Estos días en los que debatimos sobre la reorganización de la atención primaria en la ciudad de Zaragoza (con la integración de la atención continuada) y mientras esperamos la reforma del mapa sanitario de Aragón (pendiente de presentar por parte del Gobierno de Aragón), queremos recordar una figura muy importante en la atención primaria: la de los profesionales de enfermería familiar y comunitaria. Estos profesionales trabajan en los centros de atención primaria, en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades, atendiendo a pacientes de todas las edades. Su figura es muy importante para la salud comunitaria, pero apenas se ha desarrollado hasta ahora.
Aragón fue pionero en la creación de 106 plazas de enfermería familiar y comunitaria en 2022, con la pandemia. Entonces se cubrieron esas plazas con interinos. Y ahora, por fin, estas plazas salen a oposición. Este domingo 2 de marzo se celebra la primera oposición en Aragón de enfermería familiar y comunitaria (aprovecho para desear mucha suerte a los que estáis preparando este examen). Otras comunidades autónomas nos han adelantado en regular y convocar estas plazas. Desde CSIF llevamos mucho tiempo pidiendo que se regulen estas plazas, que se les asigne un cupo de pacientes y se definan sus tareas asignadas (como sí ocurre con los médicos de atención primaria).
Ha llovido mucho desde que Florence Nightingale empezó a abrir camino en la profesionalización de la enfermería en el siglo XIX. La enfermera británica creó la primera escuela de enfermería en 1860 en Londres. Fue pionera en la formación y organización de la asistencia sanitaria. Ella puso el foco en la importancia de la higiene, la alimentación y el cuidado de enfermos a domicilio. Sus aportaciones fueron el germen de la creación del servicio nacional de salud británico. Sus ‘Notas sobre Enfermería’ aún se estudian y en su honor los graduados en Enfermería pronuncian hoy el juramento Nightingale.
Las antiguas escuelas de enfermería han pasado a ser facultades y esta formación sanitaria está reconocida como grado universitario. Los graduados en Enfermería ya pueden estudiar máster, doctorado y tener especialidades dentro de su carrera profesional. Por cierto, la enfermería es una profesión claramente feminizada, pero en la que cada vez van entrando más compañeros hombres. Este curso, en el grado de Enfermería de la Universidad de Zaragoza el 20% del alumnado son chicos.
Uno de los temas pendientes de la Enfermería en España es la regulación y desarrollo de las especialidades. Desde hace unos veinte años existen las especialidades de Pediatría, Trabajo, Salud mental, Geriatría, y Obstetricia y ginecología, pero éstas se han ido desarrollando de forma desigual. La única que tenemos plenamente implantada en Aragón es la de Obstetricia y ginecología (matrona) y la de Salud mental. De las de Geriatría y Pediatría ni siquiera tenemos creadas plazas.
Hay mucho trabajo por hacer en la regulación y desarrollo de las especialidades de Enfermería, especialmente en la de familiar y comunitaria. Le pedimos valentía a la Administración para acometer esta tarea y sentarnos a negociar ya. Todos saldremos beneficiados: los profesionales y la población en general a la que prestamos nuestro servicio. Pedimos que se reconviertan todas las plazas de enfermería de los centros de salud a plazas de familiar y comunitaria. Y pedimos que se igualen las condiciones salariales de las enfermeras de atención especializada (hospitales) con las de primaria.
Queremos reivindicar la importancia de la figura de la enfermera familia y y comunitaria. Hay que mimar la atención primaria: es la puerta de entrada de los pacientes a la sanidad. Estos profesionales son fundamentales para la atención a la comunidad, la prevención de enfermedades y la educación sanitaria. Con una atención primaria más fuerte, todo el sistema de salud se vería beneficiado. Con ello conseguiremos una población más sana y un sistema de salud menos tensionado y mejor organizado. Por ello hay que invertir en este ámbito, apostar por la enfermería e incorporar nuevas figuras a la atención primaria adaptadas a los nuevos tiempos y necesidades (como graduados en Dietética y Nutrición, o en Ciencias del Deporte). La salud de todos se verá beneficiada.
Jessica Fessenden, presidenta de CSIF Sanidad Aragón y enfermera especialista en familiar y comunitaria.