
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, durante el XVIII Foro Empresarial de Gipuzkoa, en DV Gunea.
Imaz (Repsol) defiende que "el denostado diésel salvó a este país" en el apagón
El ejecutivo alerta de que Europa vive "una emergencia industrial" ante la cual hay que reaccionar "con velocidad".
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El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha destacado que el "denostado diésel salvó a este país" en el apagón del pasado 28 de abril.
Además, ha opinado que se necesitan todas las energías que hay para descarbonizar y que el debate "en ningún caso debería ser que tenga que haber menos renovables", ya que son "un activo importante" en la descarbonización, pero también "para tener en el futuro un sistema eléctrico más competitivo".
Imaz ha protagonizado este viernes la XVIII edición del Foro Empresarial de Gipuzkoa en El Diario Vasco, organizado con la colaboración de Laboral Kutxa y EY.
En su intervención, ha sostenido que, por tanto, "es nuestra responsabilidad moral seguir produciendo diésel para que los productos lleguen a los supermercados todas las mañanas", así como "seguir produciendo gas para la actividad industrial".
Y también "seguir produciendo queroseno para que incluso aquellos que lo denuestan sigan volando de vacaciones, de trabajo o para que los entornos tengan actividad turística", aunque "tenemos la responsabilidad moral de hacer esto cada vez de forma más sostenible", ha añadido.
Por otro lado, Imaz ha alertado de que Europa vive "una emergencia industrial" ante la cual hay que "reaccionar" y hacerlo "con velocidad", ya que, de lo contrario, "en los próximos años vamos a tener más cierres de plantas y más pérdida de empleos industriales".
El consejero delegado de Repsol ha incidido en la "pérdida de competitividad" de Europa y ha alertado de que hay que ser "muy claros en el diagnóstico" y "necesitamos un cambio radical".
Tras mostrar su conformidad con algunas de las "recetas" del informe Draghi, ha apostado por "centrar todas las políticas públicas a todos los niveles de la Unión Europea en la competitividad de la economía".
Para Imaz, ese "debe de ser el foco absoluto de todas las políticas de las instituciones en el marco de la Unión Europea", ya que "sin competitividad y sin una economía focalizada en el crecimiento, no va a haber servicios públicos de calidad, ni vamos a mejorar en sostenibilidad".
Reducir peso regulatorio
En este contexto, ha incidido en que se debe "reducir el peso regulatorio que sufren las empresas" y ha indicado que "para el 60% de las empresas europeas la enorme regulación supone el principal obstáculo para la inversión".
"Necesitamos un menor número de leyes, de reglamentos, de ordenanzas, un menor número de directivas, un menor coste regulatorio para las empresas, que está lastrando la capacidad de inversión", ha subrayado. En todo caso, rehusando a caer en el pesimismo, porque "no es bueno y porque sería injusto", ha señalado que la nueva Comisión Europea parece que "está empezando a girar el barco y a cambiar", de forma que "las políticas ecológicas radicales, que todo lo han impregnado, y la hiperregulación, empiezan a modificarse ligeramente en la dirección correcta".
"Mi mensaje es que necesitamos mucha más velocidad a todos los niveles", ha incidido. Asimismo, se ha referido a los mecanismos de ajuste de CO2 para las empresas, que habrá "cómo se implementan, qué plazos tiene y si queda alguna industria emisora de CO2 y consumidora de energía para cuando se implanten".
Al respecto, ha señalado que importamos productos y exportamos empleos industriales y plantas por los costes de las emisiones de CO2, frente a lo cual ha abogado por "un giro radical para implantar una moratoria en el pago de derechos de CO2 a sectores industriales de alto consumo energético que sufren una doble penalización", por un lado "el alto coste de energía y, por otro, los derechos de CO2".
Estados Unidos
Sobre los aranceles de Estados Unidos, Imaz ha considerado que se debe de "poner un punto de moderación en toda esta reflexión", porque "nos une mucho a los norteamericanos y a Estados Unidos".
"Estados Unidos no es nuestro adversario", ha defendido, para recordar, a continuación, que este país "nos ha salvado en 100 años dos veces a Europa del totalitarismo" y, a su juicio, hay que hacer "todo lo posible por mantener y reforzar" esa relación.
Además, ha apuntado que Estados Unidos es el primer inversor en España y, por tanto, "la vinculación económica es muy fuerte". "Las empresas vascas, las más internacionalizadas, muchas tienen plantas en producción en los Estados Unidos", ha apuntado.
Tras insistir en que "es un bien que hay que preservar", Imaz ha reflexionado sobre el hecho de que "el conflicto y la confrontación no nos favorece a nadie" y ha puesto en valor la "responsabilidad" de España y de la Comisión Europea en este sentido.
Imaz ha apuntado que Repsol invierte "casi el 35% en Estados Unidos" y lo va a seguir haciendo porque "es un país confiable", pero ha reconocido que los aranceles supondrán la "ralentización de decisiones de inversión en muchos sectores", sobre todo en los sectores de bienes de equipo".
En este contexto, ha esperado que "la incertidumbre no dure mucho tiempo" para que haya "un marco estable". "Creo que europeos y norteamericanos estamos, en el mejor sentido del término, comprometidos en trabajar juntos para preservar lo que pueda ser el crecimiento económico y luego para que cada uno de los países, en este caso los europeos, podamos mantener además un modelo de bienestar social", ha apuntado.
Respecto a la situación económica en el País Vasco, el consejero delegado de Repsol ha señalado que "el mundo puede vivir sin Euskadi, pero en Euskadi no podemos vivir sin el mundo y sin los inversores". "Vivimos en un mundo en el que hay que ser atractivo, y ser atractivo significa que estás compitiendo para cualquier inversión de una empresa", ha afirmado.
Al respecto, se ha referido a la fiscalidad y a la necesidad de "quitar del debate político la demonización de la empresa, del empresario, del directivo y de la generación de riqueza". "Si aquí hay empresas y hay actividad económica no tengo ninguna duda de que los jóvenes vascos tendrán oportunidades y tendrán buenos salarios", ha sostenido.