Publicada
Actualizada

El producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos se contrajo un 0,3% respecto al mismo trimestre del año anterior. La disminución, la primera desde 2022, contrasta con el avance del 2,4% registrado en los tres últimos meses de 2024 y se conoce justo cuando se cumplen 100 días del segundo mandato de Donald Trump, cuya Administración ha iniciado una guerra arancelaria con todos sus socios comerciales.

Tal y como ha publicado este miércoles la Oficina de Análisis Económico (BEA), la contracción de este primer trimestre del año se debe al aumento de las importaciones y a una reducción del gasto gubernamental. El dato intertrimestral se contrajo algo menos del 0,1%.

El gasto de los consumidores, un dato clave para la economía estadounidense, creció un 1,8 % en el primer trimestre del año, pero por debajo del nivel de los seis meses anteriores.

La contracción del crecimiento coincide con el inicio de la guerra comercial emprendida por el presidente del país, Donald Trump, aunque no recoge el impacto que el anuncio de los aranceles “recíprocos” –anunciados el 2 de abril y por ahora en pausa– ha podido tener en la primera economía del mundo.

Fue el pasado 1 de febrero cuando el republicano firmó una orden ejecutiva para imponer aranceles del 10% a los productos procedentes de México y Canadá y del 25% a los de China, alegando una emergencia nacional por motivos migratorios y de seguridad.

Los aranceles a China entraron en vigor de manera automática, mientras que Trump pausó 30 días los gravámenes a México y Canadá. Un mes después, estas tasas también entraron en vigor con algunas excepciones, como la energía canadiense.

El 12 de marzo la Administración Trump puso en marcha los aranceles del 25% al acero y al aluminio. Dos semanas después entraron en vigor las tasas a los vehículos importados, que ahora acaba de suavizar.

Peores previsiones

En el último trimestre de 2024, la economía estadounidense se expandió un 0,6% en comparación trimestral y un 2,3% respecto al mismo periodo de 2023. En el conjunto del pasado año, la mejora del PIB fue del 2,8%, una décima menos que en el ejercicio anterior.

La desaceleración de Estados Unidos ha sido aún más fuerte de lo esperado. Los datos conocidos este viernes son peores que las previsiones de los analistas, que anticipaban que el PIB de EEUU hubiera crecido al menos un 0,2% en comparación anual.

También son una prueba de lo que podría estar por venir en lo que resta de ejercicio, tal y como esperan diferentes organismos internacionales. Una de las últimas instituciones que han revisado a la baja sus expectativas de crecimiento para la primera economía del mundo ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El organismo ha rebajado nueve décimas su pronóstico –frente a las previsiones publicadas en enero- y ahora espera una expansión del PIB del 1,8% en 2025. La reducción para 2026 es de cuatro décimas, al 1,7%.

La OCDE ha metido la tijera de forma similar. El club de los países desarrollados ha reducido dos décimas su estimación de crecimiento para Estados Unidos en 2025, al 2,2%, y bajado cinco décimas el previsto para 2026, al 1,6%.

Las agencias de calificación también han ajustado sus previsiones. Fitch vaticina que la guerra comercial reducirá el crecimiento de Estados Unidos, impulsará la inflación estadounidense y retrasará los recortes de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed). Por todo ello, ha reducido su pronóstico de crecimiento al 1,7% para este año y al 1,5% para el siguiente.

Trump se defiende

Trump no ha tardado en reaccionar a los datos del PIB. El presidente de Estados Unidos ha culpado a su antecesor, Joe Biden, de la contracción de la economía en el primer trimestre del año y ha negado que su agresiva política arancelaria haya tenido algo que ver.

"No tiene nada que ver con los aranceles, solo que (Biden) nos dejó con malas cifras, pero cuando comience el auge, será como ningún otro. ¡¡¡Tengan paciencia!!!", ha escrito Trump en su plataforma Truth Social.

El mandatario ha subrayado que esto "son los mercados de Biden, no los de Trump". Asimismo, ha prometido que los aranceles "pronto entrarán en vigor y las empresas comenzarán a establecerse en Estados Unidos en cifras récord".

"Nuestro país prosperará, pero tenemos que deshacernos del 'efecto negativo' de Biden", ha asegurado.

Las encuestas

“La primera estimación del producto interno bruto de Estados Unidos para el primer trimestre, revelará en qué medida la anticipación de los aranceles comerciales dañó la economía entre enero y marzo”, anticipaba Manuel Pinto, analista de mercados, antes de conocerse las cifras.

Los datos duros que todos analizamos, en comparación con los datos blandos de Estados Unidos, están rezagados; aún reflejando la realidad anterior al 'Día de la Liberación'. Los datos blandos están más actualizados e indican que ya estamos en recesión”, explica el mismo experto. La duración de esa recesión, advierte, “depende de las negociaciones arancelarias”.

Uno de esos datos blandos es la confianza de los consumidores. Según la encuesta que realiza la Universidad de Michigan, la confianza de los consumidores cayó en abril por cuarto mes consecutivo y registró el dato más débil en 32 meses. Y ello a pesar de que la cifra final fue ligeramente superior a la primera estimación gracias a la tregua comercial.

No es la única encuesta que muestra que la situación económica de la primera potencial mundial se está deteriorando. Según la última encuesta de Gallup, publicada hace sólo unos días, el 53% de los estadounidenses afirma que su situación financiera está empeorando. Es el porcentaje más elevado que se han registrado en las más de dos décadas que se lleva realizando este sondeo.

Las encuestas mensuales de la Reserva Federal de Nueva York también constatan el deterioro de las expectativas económicas. En enero, casi el 37% de los consumidores estadounidenses afirmó que su situación financiera mejoraría en un año. En marzo el porcentaje se redujo a aproximadamente el 29%.