La cara y cruz del sector aéreo: miedo en las aerolíneas de EEUU por los aranceles y tranquilidad en las españolas

La cara y cruz del sector aéreo: miedo en las aerolíneas de EEUU por los aranceles y tranquilidad en las españolas EFE

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La cara y cruz del sector aéreo: miedo en las aerolíneas de EEUU por los aranceles y tranquilidad en las españolas

Iberia aumenta su capacidad un 14% en el país, mientras que Air Europa mantiene también todas sus rutas. Ninguna percibe caída en la demanda.

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Las idas y venidas de Donald Trump anunciando y paralizando casi a la vez aranceles a medio mundo están minando la confianza del consumidor estadounidense. Algo que las grandes compañías aéreas ya notan al otro lado del charco con caídas de la demanda interna, mientras que en nuestro país, las aerolíneas como Iberia y Air Europa mantienen su apuesta por el país. Son las dos caras de una misma moneda afectadas de forma indirecta por una guerra comercial.

Hace justo un mes, saltaron las alarmas entre las grandes compañías de EEUU. American Airlines, Delta Air Lines, Southwest Airlines y United Airlines reconocieron una desaceleración de la demanda, impulsada por una reducción en los viajes de los trabajadores gubernamentales y la incertidumbre de los consumidores sobre las perspectivas económicas de Estados Unidos.

La principal consecuencia que tuvo fue que las compañías recortaron sus expectativas de ingresos y ganancias para el primer trimestre. De todas ellas, Delta ya ha presentado los resultados del primer trimestre y han sido mejores de lo que esperaban.

Obtuvo un beneficio neto de 240 millones de dólares (217 millones de euros) durante el primer trimestre de 2025, más de seis veces por encima de los 37 millones de dólares de un año antes.

No obstante, dada la incertidumbre económica generalizada en el comercio mundial, la aerolínea reconoce que “el crecimiento se ha estancado en gran medida”. Lo que les ha hecho adoptar una postura de menor crecimiento y de proteger márgenes y flujo de caja, centrándose “en lo que pueden controlar”.

En términos operativos, esto supone reducir el crecimiento de la capacidad para la segunda mitad del año hasta un nivel plano en comparación con el año pasado. Además, ha retirado sus previsiones de cara al conjunto del año.

“Las previsiones prudentes son una respuesta lógica ante el posible incremento de costes operativos, el impacto en la planificación de rutas y las fluctuaciones en el tipo de cambio, adicionalmente también el impacto de las regulaciones migratorias en rutas con un importante componente de visitantes turísticos o étnicos-VFR (Visiting Friends and Relatives) de los países afectados”, señala el CEO de Euroairlines, Antonio López Lázaro.

El directivo también avanza que los aranceles podrían afectar de otra forma a las aerolíneas, especialmente en lo relativo a los costes de producción que impactarían en los planes de renovación de flotas.

“Los aranceles podrían encarecer materias primas y componentes clave, así como procesos productivos, lo que frenaría decisiones estratégicas de inversiones a medio y largo plazo (10-20 años)”, añade.

España

De lo que ocurre al otro lado del charco también está muy pendiente el sector aéreo español. “En las últimas semanas varias compañías aéreas de EEUU han emitido profit warnings asociadas a las decisiones de Donald Trump”, alertó el consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, durante su discurso en la junta general de accionistas del gestor aeroportuario.

Lucena aseguró que “no es fácil hacer previsiones con los mercados turbulentos” y marcados por la guerra arancelaria. A pesar de todo ello, Aena mantiene el crecimiento del 3,4% del tráfico para este año hasta alcanzar los 320 millones.

Y lo hacen porque confían en “la reserva de slots de las compañías en verano que termina en octubre”, comentó. Reservas que, por otro lado, se monitorizan constantemente ante la situación e incertidumbre.

Por eso, con cierta cautela la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) estimó un verano de récord en España, con una oferta de asientos prevista desde abril a octubre incluidos de 246 millones, un 6% por encima de lo operado en la temporada de verano de 2024.

Tras el anuncio de los datos, la patronal advirtió que la situación económica y geopolítica inestable actual podría afectar a la buena marcha del sector.

De la cautela de Aena y ALA pasamos a la absoluta tranquilidad entre las aerolíneas españolas que como Iberia y Air Europa vuelan desde hace años a EEUU. “Nosotros, por ahora, no tenemos un reflejo negativo en la demanda”, señalan fuentes de Iberia, que reconocen que “lo que vemos en este momento es que la demanda desde y hacia Estados Unidos sigue siendo muy sólida, y confiamos en que se mantenga en esa línea”.

Así, la compañía del grupo IAG mantiene su previsión de operar la temporada de verano 140 vuelos semanales entre ambos países, un 14% más que el año pasado, y poner en el mercado un total de 1,1 millones de asientos. “Es el país en el que tenemos más destinos y acabamos de sumar Orlando”, añaden.

El propio presidente de Iberia, Marco Sansavini, aseguró que “Iberia es el principal operador entre España y EEUU” durante su intervención en el V Foro Económico Español Wake Up, Spain!

Iberia presentó el nuevo avión A321XLR el pasado 13 de noviembre.

Iberia presentó el nuevo avión A321XLR el pasado 13 de noviembre. Esteban Palazuelos

Una apuesta que también materializaron gracias a los nuevos aviones A321 XLR. Se trata de un avión de un solo pasillo que permite cruzar el Atlántico. Un avance en la industria porque antes solo se hacía con aviones más grandes de doble pasillo.

“Vamos a seguir explorando otras posibilidades, nuevas ciudades y refuerzo de rutas gracias al nuevo modelo de avión A321XLR”, avanzan. Por su parte, fuentes de Air Europa señalan a este periódico que tampoco han percibido una caída de la demanda, la cual “sigue como siempre”. De ahí que no vayan a retocar sus rutas ni planes en Estados Unidos.

Ambas compañías también tendrán que hacer frente al posible miedo a viajar a Estados Unidos como consecuencia de las informaciones publicadas sobre maltrato a algunos turistas por parte de los funcionarios de inmigración. Una sensación que, de momento, afecta más a los ciudadanos de otros países.