Varios migrantes en un cayuco el pasado mes de enero en el Mar Mediterráneo.

Varios migrantes en un cayuco el pasado mes de enero en el Mar Mediterráneo. Europa Press

Región

Braulio Carlés, de Accem Castilla-La Mancha, sobre los migrantes: "En un Bernabéu, mil menas no significan nada"

Las asociaciones de acogida a la inmigración exigen un diálogo fructífero entre el Estado y las comunidades autónomas para el reparto de desplazados.

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El responsable territorial de Accem en Castilla-La Mancha, Braulio Carlés, urge al Estado y las comunidades autónomas a establecer, en la reunión del próximo viernes, un sistema de reparto que favorezca la adaptación de los migrantes de menor edad. Además, afea los "populismos" que contaminan la realidad que hay detrás de los desplazados.

Accem dispone de un millar de plazas de acogida en la región, un recurso prácticamente colmado en estas fechas. En el conjunto del país, puede atender al mismo tiempo a unas 15.000 personas.

La labor de acogida de la organización se basa en la integración. Sus trabajadores se afanan por ver "qué capacidades traen y de qué recursos disponen" las personas en situación precaria procedentes de terceros países.

En el caso de Castilla-La Mancha, el modelo vigente ha favorecido "que todos los muchachos que han pasado", tanto Accem como por otras instituciones, hayan disfrutado de una experiencia de amparo satisfactoria.

Además del modelo que prevé la incorporación de los menores no acompañados al cumplir los 18 años, Accem gestiona un proyecto complementario en Castilla-La Mancha. El programa de autonomía dota a sus beneficiarios de aquellas "herramientas que les faltan para integrarse en la sociedad que les ha acogido”. Bajo este paraguas, el tiempo máximo de permanencia se alarga hasta los 24 años.

La respuesta se concibe como "integral y bastante completa". El empeño de Accem se estira "desde que llegan hasta que son autónomos e independientes". El objetivo, según Carlés, es "que el futuro de estos muchachos sea con dignidad".

África y Sudamérica

Senegal, Mali, Venezuela y Colombia son los principales países emisores de inmigrantes. También existe un importante volumen de refugiados que recalan procedentes de Afganistán, un territorio con una brutal "problemática" que afecta a las mujeres y donde "no se respetan sus derechos básicos".

En el caso de los menas, que "proceden fundamentalmente de África", tienen en Canarias una suerte de escala antes de su intento de alcanzar la España peninsular.

Además de proporcionar la primera asistencia, Accem procura que las personas migrantes dispongan de "documentación para que en un futuro no muy lejano consigan el estatuto de refugiado u otro tipo de estatutos".

La regularización favorece la consecución de un permiso de residencia y trabajo en España. Tal consecución les dejaría "vivir con la mayor dignidad".

Un acuerdo para el reparto

En Canarias hay unos 5.000 menores migrantes ávidos de trasladarse a la península. Carlés apremia tanto al Gobierno central como a los autonómicos a "llegar a un consenso" para su distribución.

"Es obligado un diálogo urgente, si no, vamos por muy mal camino", añade. Carlés exige a los dos niveles de la administración la búsqueda de "cauces de integración" para los migrantes con una edad inferior a los 18 años.

Braulio Carlés es el responsable de Accem en Castilla-La Mancha.

Braulio Carlés es el responsable de Accem en Castilla-La Mancha.

El sector de la acogida cuestiona el comportamiento de aquellos que, "en vez de trabajar en la integración", se sirven de la llegada de miles de jóvenes en busca de una oportunidad "como coartada política".

Carlés acusa, sin referencias concretas, a quienes tratan de "sembrar racismo y xenofobia como un gesto patriótico". Asimismo, tacha de "auténtica aberración" tales actitudes negativas respecto a los flujos migratorios

El responsable regional de Accem piensa que quienes plantean la inmigración desde un mero punto de vista numérico deberían "sentir vergüenza". Además, advierte que un eventual cierre de fronteras abre la puerta a "permitir que alguien pueda morir en el estrecho [de Gibraltar]".

Un número insignificante

"Las calamidades que están pasando" motivan el incierto viaje de quienes se embarcan rumbo a la puerta sur de Europa. La negación de esta situación "implica mucha inhumanidad".

Accem apunta a "aquellos partidos e ideologías que están en una actitud de populismos". Además, les sugiere como ejercicio de empatía el "estar cuatro o cinco días en una patera con ellos".

Carlés describe una presencia proporcional de migrantes muy exigua. "Mil en un campo de fútbol de 90 mil, como el Santiago Bernabéu o el Camp Nou, significa nada, son cifras irrisorias", ejemplifica.

"Los porcentajes son pequeñísimos: no hay por qué tener ningún temor ni de amenaza, ni de invasión, ni nada que se le parezca", abunda.

El responsable de la organización de acogida en Castilla-La Mancha propone acercarse a la inmigración desde una doble ventana: por una parte, "como una oportunidad" para la sociedad española; por otra, para paliar "una necesidad".

La falta de mano de obra en España se relaciona con la baja natalidad que ha caracterizado al país en las tres últimas décadas. Sin embargo, y más allá de la utilidad económica de la acogida, Carlés reclama un esfuerzo para aliviar el "sufrimiento" de quienes vienen. "No podemos quedar indiferentes, tenemos que reaccionar de la mejor forma posible", concluye.