Un Fournier excelso se lleva el duelo de gigantes ante Hezonja y acaba con el sueño imposible del Real Madrid en la Euroliga

El Real Madrid dijo adiós a la Euroliga. Creyó el público, lo hicieron también los hombres de Chus Mateo, pero Evan Fournier dinamitó cualquier atisbo de remontada con una exhibición propia de un jugador de su nivel. Olympiacos jugará la Final Four (84-86). Los blancos murieron en la orilla con un triple prácticamente sobre la bocina fallado por Abalde que hubiera forzado el quinto encuentro. [Narración y estadísticas del partido].

Fournier estuvo omnipresente en el Movistar Arena. No demasiado acertado en el triple, pero penetró como un cuchillo en la zona madridista y se generó infinidad de tiros libres que sostuvieron a los helenos en su momento más delicado.

No jugó en el Palacio de los Deportes hace dos días. Fue duda hasta última hora esta noche. Pero le dio igual, se echó el equipo a la espalda y ofreció una masterclass. No le tembló la muñeca en un tiro libre que acabó siendo decisivo.

El francés le ganó el duelo de gigantes a Mario Hezonja. El croata tiró del carro del Real Madrid y mantuvo con vida a los suyos hasta el último momento. Hizo todo y más con sus triples, tiros de media distancia y un par de penetraciones que dejaron claro su poderío. Sin embargo, su partidazo quedó en balde.

El Real Madrid se mantuvo con vida hasta el final y una decisión más que discutible de los árbitros cortó de raíz una dinámica que bien podría haber cambiado el signo del choque. Los de Chus Mateo lograron reducir de 15 a 4 su desventaja y atacaban para ponerse a dos cuando se señaló una falta de Tavares en el bloqueo. Una infracción muy dudosa que significó también la expulsión del caboverdiano y la pérdida de posesión de los blancos.

Fue ahí, cuando más les temblaban las manos a los jugadores del conjunto griego, el momento en el que apareció en escena Vezenkov. Desaparecido en combate durante todo el choque (anotó su primera canasta a los 27 minutos) se sacó de la chistera un triple inverosímil que dejó helado a todo el Movistar Arena.

Por milímetros

No dejó de creer el Real Madrid. Un equipo inquebrantable que se agarró como a un clavo ardiendo a su competición fetiche. Una acción para intentar forzar el quinto partido y meter toda la presión del mundo a los helenos.

Quedaban 10 segundos. Los de Chus Mateo se encontraban dos puntos por debajo y tuvieron la opción de mandar el choque a la prórroga o jugárselo todo o nada con un triple. Y así fue.

Abalde se lamenta tras fallar el triple decisivo. EFE

Campazzo lideró el ataque, penetró hasta la zona, pero se arrepintió en el último momento y le cedió el cuero a Hezonja. El croata sucumbió también en el intento de atacar el aro y se la dio a Abalde para que sobre el '6' blanco recayera toda la responsabilidad.

Recibió, fintó hacia su derecha y lanzó con el espíritu de Belgrado en busca del milagro. No pudo ser. Su lanzamiento tocó el aro y el Real Madrid quedó apeado de la Euroliga. Un jarro de agua fría para un equipo al que se le presenta la Liga Endesa como su última bala para salvar la temporada.

Real Madrid 84-86 Olympiacos

Real Madrid (21+26+18+19): Feliz (9), Abalde (7), Musa (12), Hezonja (21), Tavares (4) -cinco inicial-, Llull (11), Garuba (-), Campazzo (9), Hugo González (5), Bruno Fernando (6), Ndiaye (-).

Olympiacos (16+26+26+18): Williams-Goss (10), Fournier (23), Papanikolau (12), Vezenkov (10), Fall (6) -equipo inicial-, McKissic (-), Peters (9), Milutinov (7), Lee (2), Walkup (-), Wright (2), Vildoza (5).

Árbitros: Damir Javor (Eslovenia), Milivoje Jovcic (Serbia) y Milan Nedovic (Eslovenia). Eliminaron por faltas personales a Tavares (m.36)

Incidencias: Cuarto partido de los cuartos de final de la Euroliga, disputado en el Movistar Arena de Madrid ante 11.368 espectadores.