El ministro del Interior alemán, Alexander Dobrindt, y el líder del grupo parlamentario del Bundestag de la CDU, Jens Spahn, se sientan junto a Friedrich Merz tras no lograr convertirse en canciller de Alemania.

El ministro del Interior alemán, Alexander Dobrindt, y el líder del grupo parlamentario del Bundestag de la CDU, Jens Spahn, se sientan junto a Friedrich Merz tras no lograr convertirse en canciller de Alemania. Reuters

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Las bolsas reducen las caídas pero la rentabilidad de la deuda sube: Merz se convierte en el nuevo canciller de Alemania

El Dax ha llegado a perder casi un 2%. Se ha tenido que celebrar una segunda votación en el Bundestag.

Más información: Revés inesperado para Friedrich Merz: no logra ser elegido canciller de Alemania en una primera votación insólita

L. Piedehierro
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Alemania, por fin, tiene un nuevo canciller. Las bolsas europeas tomaban algo de oxígeno, aunque la escalada de la rentabilidad de la deuda escalaba, tras la elección de Friedrich Merz en la segunda votación, horas después de que lo que parecía como un mero trámite se saldase con la primera gran derrota parlamentaria de la nueva era.

La caída del Dax alemán, que ha llegado a rozar el 2%, se reducía al 0,37%; mientras que el Cac 40 francés se dejaba un 0,41%. El Ibex 35 subía un 0,17%; el FTSE 100 británico, un 1,17% y el Mib italiano, un 0,33%. El Euro Stoxx 50 restaba un 0,4%.

Los parqués europeos habían comenzado la jornada en positivo, mientras la atención de los inversores se centraba en la publicación de los resultados empresariales, antes de que dé comienzo la reunión de dos días que celebra la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).

Sin embargo, el fracaso de Merz en la primera votación cambió el signo de los principales índices del Viejo Continente. A pesar de que la CDU, la CSU y el SPD suman 328 de los 630 escaños del Bundestag -la Cámara Baja del Parlamento- su candidatura sólo recibió el apoyo de 310 diputados. Es decir, seis por debajo de los necesarios. La votación es secreta, por lo que en un primer momento no está claro dónde ha podido estar la fuga.

El líder conservador ha logrado que el Bundestag celebre la segunda votación a las 15:15 horas, tal y como ha anunciado el líder del grupo parlamentario de la CDU, Jens Spahn.

"Supongo que en la segunda vuelta tendremos la mayoría necesaria para que Merz se convierta en el próximo canciller de nuestro país", ha afirmado el líder del SPD, Lars Klingbeil, partido con el que Merz llegó a un acuerdo de coalición. Así ha sido.

El Parlamento alemán ha resuelto de esta manera la encrucijada en la que quedó sumido a primera hora del día, cuando por primera vez en la historia un candidato a canciller perdió la votación inicial para ser proclamado jefe de Gobierno -y han sido 18 los elegidos desde 1949-.

La Constitución establece que el Bundestag tiene 14 días para elegir a un canciller por mayoría absoluta y, pasado el plazo, basta con la mayoría simple. Si se diese este caso, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, debería en los siete días siguientes designar al candidato elegido como jefe de Gobierno o disolver el Parlamento para convocar elecciones.

"Les agradezco su confianza y acepto la elección", ha dicho Merz en respuesta a interpelación de Klockner, entre aplausos de una Cámara que respira aliviada tras asomarse a un escenario incierto que ha obligado a revisar a toda prisa los plazos y protocolos contemplados dentro de la Constitución para la designación del canciller.

Ahora, está previsto que Merz jure su cargo ante el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, en el Palacio de Bellevue de Berlín, lo que implicará el fin del mandato político del socialdemócrata Olaf Scholz, presente también en la sesión de este martes en su condición de diputado raso.

El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AFD), segundo en las elecciones legislativas de febrero, ha aprovechado el fracaso de la primera votación para advertir de que la actual coalición nace debilitada.

La incertidumbre política en Alemania ha impulsado la rentabilidad de la deuda europea. El interés ofrecido por el bono alemán a 10 años –la referencia en Europa– se elevaba al 2,53%.

La rentabilidad del bono español a 10 años escalaba al 3,19%, mientras que la del italiano al mismo plazo se elevaba al 3,62% y la del francés, al 3,25%.

El euro se mantenía estable frente al dólar y se cambiaba a 1,131 billetes verdes.