
Mark Zuckerberg, fundador y consejero delegado de Meta Platforms, en el acto de entrega de los premios Breakthrough el pasado 5 de abril. Reuters
Las 'Big Tech' le copian el discurso a Trump y acusan a Bruselas de estar "politizada" y usar la legislación como arancel
Las tecnológicas de EEUU cargan contra la legislación "opaca" y carente de "previsibilidad y proporcionalidad" de la UE tras la multa a Meta y Apple.
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Las multas impuestas este miércoles por la Comisión Europea a Apple y Meta Platforms, las primeras por no cumplir con la Ley de Mercados Digitales (DMA), prometen añadir más leña al fuego al choque que mantiene con Estados Unidos por su política comercial. De hecho, la respuesta de las grandes tecnológicas ha sido muy similar a los argumentos que Donald Trump y su equipo utilizan para defender sus aranceles como respuesta a la legislación digital del Viejo Continente.
Las Big Tech acusan a Bruselas de "politizarse" con su legislación en materia digital y califican su actuación de opaca, injusta y carente de previsibilidad y proporcionalidad, entre otras críticas. Incluso para la matriz de Facebook, WhatsApp o Instagram los cambios en el modelo de negocio impuestos por la DMA son como "un arancel multimillonario".
Especialmente dura ha sido precisamente la respuesta de Meta Platforms a la sanción del Ejecutivo comunitario. En un comunicado, Joel Kaplan, responsable de Asuntos Globales de Meta Platforms, afirma que la Comisión está intentando "perjudicar a empresas estadounidenses de éxito mientras permite que empresas chinas y europeas operen con normas diferentes".
"No se trata sólo de una multa; la Comisión, al obligarnos a cambiar nuestro modelo de negocio, impone de hecho un arancel multimillonario a Meta al tiempo que nos obliga a ofrecer un servicio inferior. Y al restringir injustamente la publicidad personalizada, también está perjudicando a las empresas y las economías europeas", asegura.
Hay que recordar que Kaplan llegó a este cargo el pasado mes de enero para sustituir a Nick Clegg. Semanas antes de que se oficializara la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca, Zuckerberg apostaba por un ex asesor de George W. Bush Jr. para sustituir al ex viceprimer ministro británico con David Cameron y gestionar los asuntos públicos de la compañía.
Menos beligerante ha sido la respuesta de Apple. La compañía ha subrayado que ha invertido cientos de miles de horas de ingeniería y realizado docenas de cambios para cumplir esta ley, "ninguno de los cuales ha sido solicitado por sus usuarios". Y añade que, a pesar de las innumerables reuniones, la Comisión sigue cambiando las condiciones a cada paso.
"Los anuncios de hoy son un ejemplo más de cómo la Comisión Europea apunta injustamente a Apple en una serie de decisiones que son malas para la privacidad y la seguridad de nuestros usuarios, malas para nuestros productos y nos obligan a regalar nuestra tecnología", incide la multinacional, que confirma que recurrirá la sanción,
Apoyo de la industria
Las dos compañías han contado en su protesta por las sanciones de Bruselas con el apoyo de la Asociación de la Industria de la Computación y las Comunicaciones (CCIA). Se trata de una organización de la que forman parte Meta y Apple, pero también otras grandes compañías tecnológicas como Amazon, Google, Ebay, Intel, Deliveroo o Uber.
La delegación europea de la CCIA critica "duramente" la aplicación de la DMA por ser "opaca y discrecional y carecer tanto de previsibilidad como de proporcionalidad". De hecho, incide en que las empresas reguladas por esta norma, denominadas gatekeepers (en español, guardianes de acceso) han tenido que enfrentarse "durante meses a expectativas y exigencias poco claras".
"La credibilidad de la DMA se está debilitando por su aplicación impredecible y sus exigencias cambiantes, combinadas con grandes órdenes de diseño de producto por parte de la Comisión Europea que perturban la experiencia del usuario y limitan la capacidad de las empresas de la UE para llegar a los consumidores", afirma Daniel Friedlaender, vicepresidente y responsable de CCIA Europe.
En este sentido, recalca que Bruselas está rediseñando los modelos de negocio de las plataformas online, cambiando sus objetivos y limitando la innovación. "La DMA se ha politizado mucho, e incluso podría obligar a algunas empresas a prestar servicios con pérdidas. Hay una gran oportunidad para la simplificación regulatoria en Europa. Hasta ahora, sin embargo, las decisiones de la DMA van en la dirección opuesta", alerta.
Trump
A pesar de que la relación entre Donald Trump y las grandes tecnológicas no atraviesa su mejor momento, la nueva Administración de EEUU se ha mostrado muy crítica con la legislación europea en materia digital, así como con la fiscalidad aplicada al sector. De hecho, ha sido una de las razones esgrimidas para imponer aranceles recíprocos al Viejo Continente.
Trump se ha referido en varias ocasiones a estas leyes como "barreras no arancelarias" al comercio. De hecho, a finales de febrero firmó un memorando para defender a las empresas y la tecnología estadounidenses de la "extorsión extranjera" y en el que aseguraba que la legislación de la UE empujaba a las empresas tecnológicas estadounidenses a desarrollar o usar productos que "socaven la libertad de expresión o fomenten la censura".
En esta misma línea se pronunció Andrew Ferguson, presidente de la Comisión Federal de Comercio de EEUU (FTC por sus siglas en inglés), en un acto en Washington a principios de abril en el que también estaba presente Teresa Ribera, vicepresidenta primera de la Comisión Europea y responsable de Competencia.
En concreto, apuntó que leyes como la DMA "parecen haber sido redactadas para perjudicar a las empresas estadounidenses en el extranjero". Además, calificó las multas que las acompañan y la propia ley en sí como un "impuesto" a estas compañías y alertó de que suponen una amenaza a la innovación.