Ni apagar el motor ni gasolina premium: el truco para ahorrar en combustible en España sin perder potencia
Ni apagar el motor ni gasolina premium: el truco para ahorrar en combustible en España sin perder potencia
Conducir mejor sale rentable: así reduces consumo sin perder potencia.
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Al contrario de lo que muchos creen, no es necesario recurrir a gasolina premium ni apagar el motor cada poco minutos para ahorrar combustible. La verdadera clave reside en una combinación inteligente de conducción suave y un mantenimiento regular del coche. Si aplicas este método, mejorarás la eficiencia de tu vehículo sin perder potencia ni gastar de más.
Tanto la Dirección General de Tráfico (DGT) como estudios de organismos como el RACE insisten en un mensaje claro: una conducción fluida, sin acelerones ni frenazos bruscos, combinada con revisiones periódicas, reduce significativamente el consumo.
Un pequeño acelerón supone que el motor solicite un aumento súbito de combustible, mientras que una frenada inesperada desperdicia esa energía sin aprovechar la inercia. Conducir con anticipación y suavidad permite utilizar el freno motor y evitar gestos innecesarios que disparan el consumo.
Comprobaciones vitales de bajo coste
Para mantener esa eficiencia sin pérdidas de eficacia, estas son las principales revisiones que no debes saltarte:
Presión de neumáticos: Unos neumáticos con 0,5 bares menos de lo recomendado aumentan el consumo entre un 2 % en ciudad y un 4 % en carretera, además de desgastarse más rápido.
Filtros y aceite en buen estado: Un filtro de aire sucio puede elevar el consumo hasta un 30 %. La revisión periódica mantiene el motor fluido y eficiente.
Neumáticos adecuados: Seleccionar neumáticos de baja resistencia a la rodadura (etiqueta A en eficiencia) puede ahorrar hasta un 10 % de carburante.
Planificación del viaje: Evitar atascos y paradas innecesarias reduce hasta un 14 % el consumo en recorridos medios.
Uso eficiente del aire acondicionado: Ventanas cerradas y aire acondicionado moderado reducen la resistencia aerodinámica en vía rápida; la clave está en combinar climatización con sentido común.
La DGT y organismos como IDAE y RACE constatan que con estas prácticas se puede ahorrar entre un 10 % y 25 % del consumo de combustible. En cifras, eso se traduce en 200–500 € al año, según el kilometraje del vehículo.
Más allá de la economía, esta conducción también reduce la contaminación y mejora la seguridad: frenar y acelerar suavemente evita desgaste prematuro de frenos, neumáticos y transmisión, además de disminuir accidentes.
