Piscina natural del Puente de San Pedro.

Piscina natural del Puente de San Pedro.

Turismo

La piscina natural más bonita de Castilla-La Mancha está en Guadalajara, según National Geographic: "Belleza salvaje"

Tiene un divertido tobogán, aguas turquesas y una arboleda ideal para familias y grupos grandes.

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Castilla-La Mancha alberga rincones de naturaleza virgen que siguen sorprendiendo incluso a los viajeros más experimentados. Uno de ellos, según National Geographic, se encuentra en la provincia de Guadalajara: la piscina natural del Puente de San Pedro, en pleno corazón del Parque Natural del Alto Tajo.

Allí, donde el río Tajo aún es joven y vigoroso, el curso fluvial se ensancha en un remanso cristalino que invita al baño, al descanso y al asombro. "El Tajo no parece el Tajo hasta que lo cruza la carretera CM-2015", relata la revista, que se rinde ante la espectacularidad de este paraje.

A ese punto exacto lo define como un "mirador natural" donde el río, tras abrirse paso entre cañones y desfiladeros, "se muestra en todo su esplendor". Lo que antes era un tramo inaccesible y salvaje, hoy se ha transformado en una piscina natural prístina gracias a un sistema de control de acceso que ha logrado preservar su esencia.

Tranquilidad y limpieza

El secreto de su conservación, señala National Geographic, radica en una iniciativa sencilla pero efectiva: un sistema de reserva de plazas de aparcamiento gestionado por el Cañón del Tajo, activo solo durante julio y agosto. Por un coste simbólico -3 euros entre semana y 7 los fines de semana-, los visitantes pueden estacionar sin aglomeraciones.

La recompensa es una zona de baño libre, tranquila y limpia, donde las aguas turquesas del Tajo se mezclan con las del río Gallo, rodeadas por pinares, rocas y un paisaje de belleza primitiva. Las pozas que se forman son amplias, ideales para familias, parejas o grupos de amigos. Y para los más aventureros, un pequeño tobogán natural en una de las paredes sumergidas añade un toque lúdico a la experiencia.

El entorno pone todo lo demás. Desde la ribera se puede contemplar un imponente peñasco de más de veinte metros coronado por un pino solitario, mientras que la vegetación permite improvisar pequeñas calas privadas entre matorrales. La otra orilla, con su arboleda generosa, ofrece sombra y frescor para quienes buscan pasar el día entero al aire libre.

Esta joya natural no está sola. Muy cerca se encuentran otros tesoros del Alto Tajo como el Salto de Poveda, con su puente peatonal, su cañón y la antigua presa, o el Hundido de Armallones, más salvaje e inexplorado. Un conjunto de oasis de agua dulce que confirman la transformación del Alto Tajo en un destino veraniego cada vez más sofisticado, sin perder su carácter salvaje.

Atractivos culturales

Además del baño, la comarca ofrece numerosos atractivos culturales. El Puente de San Pedro pertenece al municipio de Zaorejas, situado a poco más de 8 kilómetros, donde se puede disfrutar de casas rurales, restaurantes y un ambiente tranquilo.

Muy cerca, la ermita de la Virgen de la Hoz sorprende por su ubicación en un cañón de arenisca roja labrado por el río Gallo, y Molina de Aragón cautiva con su legado histórico árabe, judío y cristiano.

Para los amantes del senderismo y la espiritualidad, el monasterio cisterciense de Buenafuente del Sistal ofrece un refugio único desde el que parten rutas que permiten observar el Tajo desde las alturas, justo antes de que abandone su forma más salvaje y se encamine hacia su transformación como embalse en Entrepeñas o río monumental en Aranjuez y Toledo.