niño.

"Mi zagal era una persona formal en todo. Era bueno con sus amigos, con la familia y con la gente en general. Era inteligente, educado y honrado. Lo tenía todo. Nunca tuvimos ningún problema con Juan desde que era un niño", según cuenta José, desolado a sus 67 años, al igual que su esposa, Fuensanta, de 66 años, incapaz de articular palabra porque ningún padre ni ninguna madre tendría que vivir el entierro de un hijo. Eso va en contra del ciclo natural de la vida. "Era el único hijo que teníamos".

José solo es capaz de esbozar una leve sonrisa, cuando habla de las aficiones que tenía su "zagal": el bueno de Juan, enterrado con solo 42 años, tras convertirse en la víctima mortal de un accidente laboral terrible porque afectó a otros cinco compañeros de trabajo en la fábrica de armamento alemana Rheinmetall Expal Munitions, conocida popularmente como la antigua fábrica de la pólvora de Javalí Viejo.

A la izquierda, la entrada principal a la fábrica de Rheinmetall Expal Munitions, situada en la pedanía murciana de Javalí Viejo, y a la derecha, una foto de los restos del incendio producido por la deflagración el pasado 30 de enero.

A la izquierda, la entrada principal a la fábrica de Rheinmetall Expal Munitions, situada en la pedanía murciana de Javalí Viejo, y a la derecha, una foto de los restos del incendio producido por la deflagración el pasado 30 de enero. J. I. M. / Bomberos Murcia

"A Juan le gustaban las carreras de Fórmula 1 y de Moto GP, pero no le llamaba la atención el fútbol". La afición por "el mundo de la automoción" era compartida por padre e hijo, como así lo atestiguan el BMW M4 y el BMW M3 que conducían respectivamente: "Pondré a la venta su coche porque cada vez que lo veo me acuerdo de mi zagal". "No puedo ver sus fotos ni nada suyo porque lloro. Esto me reconcome por dentro".

Este siniestro laboral no solo se ha cobrado la vida de un trabajador, también ha causado una herida incurable para un padre y una madre que solo pueden aferrarse a los recuerdos de su "único hijo" que no tuvo tiempo de darles un nieto. "En Navidad, vestía por todo lo alto la casa que compartía con su novia en la playa de Los Narejos, colocando luces de arriba abajo. En Halloween, también lo decoraba todo y se disfrazaba de personajes de cine, como Michael Myers, con su máscara, el cuchillo y hasta el último detalle. La gente paraba a Juan por la calle para pedirle fotos".

José, este viernes, fregando su garaje en Javalí Nuevo.

José, este viernes, fregando su garaje en Javalí Nuevo. Badía

En su entierro, celebrado el 13 de febrero, no cabía un solo alfiler ni en la iglesia ni en el Tanatorio de San Roque en Alcantarilla. "Todos los compañeros de trabajo querían a Juan y lloraban por lo que le había pasado", subraya agradecido este pensionista, haciendo un receso en las tareas de limpieza del garaje de su casa en Javalí Nuevo que está a solo 4 kilómetros de la fábrica donde murió su hijo. "La gente apreciaba mucho a Juan", insiste, mocho en mano, mientras su pareja de gatos no para de juguetear, contemplada por las fotos que hay colgadas en la pared de un desfiante Clint Eastwood, en su etapa de actor de westerns que han pasado a la historia del cine -como 'Sin perdón'-.

Nadie podrá olvidar el compañerismo, la amistad y los valores que Juan José Ruiz Cerezo derrochaba desde su adolescencia, cuando cursaba sus estudios en el IES Sanje de Alcantarilla donde empezó estudiando electrónica y acabó sacándose una titulación de FP como electricista, antes de acreditarse como vigilante jurado. "Era una persona muy trabajadora". Prueba de ello es que desarrolló buena parte de su carrera laboral en una empresa del sector del aluminio, como su padre.

- ¿Cómo acabó trabajando su hijo en la fábrica de armamento Rheinmetall Expal Munitions?

- José: Mi hijo no quería seguir en el sector del aluminio. No tenía ganas. En la antigua fábrica de la pólvora entró a trabajar porque entregó un currículum y lo llamaron. Estuvo enlazando contratos temporales, pero ya llevaba más de ocho años allí. Estuvo destinado en varios sitios. Creo que estuvo manipulando cosas porque me contaba que tenía que andar con una mascarilla para los olores del fósforo y venía con dolores de cabeza y también le afectaba a la tensión.

Le dijimos varias veces que se saliera porque venía con molestias en la cabeza por el tema de los olores de la nitroglicerina y todas esas cosas. Nosotros le decíamos a mi hijo que se lo dejara porque lo primero era la salud antes que seguir allí.

- ¿Qué sabe del accidente laboral ocurrido el 30 enero que afectó a seis empleados y le costó la vida a su hijo?

- Lo que sé es que después de tomar un café, Juan y sus compañeros fueron a la zona de cargas donde creo que hay un tolva, máquinas y manejan pólvora. Lo que me han contado es que al enchufar una máquina, saltó una chispa, y entonces, cada uno salió corriendo para un lado, pero el que acabó peor parado fue mi zagal. Las quemaduras fueron muy fuertes. Todavía no sabemos qué ha pasado.

Este pensionista no dedica una sola crítica contra Rheinmetall Expal Munitions porque aguarda a ser informado sobre las causas del accidente laboral que le costó la vida a su hijo. José tan solo tiene la certeza de que Juan no tuvo la culpa de nada y lo acredita mostrando al periodista un mensaje que le envió un empleado de esta multinacional que se dedica a fabricar munición y explosivos: "Lo siento mucho José, de verdad. Juanjo siempre ha sido mi amigo y mi compañero. Están investigando lo sucedido. Tu hijo era un ejemplo y el trabajo siempre lo ha ejecutado correctamente. Era un ejemplo para todos".

El difunto Juan José Ruiz Cerezo, en dos portaretratos colocados en una mesita en la entrada de la casa de sus padres en Javalí Nuevo.

El difunto Juan José Ruiz Cerezo, en dos portaretratos colocados en una mesita en la entrada de la casa de sus padres en Javalí Nuevo. Badía

El portavoz de la Jefatura de Policía Nacional en Murcia, el subinspector Diego Seral, informa a este diario de que "la investigación sigue abierta en estos momentos, por lo que no se puede aportar en esta fase ningún tipo de información adicional sobre las causas del siniestro".

El Grupo de Homicidios y la Policía Científica tratan de esclarecer qué fue lo que provocó una deflagración en una zona auxiliar con depósitos de Rheinmetall Expal Munitions, causando un traumatismo craneoencefálico, contusiones y quemaduras a seis empleados de entre 30 y 52 años, que acabaron hospitalizados de urgencia. "Policía Nacional e Inspección de Trabajo, de forma conjunta y coordinada, trabajan para dilucidar las responsabilidades penales o administrativas que se puedan derivar, en el caso de que existan", según advierte el subinspector Seral.

Este siniestro laboral se produjo el jueves 30 de enero, a las 16.22 horas, movilizando también a los bomberos porque esa zona auxiliar de la compañía está próxima a fincas de huerta y pinares. La deflagración fue tan grande que provocó un incendio en 3.000 metros cuadrados de terrenos colindantes. Así lo corrobora esta versión de los hechos que circula entre los empleados de la compañía: "Tras el descanso para tomar café, tenían que meter un cargamento de pólvora. A Juan José le tocaba abrir la compuerta de la máquina y salió una bola de fuego. Era como un soplete gigante y Juan José se quemó todo el cuerpo".

Varios agentes investigan este jueves la explosión producida en Javalí Viejo (Murcia)

Varios agentes investigan este jueves la explosión producida en Javalí Viejo (Murcia) EFE/Marcial Guillén

Ni Juan José ni nadie que se gane la vida de forma honrada, debería de perder la vida en su puesto de trabajo, pero la siniestrabilidad laboral ha crecido en España un 10% durante el pasado año. Los datos del Ministerio de Trabajo reflejan que 796 personas murieron en un accidente laboral en 2024: 75 más que en 2023. Los familiares de estas personas no pueden vivir su duelo porque se ven inmersos en investigaciones judiciales, en procesos sancionadores de la Inspección de Trabajo, tienen que lidiar con las compañías de seguros, realizar trámites burocráticos...

"Ellos no se dan prisa porque a ellos no les duele, ellos no han perdido a un hijo", reflexiona José, sobrepasado por la falta de información y los trámites que debe realizar. Este pensionista, tan honrado como sincero, también se muestra abatido porque la pérdida de Juan José ha roto la bonita relación sentimental que mantenía "desde hace nueve años" con Cristina: "una pedagoga" de una residencia para personas con discapacidad intelectual en Santiago de la Ribera. "Convivían en una casa en Los Narejos". Allí, a la vera del Mar Menor: "Eran muy felices".

Prueba de ello es este post en Facebook que Cristina le dedicó a Juan José por el día de los enamorados: "Eres y serás lo mejor de mi vida. Feliz San Valentín al cielo". Este terrible accidente laboral no es el primero que se produce en la sede que la multinacional alemana tiene en Javalí Viejo, ya que el 25 de enero de 2024, otros dos trabajadores resultaron heridos graves con quemaduras, a raíz de un incidente con disolventes en esta fábrica de armamento que obtuvo un beneficio neto de 110 millones de euros solo durante el primer semestre del pasado año.

- ¿Cómo gestiona una familia una pérdida tan dura e injusta?

- José: Todos los días son el mismo castigo. Mi mujer y yo estamos muertos en vida.