Vistas desde la azotea acristalada Sky of Salia.

Vistas desde la azotea acristalada Sky of Salia. Ibiza Spotlight

Restaurantes

'Katsu sando' de cerdo negro y ceviche de sirvia: el restaurante con vistas al mar para comerse Ibiza de una forma diferente

El chef Miguel López dirige esta propuesta culinaria ubicada en el hotel Can Salia. 

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“Hemos llegado”, anuncia el conductor. Tras nosotros dejamos kilómetros de costa mediterránea, apartamentos a precios desorbitados, y algún que otro colegio en mitad de la naturaleza con el que soñarían muchos estudiantes del centro de Madrid.

“Ese restaurante salió en mi examen para conseguir el carnet de taxi”, dice Melih señalando Can Pujol, uno de los templos de cocina ibicenca tradicional, fundado en 1980 y nombrado 'Mejor restaurante de Ibiza' en 2024 por la Academia de Gastronomía de la isla.

Junto a él, a pocos pasos, se alza Can Salia, un lujoso hotel de 4 estrellas que ha obtenido diversos premios por su compromiso con la sostenibilidad. Inaugurado en 1985 con el nombre de Marina Palace Prestige, fue rehabilitado por completo en el año 2021 y volvió a abrir sus puertas bajo el nombre por el que se le conoce ahora. (Aunque, curiosamente, en Google Maps todavía aparece la imagen de la fachada antigua, en un extraña lucha o resistencia de un pasado que se niega a desaparecer del todo).

Actualmente, Can Pujol y Can Salia dibujan dos paisajes bastante diferentes, dos Ibizas como dos hermanas: la más castiza, la del bullit de peïx y la caldereta de langosta; y la más internacional y turística, la de los resorts blancos con piscina, gimnasio y cocina fusión.

Ambos escenarios no sólo son capaces de convivir perfectamente si se lo proponen, sino que pueden enriquecerse mutuamente: disfruta de un clásico arroz a banda en el comedor de Can Pujol y después refréscate con unos cócteles en la magnífica azotea de Can Salia (considerada una de las mejores de la isla pitiusa); o viceversa. 

Pero, ¡ojo!, Can Salia no sólo son copas y vistas maravillosas al mar. El alojamiento también cuenta con su propio restaurante, Taste of Salia, capitaneado por el chef Miguel López, que combina productos locales con elaboraciones de otras gastronomías para lograr platos sanos, de temporada y ecológicos.

Ejemplo de ello es su delicioso katsu sando de porc negre con mole hecho a partir de frutos secos de Ibiza y sustituyendo el chocolate por algarroba (volvería allí sólo para comerme tres seguidos), o el ceviche de sirvia (una especie de pez limón autóctono) con lima ibicenca a la brasa y puntitos de puré de boniato. 

No obstante, lo que prevalecen son los sabores de su tierra: cantan una oda al pollo payés con un plato de paté hecho con el hígado del animal y acompañado de hierbas ibicencias y hechizan con el risotto de mar y montaña, que lleva sepia y láminas del guanciale de cerdo negro ibicenco procedente de la Cooperativa Carn i Coop, quienes también elaboran una sobrasada a partir de la raza autóctona del cerdo ibicenco.

Sorprende la gran cantidad de ingredientes que Miguel puede llegar a introducir en un solo plato, uno de los rasgos más característicos de su cocina. El mimo, el entusiasmo y la sonrisa perpetua del chef son también otros rasgos que se perciben y transmiten en cada receta y que el comensal agradece “en este tiempo hostil, propicio al odio”, parafraseando a Ángel González.

El chef Miguel López con una porción de sobrasada.

El chef Miguel López con una porción de sobrasada.

La sala de Taste of Salia tiene dos espacios: un comedor interior con paredes acristaladas desde donde se ve la piscina del hotel y la playa y una amplia terraza exterior, perfecta ahora que se acerca el verano. No podemos olvidar tampoco la ya mentada azotea, Sky of Salia, desde donde gozar de atardeceres de película con una de sus bebidas en la mano.

Y si tienes ganas de más (en Ibiza siempre hay ganas de más), date un paseo hasta Dodò Gelato, una heladería en Carrer des Caló que recomiendan los chefs Óscar Molina (La Gaia) y José Miguel Bonet (Es Ventall). Sus favoritos son el helado de vainilla Bourboun, el de cacahuete y el de cereza. ¿Y los vuestros?