
Almaraz
La solicitud para alargar la vida de la central nuclear de Almaraz podría demorarse hasta otoño: hay stock de combustible
En Bélgica, la Comisión de Energía de su Parlamento ha aprobado por mayoría la supresión de la ley de cierre de nucleares que se aprobó en 2003.
Más información: El Gobierno activa el contrato para la ingeniería del desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz en Cáceres
Ni tres años antes, ni antes de junio. La central nuclear de Almaraz (Cáceres) podría apurar su solicitud para continuar operando más allá de 2027 hasta este otoño. Los plazos dependen de la preparación de la documentación necesaria para presentar la petición en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), la luz verde de este organismo regulador y, lo que lleva aún más tiempo, la compra de combustible.
Sin embargo, las centrales suelen tener stock de combustible, por lo que Almaraz podría ajustar algo los plazos e incluso apurar hasta noviembre de 2025, es decir, justo dos años antes de su desconexión definitiva.
"La compra de combustible, habitualmente, se realiza con dos o tres años de anticipación de la recarga en la que el combustible va a intervenir", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Luis Enrique Herranz, jefe de la Unidad de Investigación en Seguridad Nuclear, División de Fisión Nuclear del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas).
"Dicho lo cual, este período puede ser flexible y acortar tales plazos si existe interés y posibilidad por parte del suministrador y del comprador. Es decir, en el caso de Almaraz aún estaría a tiempo. De hecho, podrían apurar algunos meses más", explica.
"Y la solicitud de licencia de operación para el siguiente período, que en España es de diez años, precisa de muchos recursos", continúa el experto, tras el debate España, en la encrucijada energética, las consecuencias del apagón nuclear, organizado por el Colegio Notarial de Madrid.
"En las ingenierías suelen invertirse entre año y medio y dos años en la preparación de toda la documentación de un equipo de entre tres y cinco personas. Asimismo, su revisión por parte del CSN no es baladí y suele haber interacciones entre propietarios y técnicos de CSN. Este período de revisión suele tardar entre 1 y 2 años", añade.
Y "el proceso legal para dar marcha atrás sería mucho más sencillo", explica por su parte Jorge Sanz, experto energético y director de NERA Economic Consulting. "Sólo se necesitaría la publicación de una orden ministerial del Ministerio para la Transición Ecológica que invalidara la que existe actualmente, la Orden TED/773/2020, de 23 de julio, que concedía la renovación de la autorización de explotación de Almaraz hasta el 1 de noviembre de 2027 el reactor 1 y hasta el 31 de octubre de 2028 el reactor 2", detalla.
Un futuro más 'flexible'
El debate sobre el futuro de esta tecnología en España coincide con una semana en la que prácticamente todo el parque nuclear ha estado parado por el exceso de generación renovable y la baja demanda por los días festivos de la Semana Santa.
"Es cierto que en el futuro, las centrales deberán ajustarse cada vez más a un entorno de generación más intermitente, pero ya lo están haciendo y tecnológicamente es posible, aunque haya que extremar la seguridad en el proceso", añade Luis E. Herranz.
"En concreto, en Francia lo llevan haciendo muchos años y, por tanto, es una experiencia de la que podemos tomar nota", apunta por su parte Oscar Barrero, socio responsable de Energía de PwC.
El año pasado, las propietarias de las plantas aprobaron estrategias de operación flexible para rebajar potencia y así producir menos electricidad. Es una manera de ahorrar costes al pagar menos impuestos por la menor generación y gastar menos combustible. Si no, no les salen los números.
Bélgica da marcha atrás
Los movimientos a favor de continuar con la energía nuclear se están extendiendo en otros países de nuestro entorno. Precisamente, este martes 22 de abril, en Bélgica se ha marcado un punto de inflexión que podría determinar un cambio en los objetivos previstos.
Está un paso más cerca de derogar su ley sobre el abandono progresivo de la energía nuclear. El Comité de Energía del Parlamento belga ha dado luz verde a la abolición de la ley de cierre nuclear que se aprobó en el año 2003.
La ley de desmantelamiento nuclear impuso una fecha de cierre a los diversos reactores nucleares del país, a la vez que prohibió la construcción de nuevas centrales. Varios partidos llevan años intentando (sin éxito) abolirla, pero la votación del martes ha abierto la puerta.
En los últimos 20 años, la ley se actualizó en varias ocasiones para mantener abiertas algunas centrales nucleares durante más tiempo. Por ejemplo, la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente presión sobre los precios de la energía también dieron lugar a que las centrales Doel 4 y Tihange 3 pudieran permanecer abiertas diez años más, más allá de la fecha de cierre prevista para 2025, pero no así el resto. Ahora todos los escenarios están abiertos, aunque el texto aún debe ser aprobado en el Pleno.