La población ha crecido en la región en más de 100.000 personas desde 2021.

La población ha crecido en la región en más de 100.000 personas desde 2021.

Región SOCIEDAD

El 28% de los nuevos habitantes de Castilla-La Mancha son extranjeros, con Marruecos como principal emisor

Unos 32.000 foráneos han llegado a la región entre 2021 y 2023, de los que algo más de 6.000 procedían del país norteafricano.

Más información: Nunca antes había vivido tanta gente en Castilla-La Mancha: los datos más llamativos sobre una población que sigue creciendo.

Álvaro de la Paz
Publicada

Castilla-La Mancha recibió 116.390 nuevos vecinos entre 2021 y 2023. El final de la pandemia aceleró el crecimiento poblacional de la región. La comunidad autónoma se nutre, fundamentalmente, del importante aporte migratorio interior; es decir, de los miles de ciudadanos de otros lugares de España que escogen este territorio para residir. Además del morador de origen nacional, destaca el importante caudal procedente de terceros países. Uno de cada cuatro recién llegados tiene orígenes foráneos.

El efecto de la cercanía con Madrid, especialmente en las zonas del corredor del Henares, en Guadalajara, y la comarca toledana de La Sagra, se apunta como el factor principal del aumento demográfico de la región en el siglo XXI. El atractivo de ambos espacios, singularmente como espacio residencial -también por la industria, con la logística como actividad transversal-, ha contribuido a amortiguar la pérdida de habitantes de las áreas rurales y alejadas de las respectivas capitales de provincia.

En el trienio 2021-2023, han sido 84.115 las personas con nacionalidad española que se han desplazado desde sus anteriores lugares de residencia hasta Castilla-La Mancha. El 72,3% de los nuevos vecinos de la región son, por tanto, nacionales. La proporción confirma la existencia de una importante masa de pobladores con otra nacionalidad. Así, el 27,7% de la población que la región ha sumado en los tres últimos años procede de terceros países.

De los 32.275 extranjeros censados en la comunidad autónoma desde 2021, el país que ha enviado una representación más nutrida es Marruecos. Un total de 6.097 nuevos moradores proceden del reino alauí. Sudamérica es otro continente fundamental para comprender la realidad social que emerge en la región. Desde Colombia han llegado 4.723 personas, mientras que desde la inestable Venezuela han recalado 2.655 personas.

Procedentes de Ucrania han arribado 578 residentes. Se trata de una cifra comparativamente más baja que la de los principales países emisores; es también inferior a la registrada por la también europea Rumanía, desde donde han llegado 4.141 nuevos residentes. Incluso desde China, el estado más importante del Lejano Oriente, ha llegado más gente (1.291 personas). Por tanto, la agresión rusa contra la soberanía ucraniana no parece haber tenido un efecto significativo en la demografía de la región.

Explosión residencial

Los efectos de la pandemia se antojan como la causa detrás del repunte, aunque resulta difícil separar los factores concretos. La tendencia resulta, además, creciente: cada año ha mejorado el registro anterior. En 2023, llegaron 45.707 habitantes; en 2021, un ejercicio aún marcado por las restricciones sanitarias, fueron 32.350 los nuevos vecinos incorporados.

El rápido crecimiento ha alcanzado un ritmo similar al que caracterizó la primera década del siglo XXI. En 2001, la región contaba con 1,75 millones de habitantes; un decenio más tarde, los censos reunían a 2,11 millones. De media, se incorporaron 36.000 personas por año, apenas dos o tres mil menos que el promedio del último trienio.

La adición de más de 100.000 personas en tan corto espacio de tiempo ha contribuido a amplificar algunos problemas preexistentes en algunos puntos de la región, como la vivienda o la saturación de algunos servicios asistenciales. Las proyecciones demográficas elevan la población en los años venideros, una circunstancia que obliga a los poderes públicos y la iniciativa privada a ofrecer mejoras en aquellas áreas en que la llegada de nuevos habitantes pueda generar dificultades.

Ciudades y corona madrileña

Las ciudades de Guadalajara y Toledo registran sus padrones más voluminosos. La capital de provincia ha llegado a los 90.909 censados; la cabecera autonómica cuenta con 86.526 vecinos. El comportamiento de las otras tres capitales provinciales mantiene un tono positivo.

Además de las ciudades con raigambre institucional, el aumento de población en Castilla-La Mancha tiene como escenarios principales a las comarcas del Henares y La Sagra. Las ciudades más importantes de ambas, Azuqueca de Henares e Illescas, superan los 30.000 empadronados (35.894 y 32.159 respectivamente). Además, municipios como Pioz, Alovera o Quer, en el lado de Guadalajara, y Seseña, Yuncos o Yeles, en territorio toledano, han multiplicado varias veces el tamaño que poseían en el último tercio del pasado siglo.