La estadounidense Coco Gauff conquista su primer Roland Garros tras derrotar en tres sets a una errática Aryna Sabalenka

La estadounidense Coco Gauff se ha impuesto este sábado a la número uno del mundo, Aryna Sabalenka, en la final femenina de Roland Garros (6-7, 6-2, 6-4).

La irregularidad, el nerviosismo y el exceso de errores desde el saque jugaron una mala pasada a la bielorrusa, que alternó grandes puntos con un juego muy inestable y acelerado. Gauff, más sobria, fue mejor a los puntos.

La norteamericana, número dos del ranking ATP, suma el segundo Grand Slam de su carrera y el primero en París. Desde Serena Williams en 2015, ninguna estadounidense ganaba en la arcilla francesa.

Se enfrentaban las dos mejores raquetas del tenis femenino y la final no defraudó, aunque el viento y los nervios dejaron ver sus vulnerabilidades.

El primer set se alargó más de una hora y fue una exhibición de tenis por parte de las dos mejores jugadoras del mundo.

Sabalenka peleó contra Coco Gauff, contra el viento y, sobre todo, contra su propia cabeza. Se complicó de más, pero acabó llevándose el primer parcial.

La bielorrusa empezó como un tiro y rompió muy rápido a su rival. Pronto se vio 4-1 arriba y parecía tener encarrilado el set, pero la resistencia de Gauff y los nervios cambiaron el curso del partido.

Con 5-4 a favor, servía para ganar el set, pero se complicó la vida y entregó el break a su rival tras más de diez minutos de juego.

Dos faltas dobles evidenciaron su nerviosismo y la dificultad de sacar con el viento en contra. Después, el juego se enredó en el deuce y, hasta en tres ocasiones, mandó la pelota contra la red con bola de set a favor.

Pero la número uno sacó su mejor tenis para realizar un contrabreak que volvía a ponerle el primer parcial de cara.

La lección parecía aprendida, pero otra vez Sabalenka titubeó desde el servicio y los errores no forzados regalaron otro contrabreak a Gauff. El set se marchaba al tie break.

El derrumbe mental de Sabalenka se prolongó en el inicio del desempate. En un abrir y cerrar de ojos, 3-0 para la estadounidense.

Los gestos de impotencia y rabia invadieron a la bielorrusa, como si se diera por vencida antes de tiempo. Sabía que había tenido la manga en la mano y se la estaba dejando escapar.

Sabalenka celebra el punto con el que ganó el primer set. Reuters Reuters

Ahí, al filo de la navaja, algo se encendió en Sabalenka para comenzar a desplegar su repertorio: dejadas, un gran passing junto a la línea y voleas desde la red. 5-5.

En el momento decisivo, ahora sí, Sabalenka encadenó dos puntazos desde la red para llevarse el primer set y respiró aliviada. Ella misma ganó el set, y ella misma pudo haberlo perdido.

Segundo set

El segundo set empezó donde ambas lo dejaron en el anterior. Se quejaban del viento, muy molesto en esta jornada de sábado, pero a este nivel hay que lidiar con los elementos.

Sabalenka empezó sirviendo y se complicó la vida otra vez. Gauff logró estirar el juego hasta el 40 iguales.

Se repetía el guión del primer set, con Aryna errando desde el saque en los momentos clave y blasfemando por sus propios errores. Break para Gauff.

Después de lo sucedido en el tie break, romper a su rival fue un soplo de aire fresco para la estadounidense, que se sacudió la presión y dejó los mejores detalles del partido para llevarse un juego en blanco y poner el 2-0.

El pulso del partido lo tenía la estadounidense. Venció sin problemas para poner el 3-1 y le endosó un break en blanco a Sabalenka.

Paradójicamente, la ganadora del primer set salió debilitada y Gauff se mostraba más confiada.

Con 4-1 en el marcador y el servicio a favor, el segundo parcial se estaba poniendo cara para la estadounidense, mucho más sobria y regular: 9 errores no forzados por 19 de la número uno en el set.

Era un momento crucial y las dos tenistas demostraron su nerviosismo, encadenando todo tipo de errores y alternando las ventajas.

Con 4-2, la sensación es que Sabalenka tenía más trucos en la chistera, pero su irregularidad y su incomodidad desde el saque arruinaban sus opciones.

Otra vez, desde el saque, llegó el cortocircuito. Otro break en blanco para Gauff, 5-2 y servicio para ganar el set.

En un partido en el que ambas estaban sufriendo desde el saque, la norteamericana no desaprovechó la oportunidad y se llevó el juego en blanco para amarrar la segunda manga. Tablas en el partido.

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Set definitivo

El reloj de la final rozaba las dos horas cuando llegaba el set decisivo para definir el título de Roland Garros.

Sabalenka salió muy agresiva. Si el juego psicológico le estaba fallando, era momento de apostar por el saque y volea. Primer juego sin dificultades y grito de rabia liberador.

Gauff cumplió los deberes desde el saque para poner la igualada. Ninguna de las dos podía permitirse el festival de roturas que hasta ahora había caracterizado el partido, pero los nervios seguían en la pista.

Sabalenka volvió a visitar a los fantasmas del pasado y, con una doble falta, permitió otro break de Gauff. 2-1.

Resto de Coco Gauff durante la final de Roland Garros. Reuters Reuters

Se desesperaba la bielorrusa y miraba a la grada, buscando respuestas en su equipo y visiblemente enfadada por verse lejos de su nivel.

La estadounidense había encontrado la clave para desconectar los potentes golpes de su rival: cuánto más se alargasen los intercambios de golpes, mejor.

Si empezó el partido resistiendo el vendaval de su rival. Gauff fue creciendo en el partido y haciendo méritos, mejor en todos los aspectos del juego.

Con el 3-1, Sabalenka volvió a complicarse la vida desde el saque a base de dobles faltas y errores no forzados. El viento volvía a soplar fuerte y los golpes ganadores apenas llegaban.

Se salvó de otro break de puro milagro y respiró cuando el resto de Gauff se fue fuera para poner el 3-2 en el marcador. Cada punto de la bielorrusa venía con un grito de alivio o de rabia.

Sabalenka grita de rabia tras evitar el break de Gauff. Reuters Reuters

Como ya sucediera en el tie break del primer set, Sabalenka solo se logró relajar y entonar cuando se vio al borde del abismo. Logró romper a Gauff y poner el 3-3 en el momento más delicado.

Pero el servicio fue el talón de Aquiles una vez más. Por ella, solo hubiera sacado Gauff. Otro contrabreak más para Gauff, el tercero en blanco y 8-4 en el global.

Rozando la hora y media, el partido se ponía de cara para Gauff, con 4-3 y servicio a favor. No falló y dejó sin margen de error a Sabalenka.

La bielorrusa no podía permitirse más errores desde el saque, pero ni al filo de la derrota logró tranquilizarse. Con 40-15 arriba, volvió a complicarse y se salvó después de mandar el juego al deuce.

Sabalenka, emocionada al final del partido. Reuters Reuters

Gauff servía para ganar pero la número 1 rompió para alargar un poco más el partido. Se aferró a la vida, pero el guión de todo el partido se respetó hasta su desenlace.

Con 5-4 para Gauff y el servicio a favor de la bielorrusa, Sabalenka volvió a arruinar sus opciones y cedió el en noveno break del partido para sellar el primer Roland Garros para la estadounidense.

Sabalenka acabó el partido destrozada, llorando y frustrada por la oportunidad perdida. Tras eliminar a la gran dominadora de la tierra batida (Swiatek) en semifinales, la gloria de París deberá esperar para ella.

"Siento esta final tan terrible, volveré más fuerte", prometía entre lágrimas sin consuelo al recibir el reconocimiento por haber llegado a la final.

La que sí logró abrazar la eternidad de la ciudad de la luz fue Gauff, primera campeona estadounidense de Roland Garros desde Serena Williams en 2015.

Coco Gauff se tira al suelo tras el punto ganador de la final de Roland Garros. Reuters Reuters