El cónclave en la Capilla Sixtina.

El cónclave en la Capilla Sixtina. Vatican Media Omicrono

Tecnología

El blindaje tecnológico del Vaticano para evitar filtraciones del Cónclave que elegirá al Papa: de inhibidores a cámaras con IA

En el Cónclave el secretismo y el aislamiento es total, y se han adoptado diversas tecnologías para garantizar la incomunicación con el exterior.

Más información: El cardenal Cobo, horas antes de su primer Cónclave: "Sería bueno un papado de 10-15 años, que no sea demasiado largo"

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Este miércoles, 7 de mayo, a las 16:30 hora local -la misma en España peninsular- arrancará el Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, el primer pontífice jesuita de la Iglesia Católica que, tras permanecer un mes ingresado por una grave infección respiratoria en el Hospital Gemelli de Roma, falleció el pasado lunes 21 de abril a los 88 años de edad en su apartamento en la Domus Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, a causa de un ictus cerebral y colapso cardiovascular irreversible.

Un Cónclave en el que el secretismo y el aislamiento es total, que definirá el futuro de la Iglesia Católica y comenzará oficialmente a las 10:00 hora local con una misa Pro Eligendo Pontifice en la que todos los cardenales, voten o no, pueden acudir. Después, los electores realizarán una procesión desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, que ya está totalmente preparada, donde se encerrarán para llevar a cabo la elección del sucesor del Papa Francisco, nacido en 1937 en Buenos Aires (Argentina) con el nombre de Jorge Mario Bergoglio.

Entre los sucesores hay 14 favoritos, desde el 'pro Trump' Raymond Burke hasta el progresista filipino Luis A. Tagle. Uno de ellos saldrá elegido como nuevo Papa, el número 267 de la historia, en un Cónclave a puerta cerrada en el que 132 cardenales de todo el mundo están habilitados para participar; aunque en total son 135, pero se han confirmado dos ausencias por motivos de salud, como la del español Antonio Cañizares. Se desconoce, eso sí, cuánto tiempo tomará elegir al nuevo Papa. Cabe recordar que los dos cónclaves anteriores celebrados en 2005 y 2013 duraron dos días.

La elección del nuevo Papa dentro del Cónclave sigue un ritual. Cada cardenal elector tendrá una tarjeta en la que debe escribir el nombre de su candidato. Después, y por orden de precedencia, la llevarán al altar donde se encuentran los escrutadores y sobre el cual hay un receptáculo cubierto con un plato, donde se depositan para el recuento. Unas papeletas que, después de cada votación, se queman en una estufa ubicada en la Capilla Sixtina, cuyo humo se hace visible desde una chimenea en el tejado el recinto.

Si no se alcanza la mayoría requerida, estas papeletas se queman con una sustancia que produce un humo negro, que es la conocida 'fumata negra'. En caso de que un candidato logre la mayoría necesaria, y tras aceptar el cargo, el humo de la chimenea será de color blanco ('fumata blanca') y repicarán seis campanas de la Basílica de San Pedro, dando a conocer al mundo que hay nuevo Papa. Un Cónclave clave para el cual desde el Vaticano se han preparado adoptando medidas extremas para garantizar la incomunicación con el exterior y evitar filtraciones.

Así blindan al Cónclave

En el año 2005, cuando fue elegido Joseph Ratzinger como Benedicto XVI y por primera vez en la historia, se prohibieron los teléfonos móviles durante el Cónclave. Un mecanismo de elección que, tras la muerte del Papa Francisco, se pone en marcha de nuevo. Para garantizar el total secretismo (bajo pena de excomunión) y aislamiento, que preserve la integridad de los cardenales y asistentes de la reunión, el Vaticano ha adoptado una serie de tecnologías. Y es que 20 años después también deben hacer frente a otros desafíos, como drones y la desinformación.

La Ciudad del Vaticano, que solamente abarca 0,44 kilómetros cuadrados de extensión -siendo el país más pequeño del mundo-, cuenta con 650 cámaras de vigilancia y con la imponente presencia de los agentes del cuerpo de Gendarmería y de la Guardia Suiza Pontificia. Sin embargo, y como novedad con respecto a otras ocasiones, la ciberseguridad y el blindaje digital para evitar cualquier contacto, filtración o intrusión del mundo exterior son los principales retos tecnológicos a combatir para blindar al Cónclave que elegirá al nuevo Pontífice y mantener el secretismo de este importante proceso.

El Cónclave del 1978

El Cónclave del 1978 Vatican Media Omicrono

Una vez comience el Cónclave, para evitar filtraciones los cardenales participantes deberán entregar tanto sus teléfonos móviles como sus ordenadores y tablets; que recuperarán una vez termine este proceso de votación. Además, el personal de vigilancia registrará igualmente hasta dos veces a los cardenales antes de las votaciones para asegurarse de que no llevan ningún dispositivo electrónico encima. En el caso remoto de que alguien logre introducir este tipo de tecnología en la Capilla Sixtina, el Vaticano ha instalado inhibidores de señal dentro de las zonas donde residirán los cardenales y votarán por el nuevo Pontífice.

Los inhibidores de frecuencia son unos aparatos que se pueden conseguir fácilmente y pueden tener desde el tamaño de una petaca hasta el de una maleta. Su propósito es simple: interrumpir las comunicaciones en ciertas frecuencias. Es decir, esta tecnología impide que dos dispositivos se comuniquen entre sí a través de interferencias con radiofrecuencias. Por lo que, aunque el Vaticano cuente con acceso a Internet, cualquier intento de enviar o recibir mensajes con los dispositivos introducidos a escondidas será totalmente inútil, ya que la sede se convierte en un auténtico búnker electrónico.

Fotomontaje de la Basílica de San Pedro y un inhibidor de señales.

Fotomontaje de la Basílica de San Pedro y un inhibidor de señales. Vatican News/N.C. Omicrono

La Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano ya advirtió el pasado lunes a todos sus residentes y trabajadores que desactivará todas las instalaciones de transmisión de la señal de telecomunicaciones celulares y de radio para garantizar la "seguridad de las actividades para la elección del Sumo Pontífice". Un apagado que comenzará a partir de las 15:00 hora local y cuya señal no volverá hasta que no se designe un nuevo Papa. Eso sí, los smartphones podrán funcionar sin problema en las columnatas de la plaza de San Pedro, fuera de las paredes del Vaticano.

Ventanas tapadas e IA

El Vaticano también tapa de forma temporal las ventanas de la Capilla Sixtina con películas opacas especiales antidrones y antiláser. Y es que actualmente estos primeros, como los satélites, que cuentan con inteligencia artificial (IA) capaz de interpretar el movimiento de los labios, pueden tomar fotografías de los rostros de las personas desde una gran distancia y revelar información importante. Para evitarlo, además de cerrar puertas y ventanas, la medida más elemental y efectiva, en el templo decorado por Miguel Ángel se colocan este tipo de láminas.

La Capilla Sixtina, donde tiene lugar la elección del Papa.

La Capilla Sixtina, donde tiene lugar la elección del Papa. Vatican Media Omicrono

Las películas opacas son ideales para ganar intimidad y protegerse de miradas indiscretas. Es un tipo de lámina o vinilo adhesivo fácil de instalar que se aplica directamente sobre el vidrio de la ventana para bloquear la visibilidad a través de él, impidiendo que se vea hacia adentro o hacia afuera; ofreciendo privacidad total y, en muchos casos, reducción de la entrada de luz. Por lo que una vez aplicada, nadie podrá ver a través de la ventana de la Capilla Sixtina. Así el Vaticano puede conseguir su objetivo de preservar el silencio, la confidencialidad y la integridad del Cónclave.

Esta medida también puede evitar que el nombre del nuevo Pontífice se filtre antes de tiempo e impedir que los drones o satélites puedan tomar fotografías desde el exterior. El Vaticano va a realizar igualmente inspecciones minuciosas antes y durante el proceso para detectar cualquier dispositivo espía. Como gran novedad para esta ocasión, se recurrirá también a la inteligencia artificial para proteger el proceso, ya que es una tecnología que con el paso del tiempo se ha convertido en una gran herramienta para detectar amenazas en tiempo real.

El Vaticano ha implementado inteligencia artificial en el proceso de elección del nuevo Papa, aunque no ha especificado exactamente cómo, según explican desde el medio internacional Wired. Se baraja la posibilidad de que las propias cámaras de la Ciudad del Vaticano incorporen un sistema de IA que sea totalmente capaz de 'comprender' lo que están viendo y de advertir de anomalías gracias a algoritmos entrenados.

Por ejemplo, que puedan identificar comportamientos inusuales, detectar objetos prohibidos o reconocer patrones de movimiento. Otra estrategia más clásica contra las filtraciones son los diferentes juramentos que deben prestar el personal, los funcionarios y los cardenales que votan. Unos días antes, estos "prometen y juran... [no] utilizar ningún tipo de transmisor o receptor ni ningún equipo fotográfico", incluso después de la elección del nuevo Pontífice, a menos que obtengan "permiso especial y autorización explícita" para ello.

Un momento del juramento de los oficiales y de los encargados del Cónclave.

Un momento del juramento de los oficiales y de los encargados del Cónclave. Vatican Media Omicrono

También realizan otro juramento similar durante la primera reunión del Cónclave, prometiendo "guardar escrupuloso secreto" sobre todo lo que se discuta en las reuniones y todo lo que esté relacionado de alguna manera con la elección. Durante lo que dura el proceso, los cardenales electores tampoco pueden enviar cartas, escritos ni nada impreso a sus compañeros ni a otras personas. Igualmente, durante el momento de elección no hay acceso a los periódicos. Si cualquiera de los implicados rompe los juramentos se enfrenta a la excomunión inmediata por parte de la Sede Apostólica.