Andreu Vilamitjana, director general de Cisco España y Portugal.

Andreu Vilamitjana, director general de Cisco España y Portugal.

Opinión ESPECIAL

Repensando la resiliencia en la nueva era digital

Andreu Vilamitjana
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Vivimos en un momento único de la historia. En los últimos doce meses hemos sido testigos de una convergencia sin precedentes entre oportunidad, disrupción e innovación. La Inteligencia Artificial (IA) se ha consolidado como fuerza transformadora en el trabajo, las administraciones públicas y los distintos sectores económicos.

Pero también han surgido nuevos desafíos: tensiones geopolíticas y comerciales, amenazas cibernéticas, una creciente brecha digital y un consumo energético desbordante. Y mientras el mundo se enfrenta a una escasez aguda de talento especializado, queda más claro que nunca que la resiliencia no es opcional, sino esencial.

Durante mis más de 30 años en el sector y seis años en Cisco, me he reafirmado en algunas convicciones: que todos somos responsables de no dejar a nadie atrás; que la tecnología y las competencias digitales constituyen una vía directa hacia la inclusión; y que el cambio real sólo puede ocurrir cuando las empresas, los gobiernos y la sociedad trabajan unidos.

Reforzando las comunidades

La resiliencia está intrínsecamente ligada a la tecnología. Pero, en la ‘renovada’ era digital que resulta del empuje de la IA, la resiliencia no trata únicamente de resistir las adversidades o mantener la rentabilidad de los negocios. Se trata de convertir la disrupción en crecimiento, aprendizaje e innovación.

Estar conectados con seguridad y calidad es el primer paso para participar plenamente en la sociedad. Sin embargo, 2.600 millones de personas en el mundo siguen sin acceso a Internet. Y donde existe conexión, a menudo no hay seguridad, lo que expone a las comunidades más vulnerables a nuevos riesgos.

Desde Cisco, creemos que podemos y debemos usar nuestras capacidades -tecnología, escala y confianza- para cerrar esas brechas. Lo hacemos desde la convicción de que la conectividad y la oportunidad ya no pueden ser privilegios de unos pocos, sino derechos fundamentales de todos.

De la visión a la acción

Con la ayuda de nuestros partners y entidades sin ánimo de lucro, ya hemos impactado positivamente en más de 1.000 millones de personas, logrando ese objetivo el pasado año, mucho antes de lo previsto.

Y a medida que celebramos nuestros 40 años de historia, reforzamos nuestra apuesta por la transformación profunda de las comunidades alrededor del mundo, creando soluciones tecnológicas que impulsen su resiliencia, inclusión y sostenibilidad.

Para ello, tenemos múltiples acciones en marcha. El programa sin ánimo de lucro Cisco Networking Academy ya ha formado en competencias digitales orientadas al empleo a 24 millones de estudiantes en 191 países desde 1997 (más de 350.000 en España) y tenemos el objetivo de capacitar a 25 millones más de personas en seguridad digital y redes para 2032.

El programa de digitalización de países Cisco CDA -denominado Digitaliza en España- mantiene 1.600 proyectos de digitalización activos, completados o en proceso en 50 países. Los EDGE Centers son espacios físicos con tecnología de Cisco para fomentar la innovación y el emprendimiento local, mientras nuestros Centros de Innovación como el de Barcelona -donde también opera nuestro equipo del Centro de Diseño de Semiconductores, pionero en Europa- impulsan soluciones a problemáticas sociales o medioambientales.

Un modelo para el futuro

Pero no trabajamos solos. Esta visión se basa en un ecosistema colaborativo de clientes, partners, organizaciones sociales y gobiernos. Y, especialmente, en la participación desinteresada de los empleados de Cisco en más de 90 países. El 85 % de los trabajadores de Cisco participan de forma activa para impulsar el impacto en las comunidades.

En España, ese compromiso ha impactado positivamente en miles de personas en riesgo de exclusión económica, social o digital, mediante acciones directas o proyectos innovadores como el premiado Deleting Loneliness, que combate la soledad de nuestros mayores a través de herramientas de colaboración sencillas y seguras.

Por eso nos enorgullece haber sido reconocidos como la mejor empresa para trabajar en España en varias ocasiones, y como Cisco ‘Country of the Year’ en la región EMEA en dos de los últimos tres años. Igualmente, todas las sedes europeas de Cisco funcionan con energía 100% renovable que adquirimos a través de la planta fotovoltaica de IGNIS en Teruel.

Esta capacidad de innovación colaborativa que mostramos recientemente en Cisco Engage, el principal evento tecnológico y de negocio de Cisco España, demuestra que nuestro compromiso no es sólo con las empresas, sino con el fortalecimiento integral de comunidades enteras. Queremos crear ecosistemas que perduren, que se adapten y que florezcan.

En Cisco hace 40 años diseñamos el futuro. Y hoy sabemos que el futuro no se espera; se imagina, se diseña y se trabaja para que suceda. Igualmente, la resiliencia digital de las comunidades no es un destino, es una capacidad en construcción permanente.

Nuestra esperanza es que, al mirar atrás dentro de diez años, no sólo hayamos conectado a más personas, sino que hayamos contribuido a redefinir el significado de progreso, donde la inclusión, la justicia y el acceso equitativo sean los nuevos indicadores del éxito.

*** Andreu Vilamitjana es director general de Cisco España y Portugal.

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