António Costa, Ursula von der Leyen y Keir Starmen, durante la cumbre de este lunes en Londres

António Costa, Ursula von der Leyen y Keir Starmen, durante la cumbre de este lunes en Londres Reuters

Europa

La UE y Londres resetean sus relaciones tras el Brexit con un pacto en defensa y 12 años extra de pesca en aguas británicas

El estatus de Gibraltar se queda fuera del acuerdo general para normalizar relaciones, que incluye también capítulos sobre movilidad juvenil, migración, estándares fitosanitarios o energía.

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En su primera cumbre bilateral desde el Brexit, la Unión Europea y Reino Unido han alcanzado este lunes un acuerdo general para resetear sus relaciones tras el trauma del divorcio. Un compromiso de mínimos que se ha logrado tras varios días de negociaciones extenuantes y se ha cerrado en el último minuto, apenas horas antes de que se iniciara la reunión en Londres, en la que han participado el primer ministro Keir Starmer, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el jefe del Consejo Europeo, António Costa.

El acuerdo no traspasa ninguna de las líneas rojas que se ha marcado Starmer en sus relaciones con la Unión Europea. Reino Unido no regresará al mercado único ni a la unión aduanera y tampoco tiene ninguna intención de restablecer el libre movimiento de ciudadanos europeos. En estas cuestiones, no hay marcha atrás en el Brexit.

La principal novedad de la cumbre de Londres es un pacto en materia de seguridad y defensa, que permitirá a Reino Unido participar en las compras conjuntas de armamento con el fondo de 150.000 millones de euros en créditos creado por la UE. Se consolida así la cooperación militar entre ambos lados del Canal de la Mancha que se reinició con la guerra de Ucrania y se ha acelerado tras la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y su acercamiento a Vladímir Putin. Londres y París lideran ahora mismo la 'coalición de voluntarios' que prepara garantías de seguridad para Kiev en caso de una tregua.

La gran concesión que hace el Gobierno laborista de Keir Starmer a cambio del pacto de defensa es prolongar hasta el 30 de junio de 2038 el acceso de la flota europea a aguas territoriales británicas, que en principio iba a caducar en 2026. Se trata de una de las principales exigencias del Gobierno francés, que genera una fuerte polémica en Reino Unido.

La flota española que se beneficia de este acuerdo -conocida como la “Flota de Gran Sol”- está integrada por 87 buques con puerto base en las comunidades del Cantábrico, principalmente de Galicia y País Vasco. Estos buques se dirigen principalmente a la captura de merluza, rape y gallo. En el año 2024 capturaron 31.338 toneladas de pescado por un valor de 151 millones de euros, según datos del ministerio de Agricultura y Pesca.

"Lo que hemos logrado hoy no va de mirar atrás sino de avanzar. No va de abrir viejas heridas sino de pasar página e iniciar una nueva era de cooperación más estrecha", ha dicho el primer ministro británico en la rueda de prensa posterior a la cumbre. "Es un nuevo capítulo en la relación entre Reino Unido y la UE", ha celebrado Von der Leyen. "Reino Unido y la UE somos más fuertes cuando nos mantenemos unidos: por la prosperidad, la seguridad y la paz en Europa y más allá. Éste es el mensaje que sustenta nuestra renovada cooperación", sostiene Costa.

El resto de capítulos del acuerdo apenas se esbozan y su concreción se retrasa a un momento posterior. La UE y Reino Unido anuncian su intención de cerrar un pacto fitosanitario, de duración ilimitada, que facilite la entrada de productos agroalimentarios británicos en Europa. En este apartado, Londres tendrá que someterse a un "alineamiento dinámico" con las reglas comunitarias y estará sujeto a la jurisdicción del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), lo que ha provocado ya las protestas de los brexiteros más acérrimos. También se negociará un acuerdo energético cuyo objetivo es que Londres participe en el mercado de la electricidad de la UE en condiciones similares a antes del Brexit.

El asunto más polémico y difícil ha sido el acuerdo sobre movilidad juvenil que reclamaba la Unión Europea para facilitar que los jóvenes de ambos lados del Canal de la Mancha puedan estudiar, trabajar o prestar voluntariado en el territorio del otro bloque. Una petición muy difícil para el Gobierno de Starmer, cuyos críticos sostienen que se trata de restablecer la libertad de movimiento de personas por la puesta de atrás. Todos los detalles de este acuerdo se dejan en blanco, salvo precisar que la movilidad tendrá una duración limitada.

Tampoco el acuerdo de seguridad y defensa resuelve totalmente la participación de Reino Unido en el fondo europeo de defensa de 150.000 millones de euros. El pacto permite que Londres se asocie con otras capitales comunitarias para las compras conjuntas de armamento. Pero se necesitan negociaciones adicionales para que los fabricantes británicos puedan participar en igualdad de condiciones a los europeos, lo que exigirá además una contribución financiera británica al fondo.

António Costa, Keir Starmer y Ursula von der Leyen, durante la rueda de prensa de este lunes en Londres

António Costa, Keir Starmer y Ursula von der Leyen, durante la rueda de prensa de este lunes en Londres Reuters

En materia migratoria, Bruselas y Londres se comprometen a "trabajar juntos en enfoques prácticos e innovadores para reducir la migración irregular". "Eso incluye compartir las mejores prácticas e información operativa en cuestiones clave como los retornos a países terceros, y explorar posibles mecanismos de disuasión y otras soluciones innovadores, en línea con la legislación nacional y de la UE y el derecho internacional", señala el comunicado hecho público al término de la reunión.

Por lo demás, Reino Unido y la UE han acordado normalizar sus relaciones sin haber resuelto el único punto pendiente del divorcio: el estatus de Gibraltar. Este asunto ni siquiera se ha abordado durante las negociaciones previas a la cumbre. Y eso pese a que el Gobierno de Pedro Sánchez había sugerido que cerrar esta cuestión, que se negocia desde hace más de cuatro años, era una precondición para cualquier reinicio con Londres.

"La relación entre Reino Unido y la UE es una relación global, no meramente una relación de escoger. Hay muchísimas cosas de las que tenemos que hablar, incluido Gibraltar. Aún no está resuelto, aún no hay acuerdo, y está muy claro que forma parte del acuerdo de retirada. Necesitamos resolver el problema de Gibraltar para tener una relación plena entre la UE y el Reino Unido", dijo el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante una entrevista con la BBC la semana pasada.

En Bruselas destacan que las negociaciones continúan y que todas las partes quieren llegar a un acuerdo, que se traduciría en el derribo de la verja fronteriza y el traslado de los controles al puerto y el aeropuerto de Gibraltar. Pero lo cierto es que la última reunión de máximo nivel político se produjo en septiembre de 2024 y que no hay plazos para cerrar el acuerdo.

"Sobre Gibraltar, el Gobierno británico y la Comisión están hablando, negociando. Maros Sefcovic (el comisario responsable de negociar con Reino Unido) y David Lammy (el ministro de Exteriores británico) están haciendo un muy buen trabajo. Es un trabajo que continúa y mi sensación es que no estamos muy lejos de concluirlo", ha asegurado el presidente del Consejo Europeo.