Imagen de un viaje del Imserso.

Imagen de un viaje del Imserso. EFE

Turismo

Los viajes del Imserso se blindan para evitar colapsos en la web de reservas o que las agencias hagan trampas

En caso de fallos que no se solucionen en la central de reservas, las empresas adjudicatarias podrían enfrentarse a sanciones.

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La carrera por hacerse con alguno de los tres lotes de los viajes del Imserso ha comenzado ya con la publicación del concurso público. Además de añadir novedades como una tarifa plana de 50 euros, las condiciones de la licitación incluyen algunas especificaciones para evitar trampas o confusiones en los usuarios por parte de las empresas que ganen, así como el colapso en los primeros días para reservar plazas.

En concreto, los pliegos técnicos detallan que el Imserso podrá establecer un número máximo de reservas de plaza por cada lote a realizar asociadas a un mismo documento de identidad o fijar mecanismos de reservas que garanticen el acceso en igualdad de condiciones de todas las personas usuarias.

A este sistema informático podrá accederse por internet con las garantías suficientes para poder soportar 2.500 conexiones simultáneas que permitan consultar disponibilidades, ver alternativas, efectuar reservas y emitir el correspondiente documento de viaje o billete electrónico.

En la temporada 2025/2026, en las que se ofertan 879.213 plazas, las empresas adjudicatarias deberán facilitar al Imserso, en el plazo de un mes natural, un mínimo de ocho conexiones a la aplicación informática que soporte la base de datos de la gestión del programa con el fin de poder consultar la marcha del mismo.

Además, durante los veinte días hábiles antes del inicio de la comercialización se realizarán pruebas entre el Imserso y la empresa adjudicataria para determinar el correcto funcionamiento de la central de reservas con objeto de que si “hubiera fallos, se solventasen antes del inicio de la comercialización”.

El Instituto de Mayores y Servicios Sociales no quiere jugársela y avisa: “La no resolución de los posibles fallos por parte de la empresa adjudicataria antes del comienzo de la comercialización originará la imposición de penalidades”.

Estos requisitos se imponen después de que en las anteriores temporadas se produjeran en los primeros días de venta caídas y colapsos en la web de reservas de Ávoris, la compañía que ganó los tres lotes del último concurso.

Evitar trampas

Asimismo, es casi un clásico que los pliegos del Imserso impongan condiciones para evitar que las empresas adjudicatarias hagan trampas y confundan a los jubilados, como ha ocurrido en años anteriores.

En concreto, los pliegos detallan que “las agencias de viajes que comercialicen el programa deberán utilizar la publicidad aprobada por el Imserso, prohibiendo el uso de la marca Imserso para fomentar actividades ajenas o diferentes al Programa de Turismo del Imserso”.

Y, en ningún caso las empresas podrán incluir publicidad de viajes de otras empresas, ni links que deriven a otras webs ajenas a la comercialización de las plazas del programa. Además, “en el sitio web no podrá aparecer ningún tipo de información, logo similar o referencia que puedan inducir a confusión con otros viajes ajenos al Programa de Turismo del Imserso”, añade.

En 2029, Mundosenior (la unión formada por Halcón Viajes y B the Travel Brand para concursar en este programa hace años) se hizo con el paquete de costa peninsular. En paralelo, creó otro programa, bajo el nombre de ‘Mundosenior Plus’ a través del cual vendía viajes para mayores que no estaban parcialmente subvencionados por el Imserso.

Claramente inducían al error de los usuarios porque los programas tenían nombres muy parecidos, aunque los precios eran distintos. Además, la página web de Mundosenior redirigía directamente a ‘Mundosenior Plus’.

Pero, en 2019, Mundosenior decidió cambiar de nombre por Turismo Social, liderado ahora por Ávoris. Con este cambio de nombre se puso punto y final a la controversia surgida con Mundosenior y ‘Mundosenior Plus’.

Aunque esta confusión se ha corregido, el programa sigue incluyendo estas especificaciones técnicas para evitar que cualquier empresa adjudicataria pueda dar lugar a confusión a los jubilados y se beneficie del sello de este programa con sus propias acciones comerciales.