
Jesús Calleja en la presentación de la primera temporada de 'Volando voy, volando vengo'.
Jesús Calleja reivindica la España rural en 'Volando voy, volando vengo': "Este país lo ha sostenido la gente de pueblo"
BLUPER entrevista al aventurero, que regresa al prime time de Telecinco este jueves, 26 de junio, con un nuevo formato.
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Jesús Calleja retoma el vuelo en Telecinco con un nuevo proyecto: Volando voy, volando vengo. Este jueves, 26 de junio, en el prime time del primer canal de Mediaset, se estrena esta apuesta que busca mantener la esencia del formato original de Cuatro.
Eso sí, este espacio tiene un objetivo más claro y ambicioso: transformar las realidades de los lugares visitados y mejorar la vida de quienes más lo necesitan, incluso de todos sus habitantes.
Esto se ve ya con el primer cambio: el helicóptero. El Robinson R44 queda atrás para dar paso al Airbus AS350 B3. Además de ser más potente y seguro, y de su mejora visual, su evolución técnica ha dado lugar a momentos emocionantes en el programa, donde Calleja ha volado con seis personas a bordo.
El primer episodio está situado en Sot de Chera, un municipio situado en el norte de la provincia de Valencia, rodeado de hermosas montañas, una flora y fauna únicas y unos ríos y piscinas naturales. Este lugar quedó devastado por la DANA del pasado 29 de octubre de 2024, que se llevó la vida de dos ciudadanos del pueblo, padre e hijo.
Justo en este capítulo, se ve la empatía de Calleja hacia la villa y los principales afectados por la catástrofe. “Soy un chico de pueblo. Hubiera podido tener una casa nueva o vivir en otro sitio, pero quise vivir donde yo me crie e hice una reforma completa. El ser de pueblo, me da una especie de honestidad”, declara Calleja en un encuentro con la prensa, en el que estuvo presente BLUPER.

Jesús Calleja en el nuevo helicóptero de 'Volando voy, volando vengo' en la presentación del programa. Mediaset
“Conozco bien el mundo rural. Al sentirme tan integrado en el ambiente, conozco los códigos y el lenguaje. Además, aplicó algo que creo que todos tenemos: la empatía. Cuando hablo con alguien, no lo hago como periodista. Primero, porque no lo soy y, segundo, porque lo hago desde otro ángulo. Para mí, sería como ver a un vecino. Es distinto”, explica.
Tras estar en Sot de Chera, Calleja ha visitado distintos lugares en esta primera temporada de 8 episodios. El público podrá ver más a fondo la Albufera de Valencia, la Sierra de la Demanda en Burgos, Horcajuelo de la Sierra en Madrid, Condejo de Llanera en Asturias u O Grove en Pontevedra.
Promo 'Volando voy, volando vengo'.
¿Cómo ha sido la preparación de este nuevo proyecto?
De la manera en que me gusta hacer a mí la televisión. Tenemos una mecánica de rodaje que hace que sepa qué es lo que tiene que hacer el equipo. Pero lo más importante es la espontaneidad. Es llegar y enterarse, por primera vez, de lo que está pasando y no llegar con un pinganillo con alguien que te dice cómo te tienes que hacer.
Hay cosas que mi equipo me ha escondido para que pueda vivir esa primera impresión. Por eso, lo que veis es lo que os pasaría a vosotros. Hemos tenido momentos en los que no podíamos ni hablar por la emoción, hemos llorado muchas veces. Pero es que son realidades tan potentes, que no las podemos olvidar.
¿Cómo os recibe la gente? En muchas ocasiones, da la impresión de que sois su última esperanza.
La gente ya no te habla de sus penalidades, sino que te dan las gracias por estar ahí. Y en Sot de Chera nos emocionó mucho que todo el pueblo nos saludaba y nos agradecía que fuésemos. Nos impactó muchísimo. Me conmueve pensarlo actualmente.
Como lo que pasa es auténtico, hemos hecho un tipo de televisión con las emociones a flor de piel que es muy necesaria. Hablamos de solidaridad, de la gente que se une para resolver las cosas, de lugares que no están en el foco todos los días. Son pueblos a los que no se les suele dar relevancia, pero que están ahí y forman parte de este país.

Jesús Calleja con John Arribas y Sara Pérez en la presentación de 'Volando voy, volando vengo'. Mediaset
¿No se habla suficiente sobre la España rural?
¿Cuántas noticias del mundo rural se ven en la prensa? Pocas. Se nos olvida que la gente, no hace mucho, hace tan sólo una generación, era la que daba de comer a las ciudades. Ni siquiera estoy hablando de la Posguerra. Ahora la organización hace que vayamos al supermercado y tengamos de todo que viene de cualquier lado.
Pero a este país lo han sostenido los ganaderos, los agricultores, la gente de los pueblos. Ahora se están convirtiendo en refugios donde la gente mayor se queda. El problema está en que, muchas veces, no tienen lo mínimo para que los atiendan y los cuiden.
"Nos hace falta esa tele que hace que sintamos las emociones a flor de piel"
No podemos dejar que esta cultura desaparezca ni las tradiciones que nos dieron. Luego, si les añadimos desgracias como la DANA, pues imagínate. Por otro lado, hay pueblos muy aislados y me ha sorprendido cómo cuando he ido a Nepal, a lugares cercanos al Everest, había línea de teléfono, pero que, por el contrario, hay lugares en España donde este acceso es precario o nulo.
En el primer episodio, ponéis un parque para los niños, hacéis un camino para la gente, incluso instaláis una pista de petanca para los mayores. Lo habéis hecho con la solidaridad del pueblo y con empresas que lo han querido hacer gratis. Pero, ¿no deberían haber hecho algo las autoridades?
El nivel de destrucción ha sido tan salvaje y tan bestia, que es fácil darse cuenta de que esto va a tardar años en recuperarse. Y si estás en un sitio, no lo estás en otro. A lo mejor, el despliegue de maquinaria que hace falta para que todo vuelva a ser como era, pues no lo hay.
Creo que necesitan fases para poder reconstruir todo lo que había. Entonces, primero se enfocan en lo más relevante, que son las infraestructuras. Por ejemplo, la presa del Sot de Chera tiene un boquete. O sea, eso hay que arreglarlo. De la misma manera que se debe asegurar el suministro de agua.
Son asuntos primordiales. Por eso, cosas que, aparentemente, son menores son las que se dejan para más adelante. Eso quiere decir que sí se acometerían esas obras, sólo que más tarde.

Jesús Calleja en el primer episodio de 'Volando voy, volando vengo'.
¿Cómo te sientes cuando ves que cambias la vida a las personas?
Pues como cada uno de nosotros cuando hacemos algo por alguien. Lo he dicho antes, la solidaridad del pueblo español es tal que no la he visto en ningún lado. Podemos tener muchos defectos, pero también contamos con cantidad de virtudes. A nivel humano, empatizamos mucho, nos emocionamos y tenemos afecto por otras culturas.
No digo que no haya solidaridad en otros países, sino que son sociedades más individuales, con un trato más aséptico. Tengo la satisfacción de llevar 11 años haciendo un programa sobre y para los pueblos, no hay otro formato similar a Volando voy.
Ahora damos un paso con Volando voy, volando vengo. Agradezco al equipo directivo de Telecinco de que hayan creído en este proyecto, con el que buscamos cambiar vidas. Me siento muy a gusto en este tipo de televisión. Me hace sentirme lleno, es todo tan bonito.
"La solidaridad del pueblo español no la he visto en ningún otro lado del mundo"
Al ser justo un programa para el prime time de Telecinco, ¿sientes que es una responsabilidad mayor?
Hemos puesto el listón muy alto. Sin embargo, respecto a audiencias, no he pensado en eso ni un solo segundo. Somos conscientes de que está y que el dato es el dato. Pero me aplico el lema que he tenido toda mi vida: que me quiten lo bailado con lo que he hecho.
Si no hay audiencia, pues toca asumirlo. Será una pena, pero habría que entenderlo. Y no pasa nada. Aunque también te digo, llevo 20 años en televisión y sigo con otros proyectos que tienen recorrido y éxito más que reconocido. Lo digo con humildad, porque somos una productora pequeña, pero muy humana.
No hemos sido excesivamente ambiciosos en lo económico. Nos gusta divertirnos con lo que hacemos. Tengo 60 años y estoy en ese momento de la vida en la que hago cosas que me emocionen y me mantengan vivo. He tenido la suerte de aventurarme en conocer mundos, culturas y civilizaciones.

Imagen de 'Volando voy, volando vengo'.
¿Qué diferencias ves entre el antiguo helicóptero y el nuevo?
Al nuevo lo llamo estudio volador, porque el anterior era una especie de confesionario. El nuevo tiene seis plazas, donde caben las cámaras y se pueden hacer entrevistas. Al ser más grande, permite que los que me acompañan en el vuelo se sientan más cómodos y las conversaciones fluyen. Se produce una magia que hace que una entrevista sea algo más. Todo es más potente.