
Traian José en Casa Mediterráneo durante la presentación del documental 'Camigrants'.
Traian huyó de Venezuela con 11 años y rehace su vida en Benidorm: "El racismo está arraigado en Alicante"
El venezolano, de 20 años, dejó su país tras el asesinato de su hermano y trabaja como camarero en un bar de la turística ciudad, donde por fin ha encontrado su hogar.
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Traian José tuvo que presenciar el asesinato de su hermano con tan solo 11 años en la ciudad venezolana de Cumaná. Para huir de la espiral de violencia de su país, viajó solo a España en busca de una nueva vida, un camino que le ha llevado a encontrar en Benidorm su hogar.
Su historia ha dado el salto a la pantalla y es uno de los testimonios del documental sobre menores migrantes Camigrants, presentado el pasado miércoles en Casa Mediterráneo.
A diferencia de las otras cuatro historias que recoge el documental, Traian no vino de África ni en patera, sino que representa otro perfil de migrante, el del sudamericano que busca en Alicante dejar atrás la delincuencia y la complicada situación socioeconómica de su país.
Traian tiene hoy 20 años, pero aún recuerda con dolor el detonante que le llevaría a la provincia, el asesinato de su hermano mayor en su barrio.
"Era una zona muy complicada en su momento, y cuando pasó eso con mi hermano, mi abuela me dijo que fuera a España para evitar que me pasara lo mismo a mí", relata.
Llegada Alicante
"Primero vine a Málaga con mi tía porque la situación estaba muy mal", señala. No sería hasta cinco años después, cuando tenía 16, cuando llegó a Alicante.
El joven confiesa que se escapó de Málaga para trasladarse, otra vez solo, hasta la provincia, donde tenía otro familiar en el municipio de Villajoyosa.
Sin embargo, su vida volvió a complicarse al poco tiempo. Al llegar dejó el instituto y acabó en un centro de menores porque su familiar no podía hacerse cargo de él.
Fue un año largo, en el que pasó por varios centros tras haberse escapado en más de una ocasión. Finalmente, consiguió reconducir su vida y encontró en Benidorm un hogar donde desarrollarse plenamente.
Racismo
Entre idas y venidas, lleva ya dos años trabajando como camarero en un bar de Benidorm. "Uno de los más famosos y la tapería más antigua de la ciudad", precisa con orgullo.
"Ahora veo la luz. Soy independiente, no dependo de un centro de menores ni de mi familia, y eso me ha hecho madurar mucho", reflexiona el venezolano.
Sin embargo, no ha podido escapar de la discriminación y el racismo, algo que cree que "está arraigado en la mentalidad de la gente en Alicante".
"Te ven con el pelo rizado y morenito y piensan que les vas a robar. Sobre todo aquí, que hay mucha gente mayor y turistas", señala.
"El primer episodio de racismo fue cuando una señora me dijo que no me acercara a ella. Le pregunté por qué, si estaba trabajando, y me contestó que la estaba incomodando", recuerda.
Pese a todo, le gusta su trabajo, especialmente por la posibilidad de conocer a gente nueva. "Haces amistades con los clientes y turistas. Incluso he viajado a sus países porque me han invitado a sus casas", cuenta.
"He podido viajar a Dinamarca, Hungría y Suiza. También me he hecho amigo de algunos clientes y salimos de fiesta. Benidorm es la ciudad de la fiesta", destaca.
A raíz de su experiencia y del documental, le gustaría formarse para ayudar a otras personas que estén atravesando situaciones similares a las que él vivió.
"He pensado en sacarme el título de Integración Social para ayudar tanto a niños migrantes como a cualquier persona que tenga un problema. Quiero intentar ayudar", concluye.