
Joseph Oughourlian y Pedro Sánchez.
Ofensiva por el control de 'El País' de los afines a Moncloa: quieren comprar a Oughourlian o compartir la gestión de Prisa
El grupo de empresarios cercanos al Gobierno admite la dificultad de la operación.
Más información: La juez desestima las cautelares pedidas sobre la refinanciación de Prisa por los accionistas afines a Moncloa
Ofensiva total por el grupo Prisa. Los empresarios afines al Gobierno reactivarán el intento de controlar El País y la Cadena Ser tras la Junta de Accionistas del 14 de mayo. El objetivo es plantear al principal inversor, Joseph Oughourlian, tres opciones: la compra de su 29%, la segregación del área de medios de comunicación o que ceda a compartir la gestión de la compañía.
La idea del grupo rebelde que lidera Andrés Varela Entrecanales, a través de la sociedad Global Alconaba, es poner contra la pared al empresario francés. De este modo, estiman los afines al Gobierno, no tendrá más remedio que decir cuáles son sus objetivos al frente de la editora de medios de comunicación.
Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia explican que será a partir del 14 de mayo cuando se ponga en marcha todo el plan que, en este momento, está siendo trazado. Además, será entonces cuando se cierren los apoyos económicos para poder poner encima de la mesa una propuesta firme, de modo que Oughourlian pueda valorarla para aceptarla o rechazarla.
Este grupo de empresarios vinculados al Gobierno y con afinidad con el Partido Socialista dice ser consciente de lo complicado que será negociar con el actual presidente de Prisa. Su intención, en este momento, es no vender. Y mucho menos a Varela Entrecanales y sus afines, con quienes está enfrentado en todos los ámbitos: personal, profesional y económicamente.
Quizá por ello en estos momentos tienen encima de la mesa tres escenarios que irán planteando a Oughourlian en las próximas semanas. El central pasa por lanzar una oferta de compra de su 29% del grupo Prisa.
A precio de mercado, la valoración del grupo es de 517 millones de euros, por lo que el 29% que ostenta el empresario francés a través de Amber Capital ronda los 149 millones. A esa cifra se le incluiría un porcentaje de subida para minimizar las pérdidas incurridas por el fondo, así como por los cambios llevados a cabo dentro del grupo.
Si Oughourlian optara por rechazar la propuesta, se le plantearía la opción de vender el área de medios del grupo Prisa. Es decir, Prisa Media, que engloba a El País y la Cadena Ser. Una operación que se ha intentado ya en alguna ocasión y que, por ahora, ha sido descartada.
Ahí está, por ejemplo, el interés de Mediaset en hacerse con la radio de Prisa. Sin embargo, la operación nunca llegó a buen puerto. También se ha publicado el interés de Oughourlian en desprenderse de las cabeceras por unos 500 millones de euros, aunque desde su entorno niegan la mayor.
¿Y cuánto ofrecerán por los medios de comunicación? Pues los análisis previos de este grupo aseguran que en el entorno de los 400 - 450 millones puede ser una valoración del conglomerado.
Las negociaciones van a ser complejas, dado en el entorno de Oughourlian se asegura que en estos momentos no está en condiciones de vender. Y menos, dicen, a los afines a Moncloa, que “tratan de poner en riesgo la compañía”.
Estas voces se refieren a la solicitud de medidas cautelares sobre el proceso de refinanciación pedidas por Varela Entrecanales y que la Justicia rechazó este lunes, tal y como ha contado EL ESPAÑOL-Invertia.
Cogobernanza
Las fuentes consultadas aseguran que si no hubiera acuerdo sobre las dos primeras opciones, los afines a Moncloa estarían dispuestos a iniciar un proceso de cogobernanza de la compañía.
¿Esto qué significa? Pues un reparto de puestos en el equipo directivo que permita trazar una hoja de ruta pactada entre todas las partes. Algo que, en este momento, se antoja complicado.
Sobre todo porque los prestamistas de Prisa exigen que no se adentren en el proyecto de lanzar una TDT, y es una de las ideas que los accionistas afines a Moncloa tienen en la cabeza. No se puede olvidar que el rechazo del consejo de administración a este proyecto fue el detonante de la guerra que se vive en el seno de la editora de medios.