Montaje de Pedro Rey, profesor de Economía en ESADE.

Montaje de Pedro Rey, profesor de Economía en ESADE.

Sociedad

Pedro Rey, economista: "Con un salario de 100.000 euros las personas no son más felices"

Es una característica humana el aspirar a ganar más, pero existen estudios que concluyen que el poder adquisitivo no es sinónimo de felicidad. 

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¿El dinero da la felicidad? Pasan los años, cambian las épocas, la sociedad evoluciona, pero algunos debates son eternos. Por ello, se han publicado múltiples estudios que tratan de resolver esta incógnita desde el punto de vista económico, pero sobre todo desde el psicológico. 

Pedro Rey, economista, ha reflexionado sobre la felicidad y el dinero en una entrevista en el programa Economía de Bolsillo de Radio Nacional. Ha comenzado parafraseando a Lola Flores, ya que según los últimos estudios, "el dinero no da la felicidad, pero quita los nervios". 

Aunque no todo dependa de tu salario y del montante que ingresas en tu cuenta bancaria, existen unos mínimos necesarios para poder levantarse por las mañanas y esbozar una sonrisa. En contrapartida, la presión a la que están sometidos los empresarios multimillonarios tiene efectos negativos.

"Todos necesitamos una cantidad de dinero suficiente para poder vivir, pero a partir de que cubrimos ese nivel, las cantidades adicionales de renta nos van dando cada vez menos y menos felicidad", revela el profesor titular de ESADE

Además, ha citado un estudio de la prestigiosa revista Nature Human Behaviour en el que directamente especifican a partir de qué cifra el dinero no aporta más felicidad, "el momento en el que llegamos al tope". 

"Hay artículos recientes que nos dicen que con 100.000 euros, alrededor de 95.000 dólares como sueldo, las personas no son más felices". Y añade que solo un 2% o un 3% de la población mundial alcanza esta cifras, pero que a partir de ahí la alegría se estanca.   

Así, este experto focalizado en la economía del comportamiento, recomienda dejar de enfocarnos en aumentar los ingresos constantemente porque "llega un punto de saciación en el que el dinero no nos hace especialmente felices". 

Utilidad marginal

En este marco, a la pregunta de cómo afecta la utilidad marginal al debate en cuestión, Pedro Rey ha recordado que consiste en el aumento de satisfacción que una persona obtiene al consumir una unidad adicional de un bien o servicio.

Aunque, en términos prácticos, lo define como utilizar una "función matemática para hablar de lo que nos hace felices".

Por lo tanto, "la utilidad marginal decreciente se traduce en que cada vez que tenemos más dinero somos un poco más felices, pero que ese incremento cada vez es más pequeño", ya que se alcanzan cotas de poder adquisitivo que difuminan su utilidad.