Eduardo Beut, la semana pasada en Les Corts. Jorge Gil / Europa Press

Eduardo Beut, la semana pasada en Les Corts. Jorge Gil / Europa Press

Valencia

La Fiscalía Anticorrupción y la Agencia Antifraude cortan la relación: ni nuevas periciales en causas ni interlocución

Un juzgado tuvo que dirigirse a la entidad que ahora dirige Eduardo Beut para que facilitaran las ratificaciones de informes por parte de exempleados y su acceso a expedientes.

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El director de la Agencia Antifraude desde julio, Eduardo Beut, comparecía la pasada semana en Les Corts para presentar la Memoria de 2024 y dejaba un dato relevante.

"¿Cuántos informes ha solicitado la Fiscalía Anticorrupción a la entidad desde su llegada a la dirección?", le preguntaron los medios. "Ninguno", respondió. A continuación, le cuestionaron por cómo interpretaba este hecho y contestó que habría que preguntarle a la Fiscalía y que la intención de colaborar con la justicia no había desaparecido. 

Beut dijo, efectivamente, la verdad. Anticorrupción no le ha solicitado ninguna pericial porque la interlocución es prácticamente -por no decir totalmente- inexistente. La realidad durante estos meses, según ha podido saber este periódico, es que ha habido más desencuentros que encuentros. 

La solicitud de informes por parte de la Fiscalía a una entidad como Antifraude suele basarse en una relación de confianza entre las dos partes. Como es lógico, Anticorrupción se tiene que asegurar de que aquello que pida va a ser atendido en una relación de colaboración. 

Así ocurrió durante la etapa anterior, en la que Joan Llinares estaba al frente. Pero este trabajo que la Agencia ha ofrecido nunca ha agradado a determinados partidos políticos. La labor general de la entidad directamente no ha gustado a ninguno porque las investigaciones les afectaban a todos.

Sin esa buena predisposición no parece sencillo que lleguen los encargos por parte de la Fiscalía. Que es lo que está pasando. 

A ello se suma que, por el momento, Antifraude tampoco ha remitido expedientes de investigaciones. Algo que también solía ocurrir antes si veía indicios de delito en los hechos en los que indagaba. La Fiscalía llegó a abrir de esta manera algunas investigaciones o a descartar otras.

Periciales de Azud

Si en algo han interlocutado ambas partes en los últimos meses -y no precisamente para bien- ha sido para la ratificación en el juzgado de las periciales de diversas causas.

Una de ellas la del caso Azud, que indaga en una presunta trama de cobro de mordidas a cambio de adjudicaciones públicas de diversos proyectos, mayoritariamente urbanísticos, en varias administraciones durante 15 años (entre 1999 y 2013). Políticos del PP y del PSPV, además de empresarios, habrían participado en ella. 

Según algunas fuentes, Antifraude puso ciertos impedimentos para la declaración de los encargados de las periciales. El motivo es que ya no forman parte de la Agencia, donde ha habido un total de ocho salidas y dos despidos desde que entró Beut

Un caso de más problemas que facilidades fue, por ejemplo, el de Gustavo Segura, exdirector de Investigación de la entidad. 

El juzgado tuvo que comunicar que, aunque ni él ni otro exmiembro de la Agencia fueran personal de Antifraude, tenían que comparecer para ratificar las periciales y se les debía dar acceso a los expedientes relacionados con ellas. Finalmente, así sucedió. 

Antifraude ha llegado a realizar un total de cuatro periciales para el caso Azud, además de otras para el caso Taula o el caso Erial, que acabó con el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana condenado. 

Es algo que se recoge en su propia ley: ser "un órgano de apoyo y colaboración con la autoridad judicial y el ministerio fiscal cuando sea requerida".