Trump señala a España como el 'farolillo rojo' de la OTAN mientras Sánchez trata de rentabilizar su enfrentamiento

Pedro Sánchez siempre ha sabido leer las olas para encontrar la buena, aquella a la que subirse teniendo en cuenta el humor social. Ahora, en su peor momento como presidente del Gobierno, ha subido a la tabla de la política internacional y, especialmente, la de antagonista y la tensión frente a Donald Trump.

Ya había usado antes la de política internacional, ámbito en el que se siente cómodo, con la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid y que le sirvió para mostrarse como líder mundial, el antagonismo con Benjamín Netanyahu o la negociación de los fondos europeos, entre otros hitos.

Estados Unidos contradice a Sánchez y señala que "todos" los aliados deben subir al 5% del PIB el gasto militar

Ahora, en su presencia en la cumbre de la OTAN de La Haya, ha encontrado el papel perfecto como "el líder de los países que prefieren enfrentarse a Trump con tal de preservar el gasto social negándose a subir el gasto militar", según la expresión de su equipo.

Y acude a la cita con un acuerdo con el secretario general de la OTAN que elude la exigencia inicial del 5% de presupuesto de Defensa.

A bordo del Air Force One que le lleva a la cumbre de La Haya, Trump dijo que España es un "problema" en materia de gasto militar en la OTAN, según informa Reuters.

Además, publicó un gráfico en sus redes sociales titulado "España amenaza con descarrilar la cumbre de la OTAN". En la imagen aparece una foto de Sánchez y el gasto en defensa de todos los países en 2024 con el fin de comparar el de España, el último en la lista, con el de EEUU: "Casi un billón de dólares".

Publicación de Donald Trump en Truth Social criticando las aportaciones a la OTAN.

A Sánchez no le va mal ese ranking, porque le libera de la presión de sus socios de Sumar que cuestionan el aumento de gasto militar. Y, sobre todo, le enfrenta con quien identifican como el líder de la ultraderecha mundial. Y Moncloa asegura que el acuerdo está cerrado y rubricado con la carta que escribió el domingo Rutte a Sánchez.

El caso Ábalos/Cerdán/Koldo sigue vivo, aún no ha dado explicaciones ni ha asumido responsabilidades, pero el presidente ya respira.

Su inesperada comparecencia del domingo por la tarde para anunciar el acuerdo con la OTAN fue más una prueba de vida que una declaración institucional.

Como su vida política es una sucesión de semanas a las que sobrevive, de momento puede ganar esta. La próxima tendrá el Comité Federal del PSOE y luego la complicada comparecencia en el Congreso. Después, las vacaciones de agosto.

El "disparate" de Peinado

Estos días, el Gobierno y el PSOE buscan oxígeno para salir de la postración que les provocó hace unos días la imputación de Santos Cerdán. Incluso, encuentran consuelo en la acción del juez José Luis Peinado contra el ministro Félix Bolaños, algo que antes sería un inconveniente.

Suma Moncloa a su favor el manifiesto de exaltos cargos socialistas, encabezados por los condenados José Barrionuevo y Rafael Vera; las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo y José María Aznar cuestionando la limpieza de las elecciones y el pulso con Donald Trump a propósito del gasto militar.

Entienden que el escrito de Peinado al Tribunal Supremo es "un delirio", "un disparate", y tan "grosero" que permite sostener el argumento de la "causa política" contra el presidente para seguir explotando el argumento de la persecución y la concertación judicial y política contra el líder socialista.

Públicamente, la ministra portavoz, Pilar Alegría, fue muy cuidadosa este martes al referirse al magistrado, pero en privado miembros del Gobierno y del partido cuestionan con dureza la iniciativa contra Bolaños, dando por hecho que el Supremo tendría que rechazarla.

Por ejemplo, fuentes de Justicia entienden que el juez comete errores respecto a sus propias preguntas a Bolaños en el interrogatorio como testigo. Además, le atribuye la supervisión de la asistente de Begoña Gómez, que supuestamente ha cometido malversación, pese a que legalmente no depende de él.

En Moncloa también fue recibido con paradójica satisfacción el manifiesto de tres exministros y más de treinta ex altos dirigentes del PSOE que pide a Sánchez su dimisión por la “corrupción”. Sobre todo, porque incluye a Barrionuevo y Vera, exministro del Interior y ex secretario de Estado, que fueron condenados por secuestro en el proceso por el terrorismo de Estado de los GAL.

Frente a ellos, el equipo de Sánchez, explica que está la inmensa mayoría del partido actual, salvo Emiliano García Page y algunos más, a la espera de lo que ocurra en el Comité Federal del 5 de julio.

Los miembros del equipo de Sánchez también se han abrazado estos días a las declaraciones de Alberto Núñez Feijóo, José María Aznar y Mariano Rajoy cuestionando la limpieza de las elecciones.

Los socialistas explican que eso es justo lo que hizo Trump y les sirve para cambiar el marco de la agenda política aprovechando el error del PP para salir de su postración.