
El ministro José Manuel Albares, este lunes, ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado.
La mayoría de los diplomáticos acusa a Albares de "menoscabar" sus funciones y "obstaculizar" su trabajo en defensa de España
La Asociación de Diplomáticos Españoles remitió una carta al ministro hace dos semanas, que no ha recibido respuesta, criticando que ningunee a sus excompañeros de profesión "en un momento de grandes desafíos geoestratégicos".
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El grueso de la carrera diplomática española ha lanzado un serio reproche a su propio compañero de profesión, José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores. La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que representa a entre el 60% y el 70% de los más de 1.000 funcionarios del cuerpo, los diplomáticos acusan a Albares de "menoscabar" sus funciones, "obstaculizar" su trabajo y aislar a los miembros del servicio exterior en un momento de "enormes desafíos geoestratégicos" para España.
Las críticas fueron recibidas en el Ministerio a través de una carta remitida el pasado 21 de abril, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. A día de hoy, dos semanas después del envío, el ministro no ha dado respuesta al escrito.
El contenido de la misiva está formulado en un lenguaje cuidadosamente diplomático, tal como admiten sus impulsores, pero la crítica implícita es "clara y rotunda". Tal y como explican fuentes de la propia ADE a este diario, "todo lo que se dice que debería hacerse es porque no se hace; y todo lo que se dice que no debería hacerse, es porque se está haciendo".
Con esa lógica, el texto representa un serio aviso al titular del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre prácticas que, según la asociación, "menoscaban" las funciones de los diplomáticos y "obstaculizan" su labor de defensa de los intereses de España en el exterior.
Entre las principales reclamaciones, la ADE plantea la necesidad urgente de desarrollar una estrategia de diplomacia pública sólida, similar a la de los países del entorno, que permita "reforzar la imagen del país, informar mejor a la sociedad española y aumentar la capacidad de defensa de los intereses nacionales".
Según denuncian, hoy por hoy, estas funciones están limitadas o directamente bloqueadas por decisiones políticas centralistas y opacas del actual equipo ministerial.
La carta subraya la importancia de permitir que los expertos del Ministerio —directores de área, embajadores y otros funcionarios— tengan contacto abierto con la prensa para explicar cuestiones clave como Gibraltar, Marruecos, Argelia, Ucrania, la Unión Europea o Iberoamérica.
Reclaman que las embajadas y sus responsables recuperen visibilidad pública, especialmente en regiones como América Latina, donde históricamente "el perfil mediático de la diplomacia española ha sido fuerte".
Veto mediático y censura
La ADE también sugiere la creación de una portavocía oficial del Ministerio, una figura común en otros países y organismos internacionales, como el Servicio Europeo de Acción Exterior, Estados Unidos o Reino Unido. Esta figura permitiría "canalizar de forma profesional y estructurada" la comunicación institucional, que en la actualidad, según denuncian, está excesivamente centralizada en la figura del ministro.
Otro de los reproches más llamativos es la denuncia del veto mediático que sufre el cuerpo diplomático en operaciones especiales. Ponen como ejemplo la evacuación de Afganistán o intervenciones durante desastres naturales y conflictos, donde "los funcionarios de otros ministerios, como Fuerzas Armadas o Policía, han tenido enorme protagonismo en medios, mientras que a los diplomáticos se les ha impedido participar en reportajes o entrevistas".
Consideran que estas situaciones son "oportunidades perdidas" para explicar a la ciudadanía su función y utilidad como servidores públicos.
"Los diplomáticos son especialistas en política exterior con experiencia y capacidad para adoptar un perfil público. No se debería menoscabar su papel ante la sociedad", señala la misiva. También reclaman más sesiones informativas con la prensa antes de viajes oficiales o visitas de Estado.
Es más, denuncian censura en el actual resumen de prensa interno del Ministerio, que excluye artículos críticos, dificultando el seguimiento objetivo del debate público.
Este malestar interno coincide con un momento especialmente delicado para el ministro Albares, que este lunes presentó en el Congreso y en el Senado la nueva Estrategia de Acción Exterior del Gobierno. En ambas cámaras, el titular de Exteriores recibió críticas generalizadas, no sólo de la oposición, sino también de sus socios parlamentarios y del propio socio de coalición.
Las posturas más duras llegaron por el respaldo del Gobierno a Marruecos en el conflicto del Sáhara Occidental y por su apuesta por un mayor gasto en Defensa.