El misil balístico Agni IV de India en un desfile militar

El misil balístico Agni IV de India en un desfile militar

Defensa y Espacio

Así son las armas nucleares más potentes de India y Pakistán: misiles balísticos con ojivas atómicas de hasta 1.000 kg

La creciente tensión entre ambos países tras el último ataque aéreo de India sobre Pakistán hace temer una posible escalada nuclear.

Más información: Las Naciones Unidas alertan: hay 9.605 armas nucleares en el mundo, con China como la potencia atómica que más crece

Publicada

Desde hace unas semanas, un nuevo foco se ha sumado a la inestabilidad del tablero geopolítico actual. La muerte de 26 turistas hindúes en la Cachemira india el mes pasado ha derivado en el ataque aéreo de Nueva Delhi contra lo que considera "infraestructuras terroristas" de Pakistán, mientras Islamabad promete venganza al "acto de guerra". Las autoridades paquistaníes cifran las víctimas en 26 civiles, además de 46 heridos, y aseguran haber derribado al menos cinco aviones de las Fuerzas Aéreas de India, aunque expertos independientes sólo reflejan de momento la pérdida de un caza Rafale y un Mirage 2000 durante la llamada Operación Sindoor.

Son los enfrentamientos más importantes entre ambos países desde febrero de 2019, cuando se produjo una operación india dirigida contra varios emplazamientos en Pakistán tras un atentado terrorista. Ya entonces, durante el primer mandato de Donald Trump como presidente, Mike Pompeo -en su papel de secretario de Estado estadounidense- señaló que el conflicto entre los países vecinos no derivó en una guerra nuclear por muy poco.

Tanto Pakistán como India poseen un número similar de ojivas nucleares, en torno a 170 según los últimos informes, como el publicado recientemente por el Bulletin of the Atomic Scientist. Las reservas de ambos países han crecido notablemente en los últimos años, y se espera que lo sigan haciendo hasta superar las 200 cabezas nucleares antes de terminar la década vigente. Tanto Nueva Delhi como Islamabad disponen de un amplio abanico de armamento compatible en los terrenos aéreos, terrestres y navales, lo que hasta ahora parecía garantizar una disuasión mutua. En caso de que finalmente se produzca la temida escalada bélica, si recurren a las armas nucleares lo único que parece garantizado es la destrucción mutua.

Shaheen-II de Pakistán

Aunque Pakistán dispone de un arsenal nuclear compatible con los cazas Mirage III y Mirage V y los submarinos Agosta-90B, su mayor baza pueden ser los misiles lanzados desde la superficie. De hecho, este método fue el primero que puso en práctica cuando comenzó a probar las primeras plataformas entre finales de los 80 y principios de los 90 del pasado siglo.

Tal y como recogen desde el Bulletin of the Atomic Scientist, el Ejército comandado por el gobierno pakistaní desde Islamabad cuenta con un total de 6 sistemas de misiles balísticos con capacidad nuclear, propulsados con combustible sólido e integrados en plataformas móviles. Además del Nasr (también conocido como Hatf-9), que tiene un alcance de 70 km, los de medio radio son los más peligrosos para su rival regional.

Lanzamiento de prueba del misil Shaheen II

Lanzamiento de prueba del misil Shaheen II

Entre ellos destaca el Shaheen-II (Hatf-6), un misil balístico con un alcance estimado de entre 1.500 y 2.000 kilómetros, según el Centro de Inteligencia Nacional para el Aire y el Espacio de Estados Unidos, lo que permite cubrir una parte significativa del subcontinente indio.

Desarrollado desde inicios de la década de los 2000 por el National Engineering and Scientific Commission (NESCOM), está en servicio desde 2014 y conforma "la columna vertebral de la capacidad de supervivencia de Pakistán con capacidad de segundo ataque desde tierra", según expertos militares indios. Se desconoce el número exacto de unidades de las que dispone Pakistán, pero las estimaciones están entre 50 y 100.

Con una longitud de 17,2 metros, un diámetro de 1,4 metros y un peso de lanzamiento de aproximadamente 23.600 kg, el Shaheen-II puede portar una única ojiva de hasta 700 kg, ya sea nuclear o convencional. Cuenta con dos etapas de combustible sólido y su sistema de guía combina navegación inercial con posibles correcciones terminales, lo que le otorga una precisión estimada de entre 200 y 300 metros de CEP (probabilidad de error circular).

El vehículo de reentrada cuenta con pequeños motores que ajustan su trayectoria durante la fase final del vuelo, mejorando su precisión. Además, el misil está diseñado para realizar maniobras evasivas y reducir su firma radar, aumentando su capacidad de supervivencia frente a sistemas de defensa antimisiles.

Misil Shaheen-II durante un desfile militar

Misil Shaheen-II durante un desfile militar

El 20 de agosto de 2024, Pakistán llevó a cabo con éxito una prueba de entrenamiento del Shaheen-II. Según el comunicado del Ministerio de Defensa, el objetivo de la prueba fue entrenar a las tropas, validar diversos parámetros técnicos y evaluar el rendimiento de subsistemas incorporados para mejorar la precisión y la supervivencia del misil.

Además de estos misiles balísticos, la industria armamentística del país continúa trabajando en el desarrollo de sistemas más avanzados. Entre los programas más importantes se encuentra su sucesor, el misil Shaheen-III, que podría superar los 2.500 kilómetros de rango, y el Ababeel, "capaz de transportar múltiples cabezas de guerra y emplear vehículos de reentrada independientes" para que cada una de ellas se dirija a un objetivo distinto en tierra firme.

Agni-IV de India

India también ha dedicado las últimas décadas a modernizar su arsenal de armas nucleares, presentes en su armamento desde la década de los años 70 del siglo pasado. En su caso, son ocho sistemas los que disponen de capacidad nuclear, siempre según las estimaciones del Bulletin of the Atomic Scientist. Además de las capacidades aire-tierra y de los misiles balísticos marítimos que puede disparar desde su único submarino actualmente en servicio, el ejército de Nueva Delhi cuenta con cinco sistemas en fase de desarrollo "a punto de completarse" a fecha de septiembre de 2024.

Con la capacidad nuclear de alguna variante de los BrahMos desarrollados junto con Rusia todavía pendiente de confirmarse, los Agni-I son los que desde hace décadas apuntan a Pakistán, con hasta 20 lanzadores desplegados en el oeste de la India y 700 km de alcance. Sin embargo, hay desarrollos posteriores de la misma familia y el Agni-IV es actualmente la principal baza india desde la superficie terrestre. Se trata de un misil balístico de alcance intermedio (IRBM) desarrollado por la Organización de Investigación y Desarrollo de Defensa (DRDO) de India.

Lanzamiento de prueba del misil Agni-V

Lanzamiento de prueba del misil Agni-V

Con una longitud de 20 metros y un peso de lanzamiento de 17 toneladas, este misil de dos etapas propulsado por combustible sólido puede transportar una carga útil de hasta 1.000 kg, incluyendo ojivas nucleares o convencionales. Su alcance operativo es de aproximadamente 4.000 km, lo que le permite cubrir objetivos estratégicos en gran parte del continente asiático, incluyendo la mayor parte de China continental si se lanza desde el noreste de la India.

El Agni-IV incorpora tecnologías avanzadas que mejoran su precisión y fiabilidad. Está equipado con un sistema de navegación inercial basado en giroscopio láser de anillo (RINS) y un sistema de navegación microinercial redundante (MINGS), lo que le permite alcanzar su objetivo con una precisión de menos de 100 metros de CEP. Además, cuenta con un sistema de control digital completo y un potente ordenador a bordo de quinta generación con arquitectura distribuida, que le permite corregir y guiarse durante las perturbaciones en vuelo.

Una característica destacada del Agni-IV es su escudo térmico de reentrada, capaz de soportar temperaturas de hasta 4.000 ºC, asegurando que los sistemas electrónicos internos funcionen normalmente con una temperatura interna inferior a 50 ºC. El misil puede ser lanzado desde plataformas móviles terrestres, como lanzadores tipo TEL (Transporter Erector Launcher) de 8x8, lo que le proporciona una alta movilidad y capacidad de supervivencia frente a ataques preventivos.

El Agni-IV ha sido probado con éxito en múltiples ocasiones desde su primer lanzamiento en noviembre de 2011. La prueba más reciente se llevó a cabo el 6 de septiembre de 2024 desde la isla Abdul Kalam en Odisha, como parte de un ejercicio del Comando de Fuerzas Estratégicas (SFC) del ejército indio. Durante esta prueba, y siempre según el ejército indio, el misil alcanzó su objetivo con alta precisión, validando su rendimiento operativo y la fiabilidad de sus sistemas.

India ya trabaja en varias versiones avanzadas de este misil, entre ellas el Agni-V, un misil balístico intercontinental (ICBM) con un alcance estimado entre 5.000 y 8.000 kilómetros. Sus ojivas, tanto nucleares como convencionales, también son mayores que las de sus predecesores, con un peso máximo de 1.650 kg. Hace apenas un año, India llevó a cabo con éxito la primera prueba de vuelo del Agni-V equipado con tecnología MIRV (Vehículos de Reentrada Múltiples e Independientes). Esta tecnología, también presente en el Ababeel pakistaní, permite que un solo misil transporte múltiples ojivas, cada una capaz de alcanzar objetivos distintos, lo que mejora significativamente la capacidad de penetración frente a sistemas de defensa antimisiles.