Un conductor al volante de su coche. Pixabay
La seguridad vial es uno de esos retos silenciosos que afectan a millones de personas en todo el mundo y, sin embargo, rara vez ocupa el espacio que merece en la conversación pública.
Lejos de ser una cuestión técnica, se ha convertido en un desafío social, educativo, ambiental y de salud global.
Cada año, más de 1,19 millones de personas mueren en las carreteras en todo el mundo. La primera causa de muerte global entre niños y jóvenes de 5 a 19 años sigue siendo un accidente de tráfico.
No podemos aceptar estas cifras como una normalidad inevitable.
A esto se suma un contexto urbano en transformación, con el auge de nuevas formas de movilidad, la congestión creciente en las ciudades y una alarmante desigualdad en el acceso a infraestructuras seguras.
Cada año, más de 1,19 millones de personas mueren en las carreteras en todo el mundo.
Los accidentes de tráfico también generan un fuerte impacto económico: según la OMS, suponen cerca del 3% del PIB mundial y hasta un 5% en países de renta baja o media.
La seguridad vial no es solo un problema de circulación, es una barrera para el desarrollo.
Frente a esta realidad, desde la Fundación Abertis trabajamos con la convicción de que cada acción preventiva cuenta, que cada entorno escolar más seguro, cada formación impartida, cada infraestructura bien diseñada, tiene un impacto directo en la vida de las personas.
Pero también sabemos que ninguna institución puede abordar este reto en solitario. La seguridad vial exige una respuesta colectiva y coordinada.
Nuestra colaboración con UNICEF es uno de los ejemplos más significativos de ese enfoque integral.
En Brasil, India o México desarrollamos proyectos para garantizar el derecho a una movilidad más segura de niños, niñas y jóvenes, fomentando comportamientos seguros para escolares y reforzando la educación en movilidad responsable.
En México, además, impulsamos las vocaciones femeninas en competencias STEM, contribuyendo a que las niñas accedan a carreras técnicas relacionadas con la movilidad e infraestructuras para derribar barreras y garantizar una representación más equitativa en los sectores que definirán la movilidad del futuro.
Ninguna institución puede abordar este reto en solitario. La seguridad vial exige una respuesta colectiva y coordinada.
En España, al margen de esta alianza, apostamos por iniciativas como #TenemosQueRepetir, que han acercado a miles de jóvenes una visión realista y emocional sobre las consecuencias de una mala decisión al volante.
Más de 16.000 estudiantes han participado ya en este programa de educación vial, que pone el foco en la toma de decisiones conscientes y responsables.
El mundo se mueve cada vez más rápido, y con él cambian nuestras formas de desplazarnos: patinetes, bicicletas eléctricas, movilidad compartida, automatización de vehículos.
La innovación tecnológica avanza, pero eso no garantiza por sí solo una movilidad segura.
Por eso promovemos iniciativas como el Zero Accidents AI Challenge, que reta a startups a desarrollar soluciones tecnológicas para prevenir accidentes y mejorar la gestión del riesgo en carretera.
También impulsamos el trabajo conjunto a escala internacional, participando activamente en foros como la United Nations Road Safety Collaboration.
Espacios donde se comparten datos, estrategias y soluciones reales que ayudan a reducir la siniestralidad y avanzar hacia una movilidad más equitativa y segura en todos los contextos.
La seguridad vial no es un tema del futuro: es una urgencia del presente.
No podemos resignarnos a que salir a la calle implique asumir un riesgo desproporcionado en función del lugar del mundo en el que te encuentres.
Desde la Fundación Abertis seguiremos trabajando para que cada trayecto —por breve o cotidiano que sea— no suponga una amenaza, sino un derecho protegido.
Porque moverse seguros no debería ser un privilegio, sino una garantía para todas las personas, en todos los territorios.
*** Georgina Flamme es directora de Relaciones Institucionales, Comunicación y Sostenibilidad de Abertis y directora de la Fundación Abertis.