
Brad Pitt, delante del box de Ferrari
Netflix y 'Drive to survive' cambiaron la Fórmula 1 y ahora Brad Pitt y 'F1: La película' tratan de ampliar aún más el público
Una estrategia de marketing sin precedentes ha convertido al campeonato en un fenómeno global al unir entretenimiento, redes sociales y acceso sin filtros.
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Liberty Media ha logrado lo que parecía imposible hace apenas una década: transformar a la Fórmula 1 en un producto de masas, transversal, vibrante y culturalmente relevante.
Desde su adquisición del campeonato en enero de 2017 por 4.400 millones de dólares, la compañía estadounidense ha implementado una estrategia agresiva e innovadora para modernizar y ampliar el alcance del Gran Circo.
Primero lo hizo con la serie documental de Netflix Drive to Survive, y ahora redobla su apuesta con F1: la película, una superproducción protagonizada por Brad Pitt que busca reventar la taquilla mundial este verano.
Una revolución narrativa
La irrupción de Drive to Survive marcó un antes y un después en la forma en que se consume y se percibe la Fórmula 1.
Estrenada en marzo de 2019, esta serie documental ofreció por primera vez una mirada íntima, humana y accesible a los entresijos del campeonato.
Producciones anteriores habían mostrado la espectacularidad técnica y visual del deporte, pero ninguna había logrado narrar sus historias desde el ángulo emocional de sus protagonistas.
La clave del éxito fue, precisamente, abrir las puertas de un ecosistema hasta entonces hermético. "Lo emocionante de la Fórmula 1 es que estaba cerrada", explicaba Zak Brown.
"No se podía mirar dentro. La gente llevaba años queriendo ver lo que ocurre en el paddock de la Fórmula 1. Pero no se les permitió. Sin embargo, ahora hemos abierto nuestras puertas", declaró el CEO de McLaren.
Este acceso exclusivo, combinado con una narrativa ágil, drama competitivo y conflictos personales, captó la atención de un público nuevo y joven. Solo en Estados Unidos, la audiencia televisiva de la F1 creció un 41% entre 2019 y 2021.
En plataformas como Netflix, Drive to Survive se colocó entre los diez contenidos más vistos en más de 50 países.
Los datos respaldan el impacto de esta transformación. Entre 2017 y 2021, la edad media del aficionado descendió de 36 a 32 años, y el porcentaje de mujeres en la audiencia prácticamente se duplicó.
En Europa, los fans menores de edad superaron los 20 millones, y en Estados Unidos, el grupo de edad de 12 a 17 años creció un 49%.
En 2020, más de 2,8 millones de jóvenes de la Generación Z se sumaron como nuevos seguidores del campeonato.
La F1, que durante décadas luchó por encontrar un lugar en la compleja escena deportiva estadounidense, logró con esta estrategia lo que ningún Gran Premio había conseguido: generar conversación y emoción constante fuera del circuito.
Todo esto se tradujo en cifras récord de asistencia y beneficios. En 2024, los ingresos llegaron a los 3.400 millones de dólares, con un beneficio neto de 500 millones y una asistencia global de 6,5 millones de personas a los circuitos.

Brad Pitt y Lewis Hamilton, en el Gran Premio de Estados Unidos de F1 2022
De la televisión al cine
Ahora, Liberty Media da un paso más en su estrategia de expansión cultural y mediática. El próximo 27 de junio se estrena F1: la película, protagonizada por Brad Pitt y dirigida por Joseph Kosinski.
El film promete captar no solo a los fanáticos de la competición, sino también a los cinéfilos de todo el mundo.
Su presupuesto de 300 millones de dólares y la implicación directa de Lewis Hamilton como coproductor garantizan una apuesta total por el realismo y la fidelidad al deporte.
Pitt interpreta a Sonny Hayes, un expiloto que vuelve a la competición tras un accidente que truncó su carrera.
El guion, que mezcla redención, velocidad y drama humano, ha sido diseñado con la asesoría de pilotos reales y ha sido rodado en escenarios auténticos durante fines de semana de Grandes Premios.
Se ha filmado en plena acción, con cámaras montadas en coches reales que superaban los 290 km/h, y ha contado con cameos de estrellas como Fernando Alonso, Carlos Sainz, Max Verstappen y el propio Lewis Hamilton.
F1: la película no es solo una producción inspirada en el deporte, sino una colaboración total con el ecosistema de la Fórmula 1.
Las escuderías, los pilotos, los circuitos y las marcas han participado activamente en el rodaje, conscientes de que esta historia puede ser una nueva vía para atraer a millones de nuevos espectadores.

Damson Idris con los coches de 'F1: la película'
Mercedes-AMG Petronas ha llevado la alianza un paso más allá. Presentó en el Gran Premio de Miami el modelo Mercedes-AMG GT 63 "APXGP Edition" 2026, inspirado en la escudería ficticia de la película.
Solo se fabricarán 52 unidades de este modelo exclusivo con motor V8 biturbo de 577 caballos de fuerza.
Su diseño y acabados son un tributo a la estética de la competición, pero también una muestra de cómo cine, deporte y marketing pueden fusionarse de manera sinérgica.
Entretenimiento como estrategia
La estrategia de Liberty Media ha sido clara: convertir a la Fórmula 1 en un espectáculo que va más allá de las carreras.
La clave no ha estado solo en mejorar la competición, sino en hacerla visible y relevante en otras esferas.
Incluso han transformado los fines de semanas de Gran Premio en grandes eventos con GP como Miami, Las Vegas, Singapur o el futuro de Madrid en el que lo deportivo y el espectáculo se entrelazan.
Con Drive to Survive, la serie se convirtió en un fenómeno cultural que cruzó fronteras. Con F1: la película, el objetivo es consolidar esa conquista y ampliar aún más los horizontes.
Las cifras demuestran que esta fórmula funciona. Mientras otros deportes luchan por mantener a su base de aficionados, la F1 ha logrado crecer en audiencia, facturación y asistencia en plena era del entretenimiento digital.
Gracias a una estrategia inteligente que une narrativa, redes sociales, tecnología y espectáculo, se ha consolidado como una de las disciplinas más pujantes del siglo XXI.
La colaboración entre Netflix y la F1 continúa evolucionando. La séptima temporada de Drive to Survive se estrenó en marzo de 2025 y Netflix está considerando pujar por los derechos de retransmisión en Estados Unidos a partir de 2026.
Este fenómeno también ha inspirado a otras disciplinas como la NBA, el golf o el ciclismo a desarrollar sus propias docuseries, conscientes del potencial de este formato para fidelizar audiencias y atraer nuevos públicos.
En la era de los contenidos, la Fórmula 1 ha demostrado que, con visión y audacia, hasta los deportes más técnicos pueden conquistar el corazón del público masivo.
La apuesta de Liberty Media es ambiciosa, pero el resultado ya es evidente: la F1 es hoy más joven, más global, más rentable y más emocionante que nunca. Y lo que está por venir promete aún más velocidad.