El presidente de Rusia, Vladímir Putin

El presidente de Rusia, Vladímir Putin Reuters

Observatorio de la Energía

La UE prohibirá la compra al contado de gas ruso desde finales de 2025 y los contratos a largo plazo en 2027

Tres años después del estallido de la guerra en Ucrania, los europeos todavía importan el 19 % de su gas de Rusia y nunca han incluido este combustible en sus paquetes de sanciones.

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Pese al acercamiento entre Donald Trump y Vladímir Putin y las negociaciones auspiciadas por la Casa Blanca para un alto el fuego en Ucrania, Bruselas sigue adelante con su estrategia para desengancharse totalmente de la energía procedente de Rusia. El último eslabón que queda pendiente es el gas natural, que nunca se ha incluido en los paquetes de sanciones contra Moscú por la amenaza de veto de Hungría o Eslovaquia y cuyas importaciones por metaneros incluso han aumentado desde el estallido de la guerra.

Es por ello que la Comisión de Ursula von der Leyen ha propuesto este martes prohibir desde finales de 2025 todas las importaciones de gas ruso (tanto por gaseoducto como el gas natural licuado) basadas en nuevos contratos y contratos al contado (con una duración de menos de un año) existentes. Esta medida permitirá reducir en un tercio de forma inmediata los suministros restantes de gas ruso, según los cálculos de Bruselas.

En segundo lugar, el Ejecutivo comunitario plantea dejar sin efecto el resto de contratos a largo plazo de importación de gas ruso gradualmente de aquí a finales de 2027. La fórmula legal prevista es alegar una causa de "fuerza mayor", de forma que las compañías energéticas importadoras no sean consideradas responsables.

Bruselas trabajará con los Estados miembros afectados y garantizará que sus propuestas legislativas -previstas para el mes que viene- se basen en una evaluación adecuada de los impactos económicos y legales para dar a las compañías la seguridad jurídica necesaria. La nueva normativa debe ser aprobada por la Eurocámara y los Estados miembros por mayoría cualificada, lo que permite esquivar el veto de Hungría. Con ella se obligará a las empresas a revelar los detalles de sus contratos para la importación de gas de Rusia.

"La guerra en Ucrania ha expuesto de forma brutal los riesgos de chantaje, coerción económica y shocks de precios (...) Ahora es el momento de que Europa corte completamente sus vínculos energéticos con un proveedor poco fiable. La energía que llega a nuestro continente no debe servir para pagar una guerra de agresión contra Ucrania. Se lo debemos a nuestros ciudadanos, a nuestras empresas y a nuestros valientes amigos ucranianos", ha dicho Von der Leyen en un comunicado.

"Desde febrero de 2022, hemos gastado más dinero en la UE comprando combustibles fósiles de Rusia que en ayuda a Ucrania. Obviamente, eso no puede seguir así", ha denunciado en rueda de prensa el comisario de Energía, Dan Jørgensen.

Desde el estallido de la guerra de Ucrania, las importaciones de gas procedentes de Rusia han disminuido significativamente, pasando del 45 % en 2021 al 19 % en 2024. Las proyecciones apuntan a una nueva caída hasta el 13 % en 2025 con el final del tránsito de gas ruso a través de Ucrania.

Una planta de gas natural licuado en Noruega

Una planta de gas natural licuado en Noruega Reuters

Gracias a las sanciones de la UE, las importaciones de petróleo ruso también se han reducido, pasando del 27 % a principios de 2022 al 3 % en la actualidad. Además, las sanciones han prohibido completamente las importaciones de carbón ruso a la UE, así como las recargas en puertos de la UE de metaneros que transportan GNL desde Rusia. En cuanto a la energía nuclear, las empresas que explotan reactores nucleares de diseño ruso han firmado contratos para el combustible nuclear producido por proveedores alternativos a Rusia.

Pese a estos esfuerzos, en 2024 la UE importó 52.000 millones de metros cúbicos de gas ruso por valor de 23.000 millones de euros, así como 13 millones de toneladas de petróleo crudo y más de 2.800 toneladas de uranio equivalente enriquecido o en forma de combustible. El año pasado, diez Estados miembros importaron gas natural ruso (entre ellos España), tres Estados miembros importaron petróleo ruso y seis Estados miembros importaron uranio enriquecido o servicios de uranio de Rusia.

Además de la prohibición total de las importaciones de gas ruso para 2027, las propuestas legislativas de Bruselas incluirán medidas (en concreto una tasa) para acabar progresivamente con las importaciones rusas de uranio enriquecido. Por lo que se refiere al petróleo, la hoja de ruta establece nuevas iniciativas para combatir la 'flota fantasma' con la que Rusia está eludiendo las sanciones y el tope internacional a los precios del crudo.

El Ejecutivo comunitario sostiene que este plan tendrá un impacto limitado sobre los precios y no afectará a la seguridad de suministro porque las medidas se desplegarán de forma gradual a lo largo del tiempo y de manera coordinada con los Estados miembros, teniendo en cuenta las especificidades nacionales. Además, la UE intensificará la búsqueda de proveedores alternativos, entre ellos Estados Unidos. De hecho, Von der Leyen ha ofrecido a Trump aumentar las compras de GNL estadounidense como parte de un posible acuerdo para desactivar la guerra arancelaria.

¿Cancelará Bruselas esta hoja de ruta si se llega a una tregua en Ucrania? "Esto es algo que estamos haciendo independientemente de lo que ocurra en las negociaciones. Incluso si hubiera paz mañana, no sería sensato para nosotros volver a ser dependientes de los combustibles de Rusia de nuevo. Putin ha demostrado que no le importa convertir el gas en un arma y no debemos ponernos de nuevo en una situación vulnerable similar otra vez. Además, no queremos alimentar su economía de guerra, porque quién sabe qué país será el siguiente", ha respondido el comisario de Energía.