Ejemplar de milano real volando.

Ejemplar de milano real volando. SEO/BirdLife

Observatorio de la Energía

Paradas, cierres forzosos y millones en juego: así se sancionará la muerte de aves protegidas por turbinas eólicas

La patronal eólica explica a EL ESPAÑOL-Invertia los riesgos del nuevo proyecto de real decreto de avifauna que el Gobierno ha puesto sobre la mesa.

Más información: Águila imperial ibérica: el renacer de la rapaz que Rodríguez de la Fuente veía extinguirse en España

Publicada

La muerte de un milano real (ave en peligro de extinción) a causa de una turbina eólica podría costar unos 22 millones de euros. El nuevo proyecto de real decreto para proteger la avifauna que el Gobierno ha puesto sobre la mesa incluye penalizaciones que pueden llegar a generar impactos millonarios y el desmantelamiento de aerogeneradores.

Así lo explica a EL ESPAÑOL-Invertia Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático en la Asociación Empresarial Eólica (AEE), quien analiza las consecuencias que puede tener el texto normativo en el sector.

El punto más controvertido del nuevo proyecto de real decreto se encuentra en lo relativo a la colisión de aves protegidas. Según establece el texto, si en cinco años se registran más de tres impactos de la misma especie amenazada por un aerogenerador—especie del LESRPE que está catalogada "en peligro de extinción" o "vulnerable"—, se deberá proceder a su desmantelamiento.

LESRPE

Es el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial. Recoge 303 especies de aves protegidas.

"No sabemos si el Gobierno ha hecho la memoria económica de lo que esto significa, pero nosotros sí. Si sumamos todos los factores, el coste por cada milano real accidentado podría ascender a cerca de 22 millones de euros", revela a este medio el directivo de AEE.

El 30% de este coste corresponde a "la propia multa impuesta por el accidente", "el valor del lucro cesante del aerogenerador que debe ser desmantelado" y los "ingresos que el productor deja de generar por no estar produciendo energía", explica.

No obstante, el otro 70% se debe a la "importación de gas que habría que hacer para generar esa electricidad", el coste de las "emisiones de CO2 a la atmósfera" que esto supone, "los alquileres al propietario del terreno" y "los impuestos a nivel local, autonómico y nacional" que se dejan de aportar.

"Las sentencias que estamos viendo de cazadores que matan voluntariamente a milanos reales son de 18.000 euros", compara el directivo. "Sería mucho más útil", explican desde AEE, "reponer varios milanos reales a través de cría en cautividad por cada uno accidentado".

El proyecto de real decreto también establece sanciones para colisiones con especies del LESRPE no amenazadas. Si en un año un aerogenerador supera ciertos umbrales de "mortalidad estimada" —que varían entre 3 y 10 colisiones según el tipo de especie—, será considerado "peligroso" y el promotor deberá realizar una revisión completa del caso.

En caso de que, durante los cinco años siguientes, esa misma turbina vuelva a superar los umbrales establecidos, tendrá que ser desmantelada. "Otro problema del texto se encuentra precisamente en cómo se calcula esa mortalidad estimada para declarar un aerogenerador peligroso", agrega la AEE.

No se basa únicamente en los restos encontrados, sino en una fórmula que proyecta cuántos accidentes "podrían" haber ocurrido basándose en los que sí se han encontrado.

“Si encuentras el cadáver de un pájaro durante los seguimientos en un parque eólico, la metodología usada puede estimar que ha habido no uno, sino cuatro, cinco, seis o incluso diez accidentes, dependiendo de cómo se calcule. Pero, ¿te imaginas que en un Estado de derecho te condenaran por algo que no se ha demostrado que realmente ocurrió?”, reflexiona Willstedt.

Sistemas de parada obligatorios

Otro de los puntos críticos del texto es que obliga a todos los nuevos parques a tener sistemas de parada automática de avifauna. "No tiene sentido que el promotor, independientemente de lo que diga su declaración de impacto ambiental (DIA), tenga que tener este sistema", denuncia Willstedt.

Estos sistemas, "además de ser costosos", pueden provocar paradas frecuentes con importantes repercusiones económicas. “Cada parada conlleva un coste y, en última instancia, ese sobrecoste se traslada al precio de la electricidad que producimos”, añade.

Desde el sector también advierten de las consecuencias técnicas que tendría esta exigencia. “Los aerogeneradores no están diseñados para frenar en seco cientos o miles de veces al año. Cada parada desgasta las palas, acorta su vida útil y pone en riesgo la viabilidad técnica y económica del parque”, alerta el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático.

A esto se suma el impacto en la financiación de nuevos proyectos. "¿Cómo te va a financiar un banco un parque si no puedes garantizar cuántas horas va a operar?", añade el director de Políticas Energéticas de AEE.

La eólica pide diálogo

Desde la patronal eólica advierten que la legislación española es conflictiva en ese sentido. "Por un lado, tenemos una ley de cambio climático y un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que establecen unos objetivos de renovables y de reducción de emisiones. También una directiva de la Unión Europea, que no sabemos por qué no ha sido todavía traspuesta en España, que dice que las renovables tienen que ser consideradas de interés público superior", dicen. "Pero, por otro lado, tenemos la ley de biodiversidad, que dice que tienes que proteger las aves".

Al final, "lo que está haciendo este proyecto de real decreto es dar más importancia a la ley de biodiversidad que a todas las otras legislaciones que tenemos sobre temas de cambio climático o energías renovables", denuncia Heikki Willstedt.

El sector eólico recalca su compromiso con que las especies que están realmente amenazadas estén protegidas y pide diálogo al Gobierno. "Con este planteamiento, lo único que se consigue es generar un sobrecoste enorme que se traslada al precio de la electricidad", asegura el experto.

“Si identificamos las especies que necesitan más ayuda, se puede hacer mucho más y de forma más efectiva. Por ejemplo, con un fondo destinado a su protección, como ya se ha hecho con el quebrantahuesos o el águila imperial", añade.

Según el Libro Rojo de la avifauna en España de SEO/BirdLife, los aerogeneradores son la octava amenaza. "Por delante están la contaminación, la pérdida de hábitats, las prácticas agropecuarias intensivas, el cambio climático, infraestructuras como las carreteras... pero eso no se aborda en este Real Decreto", señala el director de Políticas Energéticas y Cambio Climático en AEE.

El representante de la asociación eólica recuerda que los aerogeneradores ocupan sólo el 0,017% de la superficie española, mientras las carreteras ocupan veinte veces más. "Entonces, si quieres proteger a las aves, ¿por qué se tiene esta fijación con los aerogeneradores?”, lamenta.