Dicen que las mejores cosas son aquellas que no se planean. Por esta regla, el negocio de Carles y Zakaria apunta a ser un gran éxito. Los dos jóvenes reabrieron hace casi dos meses un bar que llevaba más de medio año cerrado en el barrio del Actur en Zaragoza. “Fue un poco sin pensarlo, dijimos, va, lo abrimos y ya está”, cuenta uno de los socios al buscar los motivos.
Se trata de la taberna Telegraph Railway, que nació con la Expo del Agua 2008 en el Actur, en la calle Concepción Sainz de Otero. Durante estos 17 años, ha ido cambiando de propietarios hasta que en agosto de 2024 cerró dejando huérfanos a sus clientes habituales.
Sin embargo, varios meses después, Carles y Zakaria, dos jóvenes de 25 y 27 años, se aventuraron a abrir de nuevo el establecimiento. Así pues, el pasado 8 de marzo celebraron la inauguración y desde entonces llevan “sin parar” todas las semanas de lunes a domingo.
“El antiguo propietario era amigo de Zaka y nos lo ofreció directamente”, afirma Carles. Sin pensarlo mucho más, decidieron aventurarse. “Hay que emprender y hay que hacer cosas diferentes, aunque sean pequeñas cosas”, justifica el catalán con humor.
Fachada de la taberna en el Actur.
“Yo me dedico a otras cosas, mi socio trabajaba en la Terraza Libertad y él sí que tiene más experiencia, lleva 11 años en la hostelería. Además, ya conocía el barrio”, añade.
De cualquier modo, los caminos les han llevado hasta esas sillas color madera, algunas altas y otras bajas, para conseguir atraer de nuevo a los vecinos de la zona a una taberna con aires irlandeses. “Estamos muy contentos. La gente de aquí ha reaccionado muy bien. El público es el que queríamos, es más mayor”, apunta uno de los socios que reconoce que la música es un pop-rock ochentero.
Carles y Zakaria han apostado por mantener la esencia del local, con pequeñas novedades propias: “Hemos subido las luces para dedicarlo más a desayunos, antes no abría, era sobre todo para tardes, noches y copeo. Nosotros queremos que sirva como cafetería y damos también todos los partidos de fútbol, incluida la liga turca, en seis pantallas”.
Además, el joven emprendedor señala que hay gente que se ha alegrado mucho de esta reapertura: “Hay muchas personas ancladas al pasado de aquí que siempre venían al Telegraph y ahora ven que por fin ha vuelto a abrir”.
Interior de Telegraph Railway.
Una oferta variada
En cuanto a su oferta, en el nuevo Telegraph es posible encontrar prácticamente de todo. Aunque, las cervezas de importación y con tiradores fríos son su especialidad.
Aun así, Carles defiende que no quieren encasillarse: “Ahora mismo no nos queremos definir en nada, queremos intentar tocar todos los nichos y darnos a conocer. Ser la cafetería de confianza, pero también la tapería, taberna y coctelería. Poco a poco ir marcándonos el camino y de cara a agosto o septiembre, hemos pensado cerrar unos días y quizá, tirar más por algo”.
En su interior se respira la esencia de un pub irlandés.
En el local cuentan con desayunos como minis con café o con refresco, pinchos de tortillas, tapas, pasteles, brownies, raciones, tablas de quesos, de jamón, pizzas o nachos. En definitiva, una gran variedad de opciones para cubrir las necesidades de cada cliente en cada momento.
Y es que también hay que destacar que Telegraph abre todo el día, excepto el rato del mediodía. De lunes a jueves abre de 7.00 a 14.00 y de 17.00 a 23.00. El viernes no cierra al mediodía y abre hasta las 2.00 de la madrugada. Por su parte, los fines de semana el horario de apertura al público es desde las 17.00 a las 2.00 el sábado y a las 23.00 el domingo.