
El médico Manuel Viso.
Manuel Viso, médico: "Lo que engorda no es la fruta de hueso ni la fruta en general en España, ese no es el problema"
A pesar de la creencia extendida de que incluir frutas de hueso en la dieta puede aumentar el peso, Manuel Viso aclara su papel real en la dieta.
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Perder peso sigue siendo uno de los objetivos de muchos españoles. Así lo confirma el último informe de Estrategias Rápidas de Pérdida de Peso en la Población Española presentado recientemente por la Academia Española de Nutrición y Dietética. Y es que, en él se confirma que el 72% de los españoles ha intentado alguna vez perder peso, al menos una vez en su vida.
Alimentarse de forma saludable, equilibrada y consciente son algunas de las recomendaciones que más repiten los expertos para conseguir esa pérdida de peso saludable y entre ellas, el consumo de verduras y de fruta también tiene un papel fundamental. El médico Manuel Viso se ha centrado precisamente en la fruta, en uno de sus vídeos en redes y concretamente en la fruta de hueso, erróneamente asociada a la ganancia de peso.
"Seguro que alguna vez te han dicho que no comas melocotones porque engordan. La ciruela, la nectarina, el albaricoque... El melocotón no es el enemigo, ni la fruta en general, ni la fruta de hueso en particular engorda. Sácatelo ya de la cabeza", afirma Viso.
La fruta de hueso destaca por su alto contenido en agua, su capacidad saciante y su riqueza en antioxidantes. Además, como toda la fruta, es muy baja en calorías, lo que la convierte en un alimento idóneo para incluir en una dieta saludable y de pérdida de peso.
El médico subraya que estas frutas no solo son saludables, sino también una fuente de placer y bienestar con un aporte calórico mínimo. Por ejemplo, un melocotón contiene apenas 58 kilocalorías, lo que supone solo un 2,9% del total diario recomendado en una dieta de 2000 kilocalorías, una cantidad insignificante en el cómputo global.
Viso insiste en que el problema real no es la fruta, sino otros productos de la alimentación tan habituales en muchas cestas de la compra en España. "Porque lo que engorda no es la fruta de hueso, es la desinformación y los ultraprocesados y los que pone light también", añade.
Incluir fruta en la dieta diaria es, según el médico, una decisión inteligente y beneficiosa para la salud. "Comer fruta no es un error, es un autocuidado. Las frutas de hueso no son el problema, son parte de la solución", concluye.
Beneficios de la fruta de hueso
Las frutas de hueso, como los melocotones, las cerezas, las ciruelas o los albaricoques, destacan por ser excelentes aliadas para la salud. Cuentan con un alto contenido en agua, el cual ayuda a mantener una buena hidratación y aporta un efecto saciante.
También son ricas en fibra, lo que favorece el tránsito intestinal y contribuye al control de los niveles de colesterol. Estas frutas contienen antioxidantes como la vitamina C y compuestos fenólicos, que ayudan a combatir el daño oxidativo y protegen frente a enfermedades crónicas.
Otro de sus beneficios es su contenido en vitamina A, fundamental para la salud ocular y el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Aportan minerales como el potasio y el magnesio, esenciales para el equilibrio electrolítico y la función muscular.
Incluir frutas de hueso en la dieta también puede contribuir a regular los niveles de glucosa gracias a su índice glucémico moderado. Su consumo regular se asocia a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y a un mejor control del peso corporal.
Por su sabor dulce y natural, las frutas de hueso destacan también por ser una alternativa saludable a los postres ultraprocesados, ayudando a reducir la ingesta de azúcares añadidos en la alimentación diaria.
Ración diaria recomendada
Para seguir un patrón de alimentación equilibrado y saludable, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) recomienda consumir cinco raciones diarias de frutas y verduras.
Una recomendación alineada con las pautas de la dieta mediterránea y respaldada por organizaciones como la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).
De estas cinco raciones, lo habitual sería incluir entre dos y tres raciones de verduras y tres a cuatro de frutas a lo largo del día. Una manera fácil de distribuirlas sería consumir una ración de fruta en el desayuno, otra en la comida y una tercera en la cena o en los tentempiés de media mañana y media tarde.
Este reparto garantiza un aporte constante de vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes y ayuda a mantener un nivel de saciedad adecuado para controlar el apetito. Además, favorece la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o las patologías cardiovasculares.