
Una estudiante. Sevilla
Colas, nervios y salas sin una silla libre: las bibliotecas de Sevilla, a reventar antes de la Selectividad y los exámenes
Alba Mateos, estudiante de Periodismo, señala que, aunque no todas las facultades están igual, la biblioteca de Derecho y el Crai de Reina Mercedes "siempre están llenas".
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Las bibliotecas de Sevilla viven actualmente su momento culmen. Pasada la Feria de Abril, las universidades sevillanas comienzan a recibir a más estudiantes de lo normal por una simple razón: los exámenes finales están a la vuelta de la esquina. No obstante, siempre pasa lo mismo. Los sitios se acaban, los jóvenes discuten sobre el folio que guarda el asiento y las bibliotecas colapsan.
Aunque no todas las salas están constantemente repletas de gente, hay dos que destacan por "estar de moda y tener mejor ambiente", según señala Alba Mateos, estudiante de Periodismo. El conocido como búnker de Derecho y el Crai Antonio de Ulloa -en Reina Mercedes- son los dos centros favoritos para los universitarios.
En cambio, otras facultades como la de Comunicación o la de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería -ETSI- "tienen hueco siempre". La razón de esto es que ambas universidades se encuentran en La Cartuja, por lo que muchos jóvenes "prefieren ir a bibliotecas más céntricas, con bares alrededor y en las que haya más gente".
Al de Derecho y Reina Mercedes se les une el llamado búnker de Matemáticas. En esta sala, tal y como sostiene Manuel Marín, estudiante de Fisioterapia, “es muy complicado coger sitio, sobre todo en la que hay que estar en silencio”. Además, denuncia que “en muchas ocasiones hay varios folios esparcidos por las mesas para guardar varios sitios y solo una persona estudiando”.
En paralelo, este universitario mantiene que “es algo que se está tomando como costumbre”. “La gente se va a sus casas a comer y deja los apuntes allí. Desde que los estudiantes se van hasta que vuelven pueden pasar unas dos horas”. No obstante, Alba Sáenz, estudiante de Biología, discrepa.
Madrugar para coger sitio
“En el búnker de Matemáticas la gente no suele coger sitio, simplemente se amontonan en las mesas y ya”. Lo mismo opina José Antonio Viejo, quien cursa un doble grado de Diseño Industrial e Ingeniería Mecánica. Este universitario añade al testimonio de Alba que “la biblioteca de Matemáticas está sobrevalorada porque el mobiliario está roto y la gente come dentro”.
Rocío Guillén, estudiante de Derecho, es una de las afectadas por la fama de su facultad. La misma destaca que “por las mañanas es un auténtico cachondeo”. Y es que “la gente hace cola desde las 07,30 horas en la puerta de la biblioteca a pesar de que no se puede entrar hasta las 08,00 horas”. Una vez que la sala abre, “los estudiantes empiezan a correr para coger una mesa”.
En paralelo, Rocío cuenta que "quienes quieren estudiar en la facultad de Derecho y no han encontrado sitio están al ataque". Y es que aquellos que no han conseguido sentarse "esperan en la puerta a que alguien salga".
Asimismo, destaca que, después de haber salido a descansar, se ha "encontrado los apuntes que había dejado en la mesa en otro lugar y a alguien sentado" en su sitio. El hecho de mover los apuntes o dejar un folio en la mesa para guardar sitios es algo que genera un gran debate entre el alumnado.
Universitarios, opositores y de bachillerato
En redes sociales, uno de los lugares favoritos de los más jóvenes para expresarse, hay una amalgama de opiniones al respecto. Por un lado, están quienes piensan como el TikToker Manu Rivas y defiende que "todo el mundo ha reservado un sitio alguna vez". Pero también quienes afirman que no es justo.
Los universitarios no son los únicos que invanden las bibliotecas, sino que también lo hacen otro tipo de estudiantes como los que se presentan la próxima semana a Selectividad o los opositores.
Marta Ibáñez, también estudiante de Derecho, señala que "hay opositores que parece que tienen su sitio cogido y se sientan en el mismo todo el año". La presencia de los de bachillerato en las salas de las universidad es algo que indigna a los que se preparan los exámenes finales.
"En época de exámenes, las bibliotecas están llenas de normal, pero, además, el hecho de que haya niños de segundo de bachillerato lo empeora", señala José Antonio. Este estudiante destaca que "los jóvenes que se preparan la Selectividad se pasan más tiempo en los descansos que enfrente de los apuntes".
Sin embargo, desde la Universidad de Sevilla señalan que "en algunas salas, en horas de mayor afluencia de gente, cuando hay problemas para conseguir sitio, se pide el carnet universitario".