
Miriam Nogueras, portavoz del grupo parlamentario de Junts, a las puertas del Congreso. EFE
El Gobierno, pendiente del voto fundamental de Junts al decreto de aranceles, la reducción de jornada y las nucleares
Trabajo intenta que Puigdemont permita tramitar el recorte de jornada y Podemos facilita con su abstención las medidas anti Trump.
Más información: Yolanda Díaz negocia de forma telemática con Puigdemont y confía aprobar la reducción de jornada en abril con su apoyo
Mientras hace frente a los efectos del apagón y del caos ferroviario del domingo, el Gobierno vuelve esta semana a la dura realidad de su debilidad parlamentaria, cargada de incertidumbre y votaciones al límite.
Se enfrenta esta semana a un Parlamento mayoritariamente crítico sobre el plan de rearme y la gestión del apagón en la comparecencia de Pedro Sánchez ante el Pleno, aunque ninguno de esos dos temas se traducirán en votaciones en las que pueda ponerse en peligro la posición del Gobierno.
Sí tendrá problemas en tres votaciones próximas sobre las que no tiene aún certeza del resultado y que pueden ser políticamente relevantes en diferente grado: la convalidación del decreto con medidas para hacer frente a los efectos de los aranceles impuestos por Donald Trump, la tramitación de la reducción de la jornada laboral que aprueba este martes el Consejo de Ministros y la proposición no de ley en favor de mantener las centrales nucleares.
El decreto con medidas económicas depende en este momento del voto de los diputados de Junts, una vez que el Gobierno no ha logrado que el PP lo apoye y Podemos ha anunciado que se abstendrán.
Se votará el jueves en el Congreso y este lunes Podemos ha asegurado que se abstendrán, porque el decreto es "del todo insuficiente" y por su oposición al aumento del gasto militar. Eso deja en manos de Junts el resultado, por lo que la abstención de Podemos es buena noticia para la Moncloa.
La propia secretaria general de Podemos ha publicado un mensaje en redes sociales en el que vincula ese decreto con el plan de rearme que rechaza.
"El Gobierno presenta un decreto de aranceles que no sirve para nada, que no será útil para proteger nuestro tejido productivo, ni a los trabajadores y trabajadoras. Al contrario, cumpliendo con el rearme que ordena Trump hacen a España más dependiente de EEUU", señala Ione Belarra.
La líder de Podemos asegura que su partido apoyará el decreto si "se expropian las viviendas de los fondos buitre norteamericanos en España, para darle a Trump donde le duele -en su dinero- y empezar a resolver el problema real de nuestro país: la vivienda". Y concluye: "Si no, este jueves nos abstendremos".
Fuentes del Gobierno creen que, finalmente, Junts lo apoyará, sobre todo para no coincidir en el voto en contra con el PP y, sobre todo, con Vox, partido que apoya a Trump.
Fuentes de Podemos explican que no van "a negociar cosas con el Gobierno de la guerra, ya lo avisamos. Iremos decidiendo tema a tema". Pero su abstención es un alivio para el Gobierno.
Segunda votación
La segunda votación, la de la reducción de jornada, aún tardará en producirse, pero Junts ha anunciado este lunes que presentarán enmienda de totalidad cuando llegue al Pleno del Congreso en un plazo próximo al mes.
La reforma impulsada por Yolanda Díaz se aprobará hoy en el Consejo de Ministros, con el texto pactado por el Gobierno con los sindicatos.
Irá al Congreso para someterse al primer trámite: el del debate de totalidad. El voto de Junts es fundamental para superar ese escollo y que el proyecto de ley pueda ser tramitado en la Comisión del Congreso, previsiblemente en el próximo periodo de sesiones, es decir, después de verano.
Fuentes del Gobierno explican que trabajan para los de Carles Puigdemont permitan al menos que se tramite, para que pueda negociarse modificaciones como ayudas a las empresas, plazos de implantación más largos y otros detalles.
Por el momento, Junts mantiene el rechazo, en coincidencia con las patronales, y, por eso, el Gobierno es más pesimista.
La vicepresidenta segunda no ha parado de negociar directamente con Puigdemont, pero aún no tiene su compromiso para que pueda tramitarse la norma.
El ministro de Cultura y portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, aseguró ayer que la negociación que mantiene el Ministerio de Trabajo con este partido y el resto de grupos parlamentarios, está "viva y avanza".
"El Ministerio de Trabajo sigue con negociaciones intensas con la voluntad, por otra parte, de que sea el conjunto del Parlamento el que apruebe esta medida”, dijo Urtasun.
Si el proyecto de reducción de jornada cayera en el trámite de admisión a trámite sería un duro golpe político para el Gobierno, especialmente, para Yolanda Díaz que hizo de esta medida su principal caballo de batalla de la legislatura.
Por eso, la dirigente de Sumar hizo también que se incluyera en el pacto de Gobierno de coalición con el PSOE y se esforzó en que se tramitara ya, aunque los socialistas eran reticentes a hacerlo sin apoyo asegurado en el Congreso.
Tercera votación
La tercera votación es la más próxima porque se producirá este mismo martes en el Pleno del Congreso, aunque se trata, en el fondo, de un hecho político y simbólico porque las proposiciones no de ley no son de obligado cumplimiento.
Se trata de una proposición no de ley del PP, que tendrá apoyo de Junts y quizás también de ERC, para mantener en activo las centrales nucleares.
El Gobierno mantiene el plan para desmantelar las centrales nucleares, pero asegura que aún queda mucho tiempo hasta que se ejecute y que son las propias empresas eléctricas las que no quieren mantener las centrales en funcionamiento.
El calendario de cierre de las nucleares en España está previsto entre 2027 y 2035, comenzando con Almaraz I en noviembre de 2027 y terminando con Trillo, en mayo de 2035. En Cataluña no se tendrán que empezar a ejecutar las decisiones hasta 2030, es decir, en la siguiente legislatura.